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Kagawa, la alegoría de la liberación tras 50 días de entrenamientos entre 4 paredes

El mediapunta japonés del Real Zaragoza ha publicado unas fotografías con gesto eufórico, en su bici estática, celebrando que los deportistas ya puedan salir a correr a la calle y que los entrenamientos estén en puertas.

Sinjhi Kagawa, en la terraza de su casa zaragozana, expresa su alegría desatada sobre la bicicleta estática en el inicio de la 8ª semana de estado de alarma, ya con nuevas normas que aclaran el futuro de las competiciones.
Shinji Kagawa, en la terraza de su casa zaragozana, expresa su alegría desatada sobre la bicicleta estática en el inicio de la 8ª semana de estado de alarma, ya con nuevas normas que aclaran el futuro de las competiciones.
RZ

La máxima es infalible: una imagen vale más que mil palabras. Si son dos imágenes, la proyección natural dice que son dos mil vocablos. Ahí, en esa teoría, cabe incluir estas dos fotografías publicadas por Shinji Kagawa en sus redes sociales en las últimas horas. Son una alegoría de la liberación que sienten muchas personas, por supuesto, muchos deportistas, por el hecho de que en las últimas horas el Gobierno ya haya permitido salir a correr un rato fuera de casa. Y, en el caso de los futbolistas profesionales, también por el hecho de que los entrenamientos estén ya en puertas de recomenzar.

Si alguien mostró un ánimo alicaído en su entrevista hecha a través del club en pleno confinamiento hace unos días, ese fue Kagawa. Lejos de Japón, en su primer año en España, el asiático dejó patente su situación de cierta desesperación, de falta de resortes próximos en días de estado de alarma, de vivencias extraordinarias para todos, en especial para quienes están solos y a miles de kilómetros de los suyos. Por eso, este ramillete de fotos que Shinji ha colgado en internet (hasta cuatro) poniendo de relieve su sincera y profunda alegría por que, por fin, ya se vea el sol en el horizonte tras 50 días de encierro forzoso en casa, son una metáfora contundente que se hace extensiva al resto de la plantilla del Real Zaragoza. 

Es un grito, un alarido de desinhibición personal. Un puño en alto celebrando que la vuelta a las rutinas, aunque sea a ritmo lento, va a abrir nuevas expectativas a quienes peor lo están pasando desde el 14 de marzo entre cuatro paredes. Ya se puede pisar la calle. Ya se puede sudar por las aceras y los parques con las debidas medidas de máxima seguridad. Y el fútbol, que en España lleva peleando por regresar -capado en sus prestaciones como espectáculo de masas, pues se hará sin público- desde hace varias semanas, está empezando a recorrer el sinuoso camino que, a finales de junio, pretende retomar las 11 jornadas de liga que faltaban por dirimirse cuando todo entró en colapso.

En las imágenes está Kagawa, más expresivo que nunca. Pero podía estar cualquier otro futbolista del Real Zaragoza. Todos sentirán algo similar a lo que muestra el japonés.

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