La actitud, lo primero
Se ha debatido mucho en los últimos días acerca de cómo puede afectar el parón de más de dos meses en el estado físico de los futbolistas. Un aspecto que, indudablemente, será clave y decisivo cuando se retomen las competiciones. En la primera jornada de la Bundesliga, el espejo del resto de competiciones nacionales en Europa, 12 jugadores terminaron lesionados, ocho de ellos con problemas musculares. Se trata de una cifra muy superior a la media habitual e, incluso, alguna voz autorizada como la de Pepe Mel, entrenador de Las Palmas, ya augura que el fútbol español va a correr "más riesgos por posibles lesiones que por el propio coronavirus".
Sin embargo, a pesar de la incuestionable importancia del estado físico de los jugadores, hay un aspecto que puede ser incluso más determinante en los resultados, en la resolución del campeonato. Se trata de la cuestión mental. De la actitud. De las ganas. De la motivación. De cómo el futbolista afronte la nueva realidad de su entorno de trabajo (entrenamientos diferentes, partidos sin público, medidas de higiene y seguridad...). En este sentido, en sus primeros días de entrenamientos, el vestuario del Real Zaragoza ha lanzado un rotundo mensaje de optimismo: está convencido de que puede recuperar el nivel y la dinámica ganadora previa a la pandemia. Si es así, tendrá mucho ganado...
