El partido amistoso Real Zaragoza-Elche, programado por el club aragonés en su escueta y veloz pretemporada de este atípico verano de 2020 para la tarde del próximo miércoles, 16 de septiembre, en el campo de Pinilla de Teruel, quedó suspendido a primera hora de la tarde de este martes, ocho días antes de su celebración. No tendrá lugar pues este enfrentamiento preparatorio entre ambas escuadras, dos de las que tienen aplazados los choques de las dos primeras jornadas de liga al haber concluido la pasada temporada con más de un mes de retardo respecto de lo previsto a causa del desbarajuste que origió La Liga tras la última jornada de la competición regular. 

La razón proviene de Elche y ha dejado descolocado al Real Zaragoza, que solo tenía preparados tres amistosos para que Baraja pueda armar mínimamente el nuevo equipo zaragocista que se avecina para el curso 2020-21. El nuevo entrenador ilicitano, el argentino Jorge Almirón (sorprendente relevo del triunfante Pacheta tras lograr el ascenso el club franjiverde en la Promoción), ha considerado que el viaje desde Elche hasta Teruel es demasiado largo y prefiere quitar este duelo de preparación del calendario de su equipo. 

Así, después de que los dos clubes, en conversaciones afables y cercanas cuajadas en el acuerdo de jugar el día 16 en Teruel, hicieran público hace unos días este compromiso, el nuevo técnico ilicitano derribó el trato de cuajo por criterios relacionados con el apartado deportivo. No quiere que sus futbolistas acometan un desplazamiento en autobús de 320 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta (un Zaragoza-Madrid o un Zaragoza-Barcelona) con el objeto de jugar un simple amistoso de verano. 

Esta sorprendente decisión, conocida en la sede de La Romareda a mitad de la jornada de este martes, obliga desde ya mismo al Real Zaragoza a buscar una alternativa, si la hay, para esa fecha, pues la singularidad de esta pretemporada significa que se viene abajo el 33 por ciento de los amistosos posibles. 

Antes de este frustrado partido ante el Elche, el sábado 12 el Zaragoza recibirá en el estadio municipal al Getafe, de Primera División. Y, después del desvanecido amistoso de Teruel, quedaba únicamente la cita, también en La Romareda, ante el Girona, el sábado de la semana próxima, el día 19. 

El asunto genera una solución complicada. Si se observa el reparto de equipos citados, todos componen en pequeño grupo de damnificados por el tardío final de la temporada pasada, hace escasos días. Por eso hablaron unos con otros para buscar estos encuentros de pretemporada. Los demás, la inmensa mayoría, inician la liga 2020-21 este fin de semana que viene, en poco más de 72 horas. Todos, en Primera y en Segunda División. Por eso, cualquier enfrentamiento con ellos es prácticamente imposible, dado que sus miras y puntos de preparación están ya en clave liga, en sintonía de competición oficial. 

Y la opción de buscar un amistoso contra un equipo de menor categoría (Segunda B o Tercera División) es algo que todo el mundo ha intentado evitar en tiempos de pandemia, por razones sanitarias, al no estar este tipo de clubes sometidos a las estrictas medidas de prevención que rigen en el ámbito profesional.

Se trata del enésimo agravio que sufre el Real Zaragoza derivado del caos con el que se acabó el torneo pasado, con el equipo aragonés como uno de los mayores perjudicados -si no el que más- de todos los efectos negativos que se generaron desde La Liga.