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Alejandro Francés entra en escena

Víctor Fernández medita si darle la alternativa al prometedor defensa juvenil en el lateral derecho contra Lugo o apostar por Alberto Zapater, muy corto de ritmo y garantías físicas tras un años lejos de la competición. 

Alejandro Francés, en el entrenamiento de este viernes con el primer equipo, en un ejercicio con Pombo, Soro y (a la izda.) Luis Suárez.
Alejandro Francés, en el entrenamiento d.
Toni Galán

Las lesiones de Vigaray, Delmás y Guitián han desarbolado la franja derecha de la defensa del Real Zaragoza y descabezado de laterales específicos a Víctor Fernández. Para el partido de Lugo, esa zona vuelve a ser el centro de sus deliberaciones y dudas. Víctor tiene muchas. Ya contra el Alcorcón le llevaron a reconvertir a Guitián y alinearlo a toda costa, aun a riesgo de agravar un problema de tobillo que ha derivado en una preocupante lesión. Al cántabro se le infiltró y las consecuencias han sido altas.

Ahora, el técnico se mueve entre dos cartas. Entre Zapater y el jovencísimo Alejandro Francés. El capitán ya está apto y conoce de sobras la posición. Incluso Víctor, en su segunda etapa, lo observó más como un recurso para el lateral derecho que para el centro del campo. Esa ha sido siempre su catalogación del bravo futbolista cincovillés. Ya contra el Alcorcón, Zapater salió en la recta final, lo que puede interpretarse como una declaración inicial de intenciones de Víctor para Lugo. Pero existe un problema: Zapater no juega más de un cuarto de hora desde hace un año.

Tras superar una dolencia rotuliana, el capitán se ha incorporado al grupo no sin sufrir amagos de lesión muscular en la fase de acondicionamiento para el reinicio de la competición. Dolores, molestias, sensaciones extrañas… Después de una larga inactividad, la exigencia de la competición siempre expone a lesiones de tipo muscular a los jugadores. Zapater no es ajeno a ese riesgo, por lo que la opción de Alejandro Francés está encima de la mesa.

No lo será Borge, lateral derecho de posición natural con el que Víctor ha venido contando también en las últimas semanas y que ya debutó en el primer equipo en el partido de Copa del Rey de diciembre contra el Socuéllamos.

De este modo, Alejandro Francés queda como opción canterana. Víctor Fernández no se decidió a dar el paso con él contra el Alcorcón. No consideró oportuno, ante un partido de enorme trascendencia y valor, dar la alternativa a un jugador de su juventud. Pero, ¿quién es Alejandro Francés?

Dentro de la Ciudad Deportiva se le considera, sin dudas, el futbolista con mayor empaque y proyección de profesional. No hay dudas acerca de su potencial. Es de los jugadores señalados para llegar. Su caso recuerda, en cierto modo, al de Jesús Vallejo: sus progresiones siempre fueron por delante de su edad de competición. Y así es Alejandro Francés. Un futbolista distinguido por su madurez, su agresividad y concentración competitivas, y sobre todo por un don al alcance de pocos a esas edades: su talento defensivo.

Francés solo tiene 17 años pero parece tener muchos más por cómo juega y por su físico. Fuerte, rápido, elástico y con 1,80 metros de estatura; tiene la carrocería perfecta para desarrollar sus aptitudes como defensa: imponente uno contra uno, rapidez y agilidad en las acciones y liderazgo. Es un futbolista, según sus técnicos desde niño, con una personalidad impropia de su edad.

No es un lateral derecho, sino que es un defensa -diestro- con todas las letras. Su futuro parece destinado a clasificarlo como central, pero puede jugar en las cuatro posiciones de la defensa gracias a su polivalencia y versatilidad. Y hacerlo bien en todas, incluso en el lateral izquierdo.

En los laterales es un eficiente jugador, cumple, minimiza errores y garantiza rendimiento. No estamos ante un jugador de banda larga y con las condiciones técnicas de un lateral ofensivo. Pero sí conoce los deberes y obligaciones tácticas de la posición gracias a su formidable inteligencia posicional: sabe jugar allá donde lo ponen. No desbordará por sí mismo, pero si sabrá hacerlo cuando las circunstancias del momento lo reclamen.

Alejandro Francés nació en Zaragoza en 2002, cumplirá así en agosto los 18 años. Sus primeras patadas las dio en el Arrabal, en el San Gregorio, antes de pasar al Balsas Picarral, estadio previo a su llegada a la Ciudad Deportiva en segundo año de alevín. Ha sido internacional con España en diferentes categorías, y el pasado otoño disputó el Mundial sub 17 de Brasil con España. En febrero, ya pisó la sub 18.

Forma parte de la brillante camada juvenil que, de la mano de Iván Martínez, tanto éxito ha cosechado en las últimas temporadas. Pese a ser de los menores de la generación, se destacó rápido como uno de sus estandartes. En noviembre, contra el Albacete, ya metió la cabeza en una convocatoria del primer equipo, donde ha sido habitual en los entrenamientos de Víctor Fernández esta temporada. Aún en edad juvenil, debutó en Socuéllamos en Copa del Rey, como lateral izquierdo, y tendría una decena de minutos en la siguiente ronda, contra el Mallorca en La Romareda.

“Es un 'veteranillo' de 16 o 17 años años, que tiene mucho desparpajo y mucha madurez para su edad. No está asuntado. Tiene atrevimiento, que es algo fundamental a sus años. Lo veo muy bien y, en este sentido, no me preocupa. Es polivalente, nos puede dar las dos funciones, la de central y la de lateral", le describió en noviembre Víctor Fernández. Me habría gustado tenerlo más días entrenando con nosotros (solo lo hizo el rato del viernes por la tarde), pero regresó de Brasil hace nada. Las circunstancias son las que son. Va a ser muy buen jugador", aseguró Víctor.

Ahora, Alejandro Francés está más cerca que nunca de cruzar la última puerta… si la tiene abierta.

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