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Una Romareda adaptada al nuevo fútbol

El Zaragoza-Alcorcón inaugura la era post covid en el templo zaragocista. El encuentro se disputa a puerta cerrada, siguiendo un estricto protocolo. 

Llegada de los jugadores del Real Zaragoza al estadio de La Romareda.
Llegada de los jugadores del Real Zaragoza al estadio de La Romareda.
Real Zaragoza

El fútbol está de vuelta. La liga regresa a La Romareda con un histórico Real Zaragoza-Alcorcón, partido que inaugura una nueva era en el templo zaragocista. Nada será igual a partir de ahora. El deporte rey -como el resto de disciplinas- se ha tenido que adaptar a marchas forzadas a la vida post covid, y eso pasa por cumplir estrictos protocolos para garantizar la seguridad de todos los involucrados. 

La medida más importante consiste en que los partidos, mientras el Gobierno español no dictamine lo contrario, se disputen a puerta cerrada. El aforo de los estadios no puede superar las 200 personas. Y para ello, 24 horas antes del choque, el Zaragoza tuvo que facilitar un listado con los nombres de los acreditados en todas las áreas (jugadores, cuerpo técnico, directivos, delegados…), así como del resto de profesionales (medios de comunicación, personal sanitario…) que, tras haber superado un control médico, ofreciendo resultado negativo en el test, tienen permitido acceder al recinto. 

Todos estos acreditados -con certificado médico de apto y usando guantes y mascarilla- deben pasar un control de seguridad en la entrada, con toma de temperatura incluida. Si se descubre a alguien con unas décimas de más, tiene que superar una segunda revisión en profundidad para descartar que está contagiado. 

Poco antes de las ocho de la tarde, una hora y media antes del arranque de la cita, ha arribado el autobús del Alcorcón. Poco después, entre un caluroso recibimiento de los aficionados, ha hecho lo propio el del Real Zaragoza. Y seguidamente los futbolistas de ambos conjuntos han accedido a los vestuarios por la puerta reservada para plantillas y equipo arbitral. 

A pesar de que no podrán acompañar a su equipo en el interior del estadio, decenas de aficionados ha querido acercarse a los aledaños de La Romareda para mostrar su apoyo a los jugadores ante su partido contra el Alcorcón.

Todas las zonas de uso común, como por ejemplo los banquillos, fueron desinfectadas previamente con sistemas de pulverización y nebulación. Y además, los protagonistas del encuentro han de limpiarse las manos con gel hidroalcoholico antes del calentamiento, que se realizará en los espacios delimitados. 

No habrá actos protocolarios ni saludos entre jugadores antes del pitido inicial; los suplentes esperarán su turno en la grada en lugar de en el banquillo y, en el descanso, tendrán que cambiarse las equipaciones, que se depositarán en un contenedor de desinfección. Al finalizar el partido, se repetirá ese procedimiento y se evitará que los jugadores permanezcan más tiempo del debido en los vestuarios, que, al igual que el resto de estancias de uso de los equipos, serán sellados.

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