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La Romareda, un factor diferencial para el ascenso

La buena sintonía entre la plantilla y los jugadores, escenificada con una piña en el centro del campo al final de cada victoria, se antoja fundamental para alcanzar el ansiado objetivo.

Los jugadores del Real Zaragoza se abrazan formando una piña al finalizar el encuentro contra el Deportivo.
Los jugadores del Real Zaragoza se abrazan formando una piña al finalizar el encuentro contra el Deportivo.
Toni Galán

Lo que comenzó siendo un hecho esporádico empieza a convertirse en una tradición. Ya no es casualidad que prácticamente ningún aficionado abandone su asiento en La Romareda hasta varios minutos después de la finalización del partido. Las prisas, las aglomeraciones y los posibles atascos quedaron en un segundo plano; ahora, lo importante es despedir al equipo como se merece.

Sucedió tras la eliminación copera frente al Real Madrid, con aquella conmovedora vuelta de honor a todo el estadio, y comienza a ser una práctica habitual en las últimas semanas. Siempre que el equipo gana, los jugadores de Víctor Fernández se juntan en el centro del campo formando una piña que simboliza algo más que un abrazo entre compañeros de vestuario.

Esa unión, con La Romareda entregada y ondeando sus bufandas, constituye uno de los activos más valiosos que tiene actualmente el Zaragoza para alcanzar su objetivo. En su estadio, con su gente, el conjunto aragonés se antoja como un adversario muy difícil de batir. Lo sabe el propio público y lo saben, sobre todo, los futbolistas, que no dudan en agradecer al final de cada encuentro el apoyo de los suyos.

Esa icónica imagen de los jugadores apiñados en el centro del campo se ha podido ver en el estadio zaragozano en las últimas semanas, pero también lejos de él. Lo vimos, por ejemplo, tras los importantes triunfos cosechados en Gran Canaria o Elche, donde los futbolistas festejaron de forma unánime sendas victorias.

Pero en La Romareda, con cerca de 30.000 gargantas recordando que "volveremos", la secuencia cobra un matiz diferencial. Un estadio que este domingo, frente al Dépor, volvió a rozar el lleno con un total de 28.096 aficionados en las gradas, según las cifras publicadas por el club, que minutos antes del choque anunció que se habían agotado todas las entradas sacadas a la venta.

En lo que va de temporada, el campo ha colgado el cartel de ‘no hay billetes’ en otras dos ocasiones. La primera, con la visita del Cádiz en octubre, en la primera vuelta; la segunda, con la eliminatoria del Real Madrid en octavos de final de la Copa del Rey.

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