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Así diseña Lalo Arantegui el Real Zaragoza del futuro

Análisis de datos, herramientas de ojeo como Wyscout o Scout7, videollamadas con sus ayudantes y cuerpo técnico, reuniones virtuales con agentes de futbolistas… Este es el día a día en la cuarentena del máximo responsable del área deportiva del club aragonés.

Lalo Arantegui y José Mari Barba observan un entrenamiento del Real Zaragoza
Lalo Arantegui y José Mari Barba observan un entrenamiento del Real Zaragoza
Guillermo Mestre

Al filo de las once de la mañana concluye la primera reunión telemática de Lalo Arantegui con su principal ayudante de departamento, el secretario técnico José Mari Barba. La actividad en la dirección deportiva del Real Zaragoza permanece viva, reducida ahora por los efectos jurídicos de la aplicación de un ERTE entre los empleados del club, aunque estable y fluida. La pandemia del coronavirus ha atado de pies y manos al equipo y la competición, pero no tanto la vida en los despachos. Ahí, la pelota sigue rodando. Lalo Arantegui, en su residencia en una localidad dormitorio de Zaragoza, ha instalado uno de los cuarteles de campaña en los que se cimienta la plantilla de la próxima temporada en pleno estado de alarma. Un despacho en el que las nuevas tecnologías, desde hace tiempo elemento indispensable en la metodología del Real Zaragoza, han ganado aún más peso y protagonismo: herramientas de procesamiento de datos, software especializado en el análisis como Scout7, plataformas de visualización de partidos como Wyscout, videollamadas con representantes de futbolistas, grupos de trabajo virtuales…

La cuarentena, en este sentido, ha obligado aún más a optimizar este tipo de recursos. “Estamos anticipando mucho trabajo. Hay cosas que ya estaban hechas porque llevan otros tiempos. Esta situación nos ha pillado en un momento, a poco más de mes y medio de final de temporada, en el que hay operaciones que ya estaban avanzadas. Pero no por eso podemos dejar de ser previsores. Estamos aprovechando para intentar adelantar todo el trabajo posible ahora para cuando se retome la normalidad, porque ya sabemos, por ejemplo, que no podremos viajar a ver en directo determinados futbolistas de según qué ligas”, explica Arantegui. “Un mercado sobre el que ya hemos trabajado es el de los jugadores que finalizan contrato el 30 de junio. Nosotros, en torno a Navidad, tenemos diseñado un listado con todos los jugadores de Europa que terminan contrato y que, por salario, nos pueden encajar. Eso ya lo tenemos muy trillado a estas alturas. Porque esta es la premisa número uno de nuestra forma de trabajar: el Zaragoza se tiene que adelantar al mercado”, agrega.

Casi todos los días, el director deportivo mantiene una videollamada de apertura de jornada con sus colaboradores. “Sirve para poner asuntos en común, comentar lo que hemos estado viendo y podemos ver...”, comenta Lalo. Al concluir, es el turno del vídeo, como hoy, con un partido de la liga holandesa. “Ahora estamos viendo mucho fútbol internacional. España, sobre todo la Segunda División, la tenemos ya muy vista. Hay cinco o seis ligas de referencia, porque nuestro mercado es el que es. No podemos ver la Premier League, no nos sirve de nada, tenemos que ir al grano en función de nuestra capacidad económica”, añade.

Tras el partido grabado, Lalo tiene programado un encuentro telemático con Víctor Fernández para conversar sobre los entrenamientos de los jugadores en sus casas, analizar las últimas noticias sobre la reanudación o no del fútbol… “La tarde suelo dedicarla más a atender llamadas o hablar con agentes de jugadores. Si no, veo más fútbol y subo un informe a nuestro programa de gestión. Pero el teléfono está abierto las 24 horas, puede decirse”, relata Lalo.

Su labor, más allá del asterisco que supone la suspensión de la competición, ya estaba condicionada a estas alturas del calendario por la indefinición deportiva del Real Zaragoza. No es lo mismo cocinar una plantilla de Primera División que una de Segunda. “Nosotros planificamos para ambas categorías. Hay unas opciones de fichaje reales para Primera y otras para Segunda. Tenemos, eso sí, una gran ventaja: prácticamente toda la plantilla actual tiene contrato y en Segunda nos caben también algunos chicos de la cantera con buena progresión. Sabemos que debemos reforzar algunos puestos del ataque, y es ahí, especialmente para un escenario en Segunda, donde tenemos que adelantarnos”, señala Lalo.

En estos días de confinamiento, una de las tareas de la dirección deportiva es esa, peinar el mercado de atacantes y absorber toda la información posible. “Nuestra metodología se basa en un sistema de filtros en el que los jugadores que nos pueden encajar van pasando etapas”, describe Arantegui. “Ahora, estamos ya centrados en los últimos barridos, pero todo comienza con la elaboración de informes y la confección de onces ideales de aquellas ligas que seguimos. Si queremos un lateral izquierdo, pinchamos en esa posición en nuestra base de datos, y nos salen los potenciales fichajes, todos aquellos laterales izquierdos a los que hemos visto”, apunta.

Arantegui profundiza en ese protocolo de filtros: “Por un lado, lo primero, es la necesidad detectada en la plantilla. Es decir, qué futbolistas y con qué perfil nos hacen falta por razones técnicas o contractuales. Después intervienen, de la mano pero de forma autónoma, el talento del ojeador y el ‘big data’. Nuestro equipo de ‘scout’ observa jugadores, y su intuición le lleva a descubrir determinados atributos. Eso lo complementamos con un sistema de gráficas estadísticas con el que venimos trabajando desde nuestra etapa en el Huesca. Por entonces, apenas nadie en Segunda, y muy pocos en Primera, trabajaban con estas herramientas de ‘big data’”.

