real zaragoza
Kagawa recupera la sonrisa
El japonés abrió el camino del triunfo con un remate lleno de talento y fue un apoyo constante para sus compañeros durante todo el partido, en el que no erró ni un solo pase.
Si hay un futbolista al que el confinamiento y la cuarentena le han cambiado –para bien– el rendimiento es a Shinji Kagawa. En dos partidos, el centrocampista japonés ha recordado por momentos al jugador absolutamente diferencial que un día fue. No tiene, lógicamente, la chispa de su etapa en el Borussia Dortmund o el Manchester United, pero en esta Segunda División de piernas resentidas y físicos de ritmo bajo, Kagawa es hoy por hoy un valor más que aprovechable en el sistema de Víctor Fernández.
Ayer, el japonés abrió el marcador con un remate propio de su talento, un disparo raso, seco y ajustado al palo frente al que nada pudo hacer la estirada del guardameta Cantero. Ni dos porteros hubieran conseguido llegar al ángulo donde ubicó el japonés su disparo. Un gol que fue oro, en un momento delicado del partido en el que el Lugo apretaba arriba y exigía a la defensa zaragocista. Kagawa tiró de talento, de clase natural y fue resolutivo, definitorio, cuando el Zaragoza más lo necesitaba. Pero su actuación ayer en el Anxo Carro dejó más detalles además del gol: el nipón ofreció siempre una línea de pase a sus compañeros, un apoyo en la salida del balón y fue el enganche entre los centrocampistas y Luis Suárez, referencia en solitario en el ataque. Su partido dejó un dato impactante: acertó los 19 pases que repartió, el cien por cien. No falló una entrega al compañero en los 77 minutos que estuvo sobre el terreno de juego. Además, recibió dos faltas, completó un regate y, en el 57, se sacó otro latigazo desde la frontal que estuvo cerca de suponer el 0-2.
Ya en el partido ante el Alcorcón, donde solo jugó el primer tiempo, Kagawa regaló la acción de calidad de una negra noche: un taconazo de espaldas que dejó solo a Luis Suárez frente al portero Dani Jiménez. Luego, el colombiano no acertó a rematar con éxito, pero la acción del japonés fue de talla internacional, de salir en los resúmenes y las repeticiones una y otra vez.
Aunque todavía le falte ritmo, le cueste aguantar los 90 minutos y en ocasiones se le extrañe una marcha más de velocidad, Kagawa está llamado a ser un factor diferencial en estas cinco semanas de fútbol comprimido en las que el Real Zaragoza se juega su retorno a Primera División. Si Kagawa está al nivel de ayer, si consigue conectar con la onda positiva, tiene calidad suficiente para ser absolutamente determinante en el próximo mes. Su temporada, su paso por el Real Zaragoza, ha dejado de momento más sobras que luces... hasta el confinamiento. Hoy, con ya dos jornadas post-cuarentena en las piernas, es uno de los jugadores más en forma del equipo. Palabras mayores teniendo en cuenta el jugador del que se trata. Shinji Kagawa ha recuperado la sonrisa justo en el momento más oportuno.
