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Real Zaragoza: Elche, otro baluarte a conquistar para ascender

El Real Zaragoza visita este sábado (21.00) el Martínez Valero, con los locales ubicados en puesto de Promoción (sextos). Los aragoneses, tras dos empates en cadena, buscan un triunfo acelerador.

Burgui (izda.) charla con Torres, Blanco (de espaldas) y Vigaray en el entrenamiento de este viernes. Curiosamente son los cuatro ex del Alavés que coinciden ahora en el vestuario del Real Zaragoza.
Burgui (izda.) charla con Torres, Blanco (de espaldas) y Vigaray en el entrenamiento de este viernes. Curiosamente son los cuatro ex del Alavés que coinciden ahora en el vestuario del Real Zaragoza.
Toni Galán

Jugar contra el sexto clasificado, es decir, con el equipo que ocupa el último lugar de los puestos de Promoción de ascenso, parece un bucle, un constante ‘dejà vu’ para el Real Zaragoza en el último mes y medio. Hoy lo hará en Elche (21.00/Gol), del mismo modo que lo hizo hace nada en La Romareda ante el Numancia o, días antes, en Las Palmas.

Los aragoneses, que están afincados en la tercera posición, a tiro de piedra del montacargas del ascenso directo, saldaron con éxito absoluto los dos combates gemelos al de hoy en tierras alicantinas. Ganaron 1-0 a los de Soria y 0-1 en Canarias. Fueron ambos triunfos con doble efecto favorable: los tres puntos computados en el saco propio y los tres que se restaron a rivales directos, que quedaron en ese momento frenados en seco y alejados ostensiblemente de la línea de navegación del Real Zaragoza.

Lo de Elche, en esta noche de febrero que anuncia buen tiempo (buena noticia después de las borrascas catastróficas recientes en aquella zona), tiene estos mismos valores a priori. Es un duelo con un perfil, por ende, ya bien conocido. Los locales, como en su día lo eran insulares y sorianos, son hoy un adversario con la moral elevada; hiper estimulados sus jugadores, técnicos y afición por recibir a uno de los referentes de la liga, el Real Zaragoza, al que tienen a solo cuatro puntos de distancia (aunque los zaragocistas deben recuperar todavía un partido aplazado, algo que ocurrirá el miércoles en Miranda de Ebro). En el club franjiverde, como bien expresó su entrenador, José Rojo ‘Pacheta’, en la previa al duelo, consideran esta una oportunidad magnífica para escalar en la tabla como nadie soñó en el entorno ilicitano hace un trimestre. «Sería la leche alcanzar los 43 puntos ya», vino a decir el técnico burgalés, viejo admirador del Real Zaragoza por motivos personales.

Los zaragocistas necesitan dar un acelerón a su velocidad de crucero, algo ralentizada a través de los dos empates encadenados de las últimas jornadas, aquel 1-1 de Cádiz y el 0-0 frente al Fuenlabrada en La Romareda. Tal y como viene la mano en la liga, sobre todo en la parte noble de la clasificación, no es aconsejable para nadie estar muchas semanas sin sumar de tres en tres. Este hecho numérico, puramente matemático, obliga bastante al Real Zaragoza este sábado en la ciudad de la Dama y El Palmeral. Todo lo que no sea ganar supondría, de suceder, un reseteo en los análisis que rigen desde que empezó el año natural, con marcadores excelentes y unos beneficios en puntos sobresalientes.

Víctor Fernández piensa recuperar a Atienza en la defensa y a Igbekeme en la línea media. Estudia, asimismo, introducir en punta al nuevo fichaje, con vitola de estrella en la categoría, el ex alavesista y canterano del Madrid Burgui. El resto de piezas hace mucho tiempo que, de no mediar problemas físicos, se han ganado un lugar en la titularidad que, a estas alturas de torneo y según los criterios de Fernández, conviene que tenga ya un rostro, unos ademanes, un formato reconocible, unos automatismos. Es el caso de los Cristian Álvarez, Vigaray, Nieto, Eguaras, R. Guti, Soro, Igbekeme, Puado, Luis Suárez... No se cita en este elenco a Guitián, pues la aparición del marroquí El Yamiq de entre el cuarteto de refuerzos invernales, es susceptible de generar alguna que otra rotación en el eje de la retaguardia, en función de las características del adversario(juego aéreo sobre todo).

Rival crecido, pero paradójico

El Elche aguarda al Real Zaragoza en plena fase de apogeo en su autoestima, inflado de confianza en sus propias fuerzas. Solo aparece en su expediente de los últimos dos meses una derrota, un 1-0 en Gijón que contrasta con una acumulación espectacular de puntos en el resto de duelos: empates ante el Huesca (1-1), Alcorcón (1-1) y el último día en Lugo (2-2); y tres victorias, en Albacete (0-1), en Almería (0-2) y frente al Málaga (2-0). Están en su mejor racha del curso. Pisan los cajones con premio, las seis primeras posiciones del escalafón de Segunda, por primera vez en todo el torneo.

Pero el Elche, pese a esta nueva faz que tiende a asustar en primera instancia a sus rivales, presenta una paradoja que al Real Zaragoza debería venirle bien esta noche. Los ilicitanos flaquean en casa. Blandean ostensiblemente en su papel como locales. Algo extraño les pasa en su estadio.

De 13 partidos en el Martínez Valero, los muchachos de Pacheta solo han ganado cuatro. Sus números en su feudo son de vagón de cola, alejados de su posición real en la clasificación, que se sujeta principalemente en su gran potencial a domicilio. Pero, como hoy el Elche es anfitrión, por ahí surge la luz del optimismo zaragocista.

En el coliseo franjiverde ganó, poco antes de la Navidad, la UD Las Palmas por 2-3. Antes, lo hicieron el Sporting de Gijón (0-1) y el Fuenlabrada (0-2). Y se llevaron un punto, a base de empates, media docena de huéspedes. Los ya citados Huesca y Alcorcón, ambos con sendos 1-1; y también el Almería, el Rayo Vallecano, el Tenerife y el Lugo. Singularmente, todos por el repetitivo 1-1, que es en Elche un marcador que genera hilaridad por motivos obvios este año.

Los de la Comunidad Valenciana también tienen fichajes invernales que estimulan a los suyos. Han venido al Martínez Valero tres puntas: el brasileño Jonathas, en su segunda época en el club, el ex oscense Escriche y el ex zaragocista Víctor Rodríguez, que regresa de los Estados Unidos. Los dos primeros parece que ocuparan sitio en el banquillo. El tercero, aún no está en forma y no se le espera en la citación.

Del resto, mucho ojo con el casi cuarentón Nino, que sigue anotando goles a pares, que tiene su ametralladora afinada como cuando era un chaval hace dos décadas y que será homenajeado, incluso, antes del partido.

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