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El Real Zaragoza suspende cualquier entrenamiento hasta final de mes

Técnicos, preparadores físicos y médicos acordaron este lunes, 16 de marzo, desmontar el plan de trabajo programado hasta el día 30, durante las dos próximas semanas. Los jugadores trabajarán individualmente en casa.

Víctor Fernández, entre Roberto Cabellud y José Luis R. Loreto, sus más estrechos colaboradores en el cuerpo técnico del Real Zaragoza.
Víctor Fernández, entre Roberto Cabellud y José Luis R. Loreto, sus más estrechos colaboradores en el cuerpo técnico del Real Zaragoza.
Daniel Marzo

El Real Zaragoza adoptó este lunes una decisión drástica y con todas las consecuencias -difícilmente con cariz positivo- que pueda acarrearle en el futuro próximo respecto de los entrenamientos de su primer equipo profesional (y, por derivación, del resto de conjuntos de la Ciudad Deportiva): enmedio de la grave crisis mundial por la pandemia del coronavirus Covid-19, el club aragonés ha suspendido abstolutamente cualquier entrenamiento grupal hasta, al menos, el día 30 de este mes de marzo. Es decir, durante las próximas dos semanas

Es la principal resolución adoptada en la reunión cumbre celebrada en el club en este 16 de marzo por los máximos responsables de las áreas técnica, deportiva, médica, de preparación física y recuperación de la primera plantilla del Real Zaragoza. Es decir, Víctor Fernández, José Luis R. Loreto y Roberto Cabellud como principales sujetos protagonistas de este plan, con la supervisión y apoyo indispensable del doctor Ireneo de los Mártires, Andrés Ubieto, Lalo Arantegui y Luis Carlos Cuartero, el director general.Tras la misma, el club ha emitido un comunicado oficial en sus medios de internet.

"El Real Zaragoza, consciente de su compromiso y responsabilidad ante la delicada situación sanitaria por la que atraviesa el país, ha decidido mantener en suspenso durante las próximas dos semanas, hasta el próximo 30 de marzo y en función de la evolución de los acontecimientos, los entrenamientos colectivos del primer equipo", dice en su arranque esa nota de la SAD zaragozana. 

"El cuerpo técnico, los responsables de la preparación física y los servicios médicos han desarrollado un plan específico e individualizado de entrenamientos para cada uno de los jugadores y los futbolistas lesionados", prosigue anunciando la declaración escrita del Real Zaragoza. 

En este nuevo e inédito día a día que nace en el seno de la plantilla zaragocista, los responsables de área del equipo van a tener en cuenta diversos factores que diferencian el caso de cada futbolista en particular. Tanto de índole personal como, por ejemplo, referente al espacio físico con el que cuentan en sus domicilios para llevar a cabo los ejercicios que les son perentorios a cada uno. 

"En primer lugar, se ha elaborado una encuesta para conocer las situaciones personales y las posibilidades de desarrollar el trabajo físico en los domicilios particulares de los jugadores. Una vez conocidas sus circunstancias, se establece la tarea física acorde a sus alternativas y necesidades. Los futbolistas lesionados seguirán adelante con su labor de recuperación y puesta a punto", subraya la declaración del Real Zaragoza como entidad.

Otro problema que surge con este confinamiento obligado de los jugadores en sus casas es el relativo a las comidas, al control nutricional y dietético que siguen el Real Zaragoza desde hace tres años, cuando se puso en marcha el método de que la plantilla desayunara y comiese todos los días junta en el restaurante de la Ciudad Deportiva. Ese control, esa pauta reglada desde la figura del nutricionista, Raúl Luzón, sufre ahora esta fractura de rutinas al tener que administrarse cada futbolista de manera individual en su propio domicilio y en estado excepcional de movimientos fuera de casa. 

"De forma paralela, se ha puesto en marcha una pauta específica de alimentación para garantizar su cuidado físico y el aporte adecuado que precisa en función de la situación personal. Este plan individualizado de preparación física se completa con un seguimiento antropométrico exhaustivo para conocer la evolución de los futbolistas durante el tiempo que desarrollan el trabajo individualizado", apunta el comunicado del Real Zaragoza, que mantendrá un control diario de determinados parámetros que serán preguntados a los jugadores vía telefónica o telemática. 

Esta decisión de ruptura total con la normalidad de los entrenamientos, obviamente, acaba con cualquier práctica real de fútbol y cualquier contacto con el balón sobre un terreno de juego. Durante, al menos, 17 días (contando el fin de semana recién pasado, que ha sido inhábil tras suspenderse la jornada), el Real Zaragoza verá colapsada su progresión física y técnica que lo tenía, en el momento de aplazarse la liga por el coronavirus el pasado jueves, en la 2ª posición en la clasificación -puesto de ascenso directo-, invicto durante todo 2020 -equivalente a toda la segunda vuelta del torneo- y con una racha de rendimiento y resultados sobresaliente, que lo había hecho distanciarse a 5 puntos de sus inmediatos seguidores.

La fractura con lo habitual, sin precedentes en su formato y, sobre todo, en las consecuencias que puedan venir en adelante, es un grave quebranto al trabajo cotidiano que venía desarrollando el grupo que conforma ahora mismo el Real Zaragoza, el mejor de los últimos 7 años en Segunda División, con solo 11 jornadas por delante para obrar el ansiado retorno a Primera. 

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