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El Real Zaragoza va a estar un mínimo de 10 días sin poder entrenarse en grupo

El positivo en covid-19 de un futbolista blanquillo, conocido el pasado miércoles 29 de julio, obliga al equipo a seguir el protocolo del Gobierno de Aragón y de La Liga: hasta el 7 de agosto, viernes de la semana próxima, trabajará individualmente o en grupos reducidos.

Médicos y enfermeras llevan a cabo los test PCR a los jugadores del Real Zaragoza el pasado jueves, día 30 de julio, en la Ciudad Deportiva.
Médicos y enfermeras llevan a cabo los test PCR a los jugadores del Real Zaragoza el pasado jueves, día 30 de julio, en la Ciudad Deportiva.
Tino Gil/Real Zaragoza

El Real Zaragoza va a estar un mínimo de 10 días sin poder entrenarse en grupo mientras aguarda, de forma increíble, inaceptable en el ámbito de la competición, que La Liga y demás organismos que pueden decidir sobre el conflicto interno que vive el fútbol español desde el 20 de julio por el caso Deportivo-Fuenlabrada solucionen el formato del ascenso a Primera División previsto, en un principio, a través de la Promoción. 

La causa de este profundo problema en las rutinas del equipo que dirige Víctor Fernández es el positivo en covid-19 que dio uno de los jugadores blanquillos el pasado 29 de julio, miércoles, que obligó a poner en marcha de inmediato el protocolo del Gobierno de Aragón y de la propia Liga de Fútbol Profesional, pasando la plantilla y empleados del club a un régimen de aislamiento, a someterse a un test PCR horas después (dio negativo en todos los casos) y a suspender los entrenamientos hasta nueva orden.

Así el último ensayo, la última sesión preparatoria dirigida por Fernández en la Ciudad Deportiva, fue la de la tarde-noche del martes 28 de julio. El día después, todo saltó por los aires por el referido positivo. Ni miércoles, ni jueves, ni viernes, ni sábado ha pisado nadie de la plantilla los campos de entrenamiento. 

El club anuncia que, una vez recompuesto el paso de la entidad, sobre todo en el ámbito deportivo, después de este serio problema de salud en tiempos de pandemia, está programada la vuelta al trabajo este domingo, 2 de agosto, a partir de las 9.30 en la Ciudad Deportiva. Pero no será un trabajo ordinario.

Víctor Fernández y el cuerpo técnico va a ver cómo sus pautas de trabajo técnico y táctico se derrumban durante largos días. El formato de los entrenamientos será el del regreso del confinamiento, allá por principios de mayo: individualizadamente, bajo unas estrictas medidas de seguridad y control médico, que supervisará el jefe de ese área en el Real Zaragoza, el doctor Ireneo de los Mártires. 

Es decir, se volverá a ver cómo los futbolistas y los técnicos acudirán a la Ciudad Deportiva de uno en uno, cada uno en su coche particular (siempre el mismo), con mascarilla y control de temperatura a la llegada al recinto. No se podrá hacer uso de los vestuarios y no podrá existir una interrelación ni entre los jugadores ni con los entrenadores o auxiliares, que habrán de llevar mascarilla en todo momento. Tan solo podrán prescindir de ella los futbolistas durante el entrenamiento. O sea, retorna el método por el que los jugadores han de llegar de casa ya vestidos de futbolista y, tras trabajar de uno en uno en espacios acotados, se marcharán a ducharse y cambiarse a sus domicilios.

Retroceso de tres meses en la forma de entrenar

El Real Zaragoza se ha visto en la obligación de recuperar las pautas de la primera semana de mayo: ha habilitado tres campos, cada uno de ellos dividido en siete calles, asignando a cada jugador únicamente una de ellas. Los porteros trabajarán en otro campo distinto, a las órdenes del entrenador de porteros. 

Las siguientes pruebas de PCR están previstas para la mañana del lunes, 3 de agosto. Según sean los resultados de las mismas, si vuelve a repetirse el negativo global del pasado jueves, día 30, el equipo estaría en disposición de pasar al siguiente escalón del protocolo de La Liga, que contemplaría ya, por ello, los entrenamientos en pequeños grupos, reducidos (5 o 6 hombres). Esto lo podría aplicar Víctor Fernández el lunes 3, el martes 4, el miércoles 5 y el jueves 6 de agosto. 

Sería ya el 7 de agosto jueves, fecha en la que se cumplirán los 10 días sin que los componentes de la plantilla hayan vuelto a estar en contacto con el compañero que está confinado y aislado tras dar positivo el día 29, cuando se pueda volver a plantear un entrenamiento ordinario, en grupo y sin restricciones. Para ello, obviamente, no puede haber más afectados por covid-19 en este tiempo de espera y, para dar vía libre de nuevo a la normalidad, todo el mundo pasará un control PCR en esa fecha del 7, ya bien entrada la semana próxima. 

Así que, inexorablemente, sin otro remedio, Víctor Fernández va a ver cómo la nebulosa en la que está inmerso el Real Zaragoza por causas absolutamente ajenas a su voluntad (y por negligencias ajenas), el equipo va a estar sin entrenar 10 días en una situación aberrante: no conoce aún el rival de la Promoción, no sabe qué fechas serán las designadas para jugarse los 'play off' (si al final los hay y pueden disputarse) y, como eslabón de enorme gravedad en la cadena de despropósitos que es el día a día de La Liga desde hace ya 12 fechas, es sabedor de que su principal jugador, el goleador Luis Suárez, no podrá jugar más con la camiseta zaragocista al haber sido reclamado por su club, el Watford inglés, pues las fechas de la cesión extraordinaria no van a poder cumplirse por la demora generada desde la propia LFP. Un rosario de agravios que aumenta y parece no tener fin para la integridad del Real Zaragoza.

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