El médico del Real Zaragoza, Ireneo de los Mártires, fue el encargado de emitir la primera evaluación del equipo tras el primer entrenamiento individualizado llevado a cabo este viernes en la Ciudad Deportiva después de dos meses de confinamiento por la pandemia de covid-19. 

"Llevamos ya un tiempo preparando esta vuelta a los entrenamientos. Hemos adaptado todo a las normas del protocolo de La Liga, de acuerdo con el inspector y según las condiciones de nuestra Ciudad Deportiva. Están marcadas todas las zonas de acceso; se han creado varios circuitos para evitar la interacción de las personas que estamos participando en este regreso a la actividad", comenzó explicando el galeno aragonés.

"Cuando todo el mundo llegue será obligado el control de temperatura corporal. De ahí, cada uno tiene asignada su zona de aparcamiento, con la distancia debida entre los coches. También, cada futbolista, tiene muy claro por dónde ha de acceder a su campo de entrenamiento", prosiguió en la imprescindible enumeración de los mandatos obligatorios que tienen que llevar, a rajatabla, los miembros del equipo y el 'staff' del club hasta que la normalidad llegue en el futuro. 

"Todo está encaminado a disminuir el riesgo de contagio lo más que se pueda. Esto es lo que  más nos preocupa a todos", resumió en un par de pinceladas Ireneo de los Mártires. 

El médico presumió de la buena conducta de la plantilla en los 56 días en los que ha sido imposible cumplir con la rutina de entrenamientos y de partidos. "Todos los futbolistas han llegado en unas condiciones físicas aceptables. El control antropomético que se les hizo el lunes dio también unos resultados muy satisfactorios. Ellos, los jugadores, al igual que todos, están con muchísimas ganas de regresar a los entrenamientos, lo deseaban hace largo tiempo. Necesitaban dejar de ejercitarse en su entorno doméstico y volver al lugar habitual, al aire libre", indicó. 

De los Mártires dejó un broche optimista tras haber alcanzado, por fin, esta cota vivida este viernes en las instalaciones zaragocistas: volver a trabajar sobre la hierba, aproximarse al balón, a las porterías, al fútbol. "Cuando veníamos la semana pasada a organizar este retorno, el objetivo era que volviera a haber vida en la Ciudad Deportiva cuanto antes. Ver todos estos campos desiertos era un poco triste. Por eso, el día de hoy es de gran satisfacción para todos en el Real Zaragoza. Ahora, el siguiente paso es llegar a la competición en cuanto sea posible", concluyó.