El CSD se declara incompetente para ver el caso del Zaragoza

Secreto a voces o no, el caso es que el Consejo Superior de Deportes, que preside Irene Lozano, se inhibió ayer acerca del caso del Real Zaragoza. En un escrito remitido a la sociedad anónima deportiva aragonesa, se declaró falto de competencias. No verá, en consecuencia, el requerimiento de la entidad deportiva de dar por concluidos los actuales encuentros del ‘play off’ de ascenso a Primera División y la temporada.

No se ha pronunciado todavía a este respecto la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), que preside Luis Rubiales, institución a la que el Real Zaragoza dirigió idéntico requerimiento: la paralización de los partidos que restan de la temporada.

Por su parte, La Liga de Fútbol Profesional (LFP), a la que también se cursó igual petición, se pronunció en su momento con una rotunda negativa, firmada por su presidente, el abogado oscense Javier Tebas.

El portazo de la LFP o la inhibición del Consejo Superior de Deportes no han hecho cambiar, en todo caso, la intención del Real Zaragoza de llevar esta cuestión hasta la últimas consecuencias, incluida la posibilidad de acudir a los tribunales de la justicia ordinaria.

El presidente del club, Christian Lapetra, ha sido rotundo en este sentido durante las últimas horas. Ha especificado claramente que el hecho de que el Real Zaragoza esté jugando el ‘play off’ de ascenso a Primera División (con el Elche como primer rival) no es óbice para que la entidad acuda a las vías que considere oportunas para defender sus intereses y derechos.

A juicio de los principales directivos del Real Zaragoza, la campaña deportiva iniciada el pasado mes de agosto, y todavía inconclusa, tendría que haberse finalizado atendiendo a dos criterios fundamentales. El primero, la ruptura del principio de igualdad e integridad en la composición de las plantillas. El segundo, el estado sanitario del país, a causa de la pandemia del coronavirus.

El Real Zaragoza sostiene que sufre un manifiesto quebranto del principio de igualdad e integridad, proclamado por la FIFA y la UEFA cuando se produjo en parón de las competiciones, el pasado mes de marzo. La plantilla aragonesa ha perdido a uno de su principales jugadores, Luis Suárez, no por razón o culpa del club o del delantero colombiano, sino por la dilación de las instituciones que rigen el fútbol profesional a la hora de fijar las fechas del ‘play off’, fruto, sobre todo, del episodio de coronavirus que afectó al Fuenlabrada.

El Real Zaragoza entiende, por otra parte, que la situación sanitaria del país también aconsejaría no disputar más encuentros. Al caso Fuenlabrada ha seguido en las pasadas fechas un largo rosario de positivos en futbolistas de muy diversos equipos, de Primera y Segunda.

Ligera sesión en la Ciudad Deportiva

La plantilla del Real Zaragoza se entrenó en la tarde de ayer en los terrenos de la Ciudad Deportiva, a partir de las 19.30, a puerta cerrada y bajo la dirección de Víctor Fernández, que habló a sus jugadores durante cerca de una hora. Se trató de una sesión suave, de recuperación para los futbolistas que fueron titulares en la noche del jueves, en el partido de ‘play off’ de ascenso a Primera División disputado contra el Elche, en el estadio Martínez Valero. Para los hombres que no tomaron parte en ese encuentro o que participaron durante pocos minutos, la carga de trabajo fue más elevada, con el fin de mantener el tono físico y el estado de forma. Del choque librado contra el conjunto ilicitano, no han quedado secuelas mayores que las contusiones propias de un encuentro de competición. Víctor, en consecuencia, trabaja en la preparación del partido del próximo domingo con las mismas piezas con que contaba.

Antes de que Real Zaragoza y Elche se encuentren de nuevo, una certeza aparece en el horizonte: el conjunto ilicitano debe presentarse en La Romareda con ánimo afilado, porque no le es útil el marcador inicial para seguir vivo en el ‘play off’ de ascenso. Debe anotar al menos un gol.