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El parón por el caso Fuenlabrada frenó los test en Segunda División
El Real Zaragoza estuvo desde el 18 de julio, dos días antes de jugar con la Ponferradina, hasta el lunes 27 sin ser sometidos a los controles PCR. Tampoco pasaron pruebas el Almería y el Girona.
El Real Zaragoza, su plantilla, técnicos, auxiliares, empleados varios, ejecutivos y dirigentes –incluidos desde junio en la lista oficial el equipo para formar parte del día a día en la fase de regreso a los entrenamientos y a la disputa de las últimas 11 jornadas de la liga– estuvieron nueve días sin pasar los test PCR para detectar la covid-19 tras la previa al último partido del torneo regular. Lo mismo le sucedió al Almería y al Girona, los otros equipos que participarán en ‘play off’ junto al Elche (en el caso de los ilicitanos, a la espera de la resolución del caso Fuenlabrada). El parón por el suspendido Deportivo-Fuenlabrada frenó las pruebas PCR en los equipos con todavía algo en juego en Segunda División.
El último test al que fueron citados los zaragocistas dentro del periodo de competición tuvo lugar el sábado 18 de julio, es decir, 48 horas antes de disputarse la última jornada, que culminó para el Real Zaragoza en La Romareda dos días más tarde ante la Ponferradina, en la noche del lunes 20 de julio. A partir de ese momento se experimentó una fase distinta desde los resortes de La Liga pues pasaron las fechas del martes, miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo de esa semana sin tener noticias en el vestuario y los despachos del Real Zaragoza respecto de nuevas pruebas diagnósticas de covid-19. Víctor Fernández una vez se acabó la liga y hubo que pensar de lleno en la Promoción, programó sesiones preparatorias en la Ciudad Deportiva el martes 21, el miércoles 22 y el jueves 23 de julio.
Pero por Zaragoza ya nadie pasó a seguir haciendo los test desde La Liga. Las rutinas de las doce semanas anteriores, era evidente, se habían modificado. Víctor, ante la inacción de los organizadores del torneo tras el estallido del problema con el partido suspendido entre el Deportivo de La Coruña y los fuenlabreños, visto que la Promoción saltaba por los aires y se suspendía sine díe en un maremágnum histórico y sin precedentes, decidió dar fiesta a los jugadores el viernes, sábado y domingo (días 24, 25 y 26). En el inicio de ese fin de semana se continuó sin saber nada de test desde La Liga hasta que, al final del mismo, por fin apareció la citación para pasar nuevas pruebas el martes 28 (10 días después del último).
Pero el técnico aragonés quería volver a entrenar el lunes 27, lo que llevó a los directivos zaragocistas a solicitar a La Liga que se adelantasen 24 horas las pruebas PCR, a lo que ésta accedió. Y el lunes por la mañana (nueve días más tarde del anterior), todos los miembros alistados del Real Zaragoza en esta época de fútbol en el coronavirus pasaron el enésimo test desde que todo empezó el 5 de mayo. En este, todos dieron negativo. Y por eso hubo sesión de trabajo a las 20.00 en la Ciudad Deportiva y se repitió entrenamiento el día siguiente, martes, a la misma hora. Se creyó en el Real Zaragoza que esos resultados negativos, como ha ocurrido en el último trimestre, eran salvaguarda suficiente para considerarse a salvo de cualquier contagio. Esta vez hubo una fuga y asomó, en la madrugada del martes al miércoles, un caso positivo. En Almería, otro equipo en situación gemela ante la Promoción, pasó lo mismo en un escenario muy parecido.
