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Los clubes ya contemplan un desenlace con ascensos, pero sin descensos y una Primera División de 22 equipos

El escenario central sigue siendo completar la temporada en verano y evitar el “caso belga”, pero el debate sobre la conclusión anticipada de la competición coge velocidad en el seno de LaLiga. 

Víctor Fernández dialoga con Loreto, su ayudante, en el ensayo de este viernes.
Víctor Fernández dialoga con Loreto, su ayudante, en uno de los ensayos de esta temporada en la Ciudad Deportiva.
Toni Galán

Los debates y las discusiones internas sobre cómo resolver el desenlace de la temporada en España han entrado en las últimas horas en un nuevo capítulo. Aunque el escenario central sigue siendo completar la temporada ahora suspendida ocupando los meses de verano y evitar una cancelación prematura al “estilo belga”; los clubes profesionales del fútbol español ya contemplan la cesación de la temporada tomando su resultado actual como definitivo, según informó esta medianoche la Cadena Cope. Habría, eso sí, ciertas salvedades a la hora de ejecutar las consecuencias clasificatorias. En lo que respecta al Real Zaragoza, sí habría dos ascensos directos a Primera División y subiría, pero no descensos en ninguna de las dos categorías profesionales, por lo que la próxima temporada registraría 22 clubes en Primera y 20 en Segunda.

Este desenlace ya se observa entre las bambalinas del fútbol español como la salida razonable a este laberinto de fechas, intereses cruzados de todo tipo entre numerosos organismos y asociaciones de todo ámbito y jurisdicción (FIFA, UEFA y otras confederaciones continentales, federaciones nacionales, ligas, clubes, asociaciones de ligas, asociaciones de clubes, sindicatos nacionales, sindicatos internacionales...), salarios de futbolistas en riesgo, incertidumbre sobre las garantías sanitarias en los próximos meses y estadios sin público. Esta iniciativa nace de varios clubes de forma independiente al plan de LaLiga, enfocado por encima de todo a completar como sea la temporada y salvar así la bolsa de 957 millones de euros en pérdidas que se estima provocaría la terminación anticipada de la campaña.

Todos los clubes sufrirían un importante menoscabo económico, pero en muchos de ellos se observa como una temeridad el riesgo de contagio aun a puerta cerrada al que se expondrían sus jugadores y técnicos, y el severo contratiempo y agravio comparativo que eso produciría. En caso de infección, un equipo debería poner en cuarentena a uno o varios de sus jugadores resintiéndose así su capacidad competitiva, mientras otros rivales podrían seguir con normalidad, sin afecciones en la plantilla.

Según la información de la Cadena Cope, la patronal ve con recelos estos movimientos de los clubes, que podrían solicitar la convocatoria de una Asamblea para realizar una votación sobre una reforma normativa que posibilitara ese desenlace anticipado y sus consecuencias.

Aun con todo, la reglamentación recoge que los efectos clasificatorios de una cancelación de la competición por causas de fuerza mayor los debe estudiar y decidir una comisión mixta de LaLiga y la RFEF, siendo el presidente de este último organismo, Luis Rubiales, quien tiene la potestad final en caso de que no fructifiquen acuerdos.

Estos últimos movimientos de los clubes cabe interpretarlos, en cualquier caso, como la posible solución si no se puede completar la competición. La opción de cancelar y anular los resultados de la temporada es un escenario cada vez más improbable y los clubes parecen alinearse a respetar los resultados de lo ya jugado durante tres cuartos del curso.

Este es el plan propuesto en Bélgica y estudiado ahora en Holanda que, en España y en el Real Zaragoza, se ha seguido con atención por si estableciera un precedente sobre el que tomar decisiones ulteriores en Europa. No obstante, la UEFA, la Asociación de Clubes Europeos y la Asociación de Ligas Europeas -tres organismos autónomos entre sí pero con intereses y muchos protagonistas comunes- han suscrito un acuerdo en el que descartan la decisión belga y no anticipar la finalización de las competiciones nacionales porque está injustificada. Además, la UEFA advierte de que, en tal caso, se reservaría el derecho de admisión en los torneos europeos de la próxima temporada.

El documento de ese acuerdo es el siguiente:

"En un escenario tan serio, el fútbol europeo ha sido capaz de reaccionar como una familia unida. El punto de vista común alcanzado el 17 de marzo por la UEFA, la Asociación Europea de Clubes y las Ligas Europeas fue que se debía hacer todo lo posible para permitir que todas las competiciones nacionales y europeas se celebraran de acuerdo con sus formatos".

"Es de suma importancia que incluso un evento disruptivo como esta epidemia no impida que nuestras competiciones se decidan en el campo, de acuerdo con sus reglas y que todos los títulos deportivos se otorguen en función de los resultados. Como líderes responsables en nuestro deporte, esto es lo que debemos garantizar, hasta que exista la última posibilidad y mientras las soluciones de planificación, operativas y regulatorias estén disponibles"

"Dicho compromiso ha tomado forma concreta en dos grupos de trabajo conjuntos establecidos para lidiar con las opciones de calendario, así como con las consecuencias legales, reglamentarias y financieras de una posible sobrecarga del calendario que haría que las competiciones 2019/20 se extendieran el 30 de junio".

"Los grupos de trabajo han celebrado varias reuniones y están en contacto diario para garantizar que se cumpla el objetivo primordial de llevar todas las competiciones a su fin natural. Para lograrlo, se están elaborando planes concretos. Su trabajo ahora se centra en escenarios que abarcan los meses de julio y agosto, incluida la posibilidad de que las competiciones de la UEFA se reinicien después de la finalización de las ligas nacionales".

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