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Oportunidad de oro para el Real Zaragoza en La Romareda ante el potente Almería

El cuadro aragonés recibe en el vacío estadio (19.30) a su inmediato perseguidor en la clasificación. Un triunfo de los de Víctor Fernández aumentaría su ventaja a 8 puntos más el ‘golaverage’ a falta de ocho jornadas.

Un pasaje del entrenamiento del Real Zaragoza en la mañana de este viernes, el último antes de acometer el vital partido ante el Almería.
Un pasaje del entrenamiento del Real Zaragoza en la mañana de este viernes, el último antes de acometer el vital partido ante el Almería.
Tino Gil/Real Zaragoza

Tarde incandescente en la vacía Romareda desde las 19.30 de este sábado. No solo por el calor que se anuncia desde la agencia de meteorología, ligeramente por encima de los 30 grados cuando empiece el Real Zaragoza-Almería ahí programado. Un hecho que, por cierto, de tener lugar, contravendría las normas establecidas por la propia Liga para jugar en este tiempo de verano que envuelve el singular cierre del torneo 19-20, que pisará también julio y hasta agosto. También será un choque rusiente por el calibre del enfrentamiento: juegan el 2º, el cuadro aragonés, contra el 3º, el bloque andaluz.

Tiene, pues, enorme importancia lo que hoy suceda en el estadio zaragozano. Sobre todo si es el equipo que dirige Víctor Fernández el que es capaz de decantar a su favor el triunfo y se va a cenar con tres puntos más en su nerviosa y larga pugna por ascender a Primera División tras siete años de calvario en el segundo nivel del fútbol español. De vencer el Real Zaragoza aumentaría de 5 a 8 puntos nominales su distancia con los almerienses. Distancia que, en realidad, se convertiría en 9 puntos automáticamente al ganar el ‘golaverage’ particular a los rojiblancos del sur, pues en la primera vuelta el partido del estadio de los Juegos Mediterráneos acabó en empate, 1-1.

En esta hipótesis, la más favorable para los intereses locales, la ansiada por la ingente afición blanquilla, el Real Zaragoza podría dejar casi eliminado de la lucha por el ascenso directo a su potente rival, el adinerado Almería del jeque saudí Turki bin Abdul Mohsen bin Abdul Latif Al-Sheikh, el dueño del 96 por ciento de sus acciones como SAD desde el pasado 2 de agosto, aún no hace el año. Restarían ocho jornadas, 24 puntos en liza. Estrecho margen para que los andaluces pudiesen limarle casi la mitad de esa distancia a los zaragocistas.

Es, pues, una oportunidad de oro para cimentar con hormigón armado el soñado éxito de todo el zaragocismo por volver a la élite dentro de solo un mes. En esto consiste el hondo calado, la inmensa transcendencia que tiene este envite de hoy en La Romareda. Una pena, como siempre, que la afición no pueda estar empujando desde unos graderíos repletos. Será una final sin la magia del público. Un fútbol capado. Un partido crucial dirimido en ambiente de plató de televisión, con gritos enlatados por megafonía y superposición de imágenes virtuales de gente en las tribunas en la transmisión televisiva, a modo de ‘play station’.

Pero, dadas estas especiales circunstancias, observando lo que está sucediendo en las dos primeras jornadas a puerta cerrada (solo cuatro victorias locales en 22 partidos), teniendo aún caliente la fea experiencia contra el Alcorcón hace una semana exacta (derrota aparatosa por 1-3), también hay que contemplar las otras opciones que no son el brillo de un triunfo. El Almería, per se, es un adversario de envergadura en Segunda, un peligro mayúsculo para el Real Zaragoza. Un hueso duro de roer, un reto monumental por la fortaleza técnica, financiera y de proyecto que trae en sus credenciales el club rojiblanco. Y, viendo que el factor campo ha desaparecido con la disputa de los partidos sumidos en el silencio humano verdadero, que los forasteros adquieren incluso la ventaja que otorga la desinhibición al no sentirse presionados por la sensación rara que sí perciben los locales en sus santuarios desiertos, este riesgo se ve aumentado para los de Víctor Fernández de forma exponencial.

Y, de ser el Almería quien se llevase el duelo a sus alforjas, volvería a comprimirse la clasificación por detrás del Real Zaragoza como ya ocurrió hace siete días, en la reanudación del torneo tras tres meses de parón histórico por la pandemia de covid-19. Es un día para atinar como sea. Un enfrentamiento crucial si se vence.

Caminando por ese cortante filo, los de Víctor van a recuperar hoy al portero titular, Cristian Álvarez, que fue baja en Lugo por su peculiar expulsión frente al Alcorcón. Fernández tiende a seguir contando con el esqueleto principal del once inicial mientras espera la recuperación de los titulares lesionados, Puado y Vigaray. Quizá pueda haber un relevo en la línea central o de mediapuntas, con la vuelta de Igbekeme (suplente en Lugo) en vez de Burgui o Soro. En el lateral derecho se estrenará el juvenil Francés en La Romareda, después de haberse ganado el puesto con su gran partido del debut en el Anxo Carro lucense el martes.

En frente, el Almería tiene tres piezas relevantes en la enfermería: Lazo, una de sus figuras, Kaptoum y el argentino Vada. Hasta hace 36 horas, el listado de bajas aumentaba con dos sancionados por cinco amarillas, Aguza y Jonathan Silva, pero el Comité de Competición anuló los castigos y ambos estarán hoy en Zaragoza. El valor más firme de los visitantes está en su delantera, la única que marca más goles que los blanquillos (52 por 49), con el uruguayo Darwin Núñez y el exzaragocista Juan Muñoz como referentes. 

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