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El Zaragoza juega en Albacete... y también en Huesca y Ponferrada

La penúltima jornada tendrá horarios unificados. El equipo de Víctor Fernández juega en Albacete, pero también tendrá un ojo en los partidos de Huesca y Almería, sus rivales por el ascenso directo. 

Partido Real Zaragoza-Oviedo en La Romareda.
Partido Real Zaragoza-Oviedo en La Romareda.
Toni Galán

La penúltima jornada será de horario unificado: los once partidos del día arrancarán a las 21.00, un instante en el que el Zaragoza tendrá los pies apoyados sobre el césped del Carlos Belmonte de Albacete, pero los ojos asomados a otros campos, muy lejos de allí, mirando a Huesca y Ponferrada principalmente. En ambas plazas, sus rivales directos en este último golpe de riñón de la carrera final hacia el ascenso directos representan el condicionante indispensable para que al Zaragoza le cuadre la carambola necesaria que aún tiene a mano, después de mil y una oportunidades perdidas.

El equipo aragonés necesita ganar al Albacete y que, en El Alcoraz, la SD Huesca tropiece contra el Numancia. Como cuenta más rápida, el Zaragoza necesita, para meterse en la segunda plaza en las dos jornadas restantes que el vecino oscense pierda al menos un encuentro o empate los dos que faltan, de ese modo remontaría los dos puntos en los que ahora le aventaja (el Huesca no debe sumar más de tres puntos).

Este viernes, en El Alcoraz, reciben a un Numancia extremadamente necesitado, metido en la pelea por la permanencia. Necesita ganar para evitar que Lugo y Albacete le sobrepasen. Que Huesca y Zaragoza jueguen ante equipos que son también rivales directos entre sí introduce otro elemento de intereses cruzados: si el Zaragoza va perdiendo, el Numancia estará más necesitado aún de ganarle al Huesca. Y al revés, si el Huesca va ganando su partido, el Albacete tendrá la oportunidad de escapar de los puestos de descenso.

Muy lejos de allí, en El Toralín, el Almería visita a la Ponferradina. El Zaragoza, necesita, al menos, que el Almería pinche (no gane) en uno de sus dos partidos (el último es contra el Málaga). Visita al conjunto berciano (precisamente el último rival del Zaragoza en la temporada regular), en caída libre, y muy necesitado de, al menos, sumar. Tiene 48 puntos, dos más que Lugo y Albacete, que marcan las dos plazas de descenso aún por asignar, aunque a su favor cuenta con dos equipos más de colchón, el Deportivo y el Numancia. Una victoria de la Ponferradina sería una bendición para el Zaragoza: tumbaría al Almería y dejaría salvado prácticamente a los bercianos de cara a la próxima jornada. Si Numancia y Ponferradina acaban salvándose, sería, a priori, una buen señal en el desenlace del Zaragoza.

Hay que recordar que todos los escenarios de empate o empates múltiples condenan al equipo aragonés, que, por otro lado, aún necesita un punto para asegurar matemáticamente una plaza en el ‘play off’ de ascenso. En este frente de batalla, los partidos de máximo interés son, sobre todo, el duelo directo entre Fuenlabrada (7º) y Elche (6º). Este enfrentamiento convierte en referencia válida al Rayo Vallecano y sus 56 puntos, por lo que el Zaragoza, con un punto más, es, como mínimo, sexto. Los madrileños reciben a Las Palmas.

Otro campo en el que el Zaragoza también juega este viernes es el Francisco de la Hera de Almendralejo. Allí, juega el Sporting, último rival del Huesca. Los asturianos, si ganan, y en función de lo que suceda en el Fuenlabrada-Elche, el Rayo-Las Palmas y el Tenerife-Lugo, podrían llegar a la última jornada con opciones de promoción. Para ello, además de ganar al Extremadura, necesitan que empaten en el partido de Fuenlabrada y, al ser posible, que no ganen Tenerife y Rayo.

Como se ve, la jornada recobra las esencias del viejo fútbol y de las frenéticos días de transistor y goles en carrusel.

El Zaragoza jugará sobre el césped de Albacete, pero también lo hará en los teléfonos del banquillo. Habrá radio, pero también nuevas tecnologías: las aplicaciones de los resultados en directo, la mensajería instantánea, las plataformas de vídeo, los directos de los periódicos…

Quizá al Zaragoza le venga bien este formato de jornada unificada, jugar liberado de la presión de un resultado previo, del peso de la necesidad de ganar, de la ansiedad que, a veces, supone conocer un resultado favorable y digerirlo durante varias horas previas. Está claro que en los encuentros previos no ha sabido gestionar esa sobrecarga emocional. En Albacete, debe ganar de igual modo, pero la victoria, en este caso, no es suficiente.

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