Tendrán que arrancarle de cuajo un pie a Luis Suárez los rivales si quieren frenar su embestida de acero y el fuego de su fútbol hambriento. En los últimos partidos, al colombiano le vienen persiguiendo su talón lastimado desde hace un mes, pero él sobrevive con empeño, con un compromiso asombroso y una fuerza sobrenatural. Al Bisonte no hay quién lo cace y sus 17 goles, tras el marcado al Málaga en La Rosaleda, ya lo acercan a la cifra sagrada en la vida y obra de todo un artillero. Un número mágico, al margen de dónde se compita: los 20 goles son la frontera que define las credenciales y el pedigrí de un goleador. Y hacía allí va lanzado Luis Suárez, a quien solo los penaltis ponen le ponen coto, pues sin sus fallos ya hubiera saltado ese listón de las dos decenas… Pero qué se le puede reprochar al colombiano, a quien la temporada le ha confirmado como el siguiente en la línea sucesoria de los grandes delanteros del club.

Zaragoza siempre fue plaza para delanteros de su perfil profesional, en el momento de su carrera. Una estirpe extensa y prolífica que, a lo largo de los años, no ha entendido de categorías: jóvenes, hambrientos, con proyección, con casi todos sus goles aún por meter… Los ha tenido de diferentes características y con virtudes más acentuadas que otras, pero con un denominador común: el gol. Lobo Diarte, Pichi Alonso, Amarilla, Rubén Sosa, Esnaider, Morientes, Milosevic, Villa, Diego Milito… Una tradición lujosa y brillante: Zaragoza ha sido tierra de goleadores. Incluso su actual travesía en Segunda División, un peldaño más abajo de donde todos esos nombres se forjaron un lugar en la historia del club, el equipo aragonés ha tenido delanteros de referencia. Borja Bastón, Ángel Rodríguez y Borja Iglesias rebasaron la frontera de los 20 goles, del mismo modo que lo había hecho su más cercano antecesor en la categoría, el brasileño Ewerthon.

Luis Suárez se aproxima así a los 20 goles en una misma temporada, un techo que solo han roto otros 16 futbolistas en la historia del club, el último Borja Iglesias. De esos 16 hombres solo uno repitió: Pichi Alonso. En Segunda División, además de Borja Iglesias (22, en la 17-18), Bastón (23, en la 14-15) y Pichi (22, en la 77-78), cruzaron los 20 goles Mariano Uceda (20 en la 45-46), Manolo Badenes (23 en la 49-50), Rosendo Hernández (23 en la 50-51), Avelino Chaves (22 en la liga regular más dos en la promoción de ascenso en la 54-55), Ucelay en esa misma campaña (18 en la fase regular y 4 en la promoción) y Ewerthon (28 en la 08-09), la mejor cifra histórica de un futbolista del Zaragoza en una temporada de liga. En Primera División, el primero en conquistar 20 goles fue Joaquín Murillo, el Pulpo o el Patas, el hombre que más goles ha marcado para el Zaragoza en Primera. En la campaña 60-61, firmó 20 .

Le siguió Juan Roberto Seminario, único pichichi del Zaragoza en la máxima categoría gracias a los 25 goles firmados en la temporada 61-62. Después de los tiempos de Marcelino y Diarte -ninguno llegó nunca a los 20 goles en liga, como otros legendarios delanteros del Zaragoza: Rubén Sosa, Esnáider, Morientes o David Villa-, apareció Pichi Alonso, cuyos 20 tantos de la 79-80 no serían superados hasta Milosevic y sus 21 en la 99-00 y Diego Milito y sus 23 en la 06-07. En 19 se quedó Raúl Amarilla en la 82-83, perdiendo por un gol el pichichi con Hipólito Rincón. En Tercera, por su parte, llegaron a los 20 goles Bescós, con 24 en la temporada de su llegada al Zaragoza desde Murcia (47-48) y Pruden, exdelantero del Real Madrid, que marcó 22 en las 48-49.

Aún con 11 jornadas por delante, Luis Suárez tiene en su cañón la oportunidad de acceder a tan distinguido panteón. Más complicado se le presenta la pelea por el pichichi, con un Stuani fuera de órbita en el Griona. En Segunda, en el Zaragoza , solo lo ganaron Avelino Chaves (22 goles más 2 en la promoción de ascenso) en 1955 y Mariano Uceda (20 ) en 1946. En Primera lo consiguió Seminario en 1962. 

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