Lalo continúa explicando el proceso: “Estás gráficas nos dan mucha información. Por ejemplo, si buscamos un centrocampista recuperador, la estadística nos va a mandar una señal y ampliar la información: son datos puros. Rara vez un jugador que tiene buena gráfica en el juego aéreo luego no es bueno en eso. Hay veces, en cambio, que la gráfica es la que nos pone en la pista: si vemos un jugador en una determinada liga que es muy bueno en un aspecto del juego según estos datos, nosotros luego lo visualizamos. Primero en vídeo. La secretaría técnica lo observa dos o tres partidos, después lo veo yo y, si sigue pasando cortes, ya viajamos a verlo. Una cosa la tenemos clara: los datos son un instrumento muy útil, pero hay que aportarles el factor humano, y en ningún sitio se ve el fútbol como en un campo. Eso es, precisamente, lo que no podemos hacer ahora”, indica.

Una vez hecha la criba, apunta Lalo, es el turno de los dos últimos pasos. “Cuando tenemos el perfil, debemos ver que entra dentro de nuestros parámetros económicos. Y si es así, ya se le pasa el nombre al entrenador: si le agrada, seguimos adelante. Si no, pasamos a otro nombre”, indica.

Precisamente, la cuarentena está sirviendo para desempolvar aquellos partidos o jugadores que se amontonan en la carpeta de tareas pendientes y que, en condiciones normales, se les dedica menos tiempo de exploración. El estudio reposado de las cosas suele contribuir, muchas veces, al acierto en las decisiones. “Esto es infinito, siempre hay algo que ver. Y ahora tenemos tiempo para ello. Sobre todo, nos centramos estos días en los futbolistas que nos pueden encajar. Vídeos, gráficas… Tenemos que dedicarnos a ese tipo de análisis porque, por ejemplo, yo no puedo ir la semana que viene a Sudamérica a ver a un jugador como a lo mejor tenía pensado. Lo tengo que ver con las herramientas que tengo aquí”, afirma.

¿Cuáles son esas herramientas? La más mediática es Wyscout, una base de datos que permite detallados seguimientos de futbolistas, realizar compilaciones de vídeos, consultar estadísticas de todo tipo, configurar patrones de búsqueda de jugadores, analizar entrenamientos de tu propio equipo, observar partidos de infinidad de ligas y categorías, incluidos los rivales… “Trabajamos todo el año con este programa todos los técnicos del club, más ahora. Wyscout nos ayuda a completar ese trabajo de ‘big data’. La siguiente barrida la hacemos con esta plataforma. Si sabemos que hay en la liga griega un delantero con buenos registros de goles esperados o toques en el área o un centrocampista con una buena gráfica defensiva, esa información la completamos con Wyscout: seleccionamos los partidos de ese jugador o los cortes de vídeo de acciones concretas, por ejemplo, recuperaciones de balón o pases clave. Es una gran herramienta, más ahora, cuando no puede ir a ver un jugador”, expone Lalo, quien recuerda el fichaje de El Yamiq en enero.

 “Necesitábamos un central de unas condiciones concretas. Nosotros le habíamos seguido en la Serie B cuando estaba cedido en el Perugia. Lo conocíamos, por eso no nos ha sorprendido su impacto: su gráfica era muy buena pese a que esta temporada no ha jugado tanto. Wyscout nos permitió volver a repasar sus partidos en una situación de urgencia porque era una operación que había que cerrar en pocos días”, subraya. 

Otro recurso similar utilizado en el Real Zaragoza, apunta el director deportivo, es Scout7, otra base de datos, aunque más enfocada a la gestión y organización de la información recopilada. “Es una especie de archivador de informes. Todas las veces que algún miembro del área deportiva ve un partido con sus elementos (sistemas de juego, jugadores y sus aspectos técnicos, tácticos y físicos…) queda registrado. Así, si por ejemplo, hay un futbolista que nos interesa, vamos a su pestaña y nos sale quién lo ha visto, cuándo, qué información tenemos...”, relata Arantegui, atento estos días al teléfono, casi más que antes. 

Aunque la parálisis de la competición y la incertidumbre económica del fútbol planean sobre su trabajo, agentes y representantes han metido una marcha más a su actividad. Es otra de las patas sobre las que se apoya el trabajo de la dirección deportiva estos días: renovaciones (así se han negociado con el canterano Francho o con Íñigo Eguaras), posibles operaciones, búsqueda de información… “Aunque nosotros solemos dar el primer paso, al Zaragoza le ofrecen muchos jugadores, más en su situación deportiva actual. Pero no todo nos interesa. Traspasos, ahora, no podemos asumir, solo cesiones, como mucho, con opción de compra. Tenemos, por ejemplo, un rango de edad límite para estos casos, de 26 o 27 años. Siempre procuramos llegar nosotros primeros antes que estudiar ofrecimientos. Si no es así, ese jugador ofrecido lo vemos al detalle con nuestra metodología, intentando recabar toda la información posible. Salvo en casos muy extraordinarios, evitamos los intermediarios: si podemos, hablamos primero directamente con el futbolista o con su agente. Si es el jugador, mejor”.

Y en esas se encuentra ahora el Real Zaragoza: calentando orejas aquí y allá para, cuando el fútbol se reinicie, los pies de la futura plantilla, ya en Primera o en Segunda, apoyen sobre el suelo más firme posible.

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