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Sin rival, sin fechas, con casos de covid en Zaragoza y Almería... ¿Y ahora qué?

La decisión del tercer ascenso a Primera que resta por definirse a través de la Promoción podría estar abocada a un inédito método de ponderación en los despachos.

Un operario procede a las labores de desinfección del comedor del Real Zaragoza en la Ciudad Deportiva.
Un operario procede a las labores de desinfección del comedor del Real Zaragoza en la Ciudad Deportiva.
RZ

Una vez pisado el jueves, 30 de julio, habrán transcurrido ya 10 días desde que la liga regular de Segunda División pusiera el broche final con la disputa de la 42ª y última jornada... salvo el partido Deportivo de La Coruña-Fuenlabrada, origen de todos los problemas superlativos que han paralizado en seco la competición en la antesala de la Promoción de ascenso. El Real Zaragoza, tercer clasificado en la tabla final (no le afecta para nada la resolución deportiva que pueda tener el duelo aplazado de Riazor), es uno de los equipos que ha caído atrapado en este colapso histórico y sin precedentes que amenaza –muy seriamente desde ayer– con no poder disputar sobre el campo los episodios finales del torneo:los ‘play off’.

A estas alturas, ya se tendrían que haber jugado las semifinales, que se dataron para el jueves 23, la ida, y el domingo 26, la vuelta. Y también se habría asistido, en la noche de este miércoles día 29, al duelo de ida de la final (la vuelta quedaría para el domingo 2 de agosto, ya mismo). Nada de esto ha sucedido a consecuencia del incontrolable conflicto –a decenas de bandas– que se ha ido amontonando en el terreno jurídico, administrativo, normativo (dentro de los reglamentos internos de la propia liga) y, también, de la justicia ordinaria o civil tras la denuncia del Ayuntamiento de La Coruña y la entrada en danza de la Fiscalía al hilo de un posible delito contra la salud pública en el viaje del Fuenlabrada a Galicia hace ya 12 días (allí siguen confinados en un hotel más de 40 expedicionarios madrileños).

Cuando Real Zaragoza, Almería y Girona confiaban en que, ayer, el Comité de Competición les abriese la perentoria vía de escape para conocer al cuarto participante en la Promoción (el Fuenlabrada o el Elche son los aspirantes reales en puridad), éste no pudo reunirse porque el club de Madrid ha recusado al juez designado por la Federación para abordar el fallo. Nada avanza como debiera. Al contrario, la solución se demora con muy mala pinta.

En el repunte de los brotes de covid-19 en toda España, que mantiene en alerta máxima a infinidad de lugares, dos positivos en jugadores del Almería y el Real Zaragoza agravaron el guión del asunto. Las fechas aprietan a La Liga y el jaleo crece en forma de racimo, incontrolablemente por parte de los regentes de la competición. Cada día que pasa, y ya son muchos, demasiados, sin poder frenar el fuego, los inconvenientes a solventar son más, mayores en tamaño y repercusión y, por ello, de improbable remedio cabal y natural a corto plazo.

La Liga, la Federación, el Consejo Superior de Deportes, las tres patas del taburete que está capitaneando esta inédita culminación de la liga 2019-20 – ‘la del coronavirus’ para los restos– se encuentran cada vez más abocados a pensar una solución extraordinaria, sin precedentes, sin jurisprudencia a la que asirse en los más de 90 años de competición en España.

Por orden de importancia, de prevalencia en el rango de lo que queda pendiente de decidir, se encuentra el tercer ascenso a Primera División: el equipo que acompañe a los dos que subieron directamente, Huesca y Cádiz. Este eslabón por dilucidar repercute, por ende, en la Primera del año que viene. Palabras mayores. Y ha de cubrirse como sea. Los tres descensos de arriba están firmados: Espanyol, Mallorca y Leganés. Estos no tienen flotador posible en este follón. Solo queda definir un ascenso de Segunda. Si al final no se puede jugar la Promoción, por primera vez en la historia la decisión, la ponderación, la evaluación y el criterio decisivo será en los despachos. Es probable que no quepa otra solución. A eso tiende.

Si, como pinta, el fútbol sobre el césped no puede volver en un tiempo por causas de fuerza mayor, el ascenso será cosa de abogados, juristas y dirigentes. Un mundo nuevo por descubrir.

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