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La historia de la súbita e inesperada marcha de Grippo al Oviedo

Víctor Fernández dio los detalles que han llevado al Real Zaragoza a abrirle las puertas a uno de sus capitanes, el defensa central suizo, que ya está camino de Asturias.

Simone Grippo, en una de sus imágenes últimas en la Ciudad Deportiva como futbolista del Real Zaragoza.
Simone Grippo, en una de sus imágenes últimas en la Ciudad Deportiva como futbolista del Real Zaragoza.
Francisco Jiménez

Simone Grippo ya está camino de Oviedo. Después de que 48 horas antes de que el mercado invernal de fichajes termine, en la mañana del jueves día 30 de enero, trascendiera su posible marcha del Real Zaragoza y su fichaje por el Real Oviedo, el asunto va a concluir de ese modo antes de la medianoche del viernes 31. Todo está acordado finalmente. 

Víctor Fernández, en la rueda de prensa previa al viaje del equipo a Cádiz, en donde juega el domingo, narró con detalle el proceso personal por el que, inesperadamente, Grippo ha terminado marchándose prematuramente del Real Zaragoza. El suizo, uno de sus capitanes, ha sido quién ha tomado las riendas de esta determinación. Así contó el caso el entrenador zaragocista:

"Hay dos jugadores que yo nunca me había planteado que fuesen a salir. Son Dani Lasure y Simone Grippo. Lo de Lasure ha sido una inquietud suya, por tener más regularidad, más minutos en otro sitio. Es un chico de casa, canterano, muy buena gente, buen jugador. Y no nos pudimos negar porque, si actúa con asiduidad en el Tenerife, salimos todos beneficiados. Y lo de Grippo es lo mismo. Ante esto, solo puedes actuar de dos maneras: una, impedirle que salga y tener así un jugador enfadado por el nuevo panorama que tiene; y otra, concederle la salida como consecuencia de su extraordinario comportamiento", contó paso a paso Víctor.

"Grippo es un chico magnífico. Un gran capitán. Siempre dispuesto a ayudar. Sumando cuando salía al campo. Sumando cuando no jugaba. Fue muy honrado conmigo y yo he sido igualmente honrado con él. Le dije que yo, por su comportamiento, si le surgía algo que le benefiara a él en el plano profesional y en el personal, en el bienestar de su familia, no le iba a impedir la salida", prosiguió Fernández en su explicación sobre el caso del suizo.

"Así ha sido. Grippo me ha venido a solicitar irse. Ha encontrado la oportunidad de su vida en el Oviedo, que le garantiza más años de contrato, un buen contrato que le da mucha más estabilidad familiar. Podía haberlo impedido, porque tenemos todos los derechos federativos. Pero creo que habría sido una mala actuación del club si hubiésemos dicho que no a un chico que quiere irse y que se ha portado muy bien con nosotros", apostilló el entrenador del barrio Oliver. 

Sobre cómo puede afectar al vestuario el adiós de Grippo, uno de los referentes de veteranía y ascendencia sobre los jóvenes, Fernández espetó esto: "Creo que hubiera sido muy perjudicial ponernos en contra de la voluntad de este chico. Se ha despedido del grupo con rigor, con mucha transparencia. Y solo hay que desearle que le vaya muy bien en el Oviedo y que sea feliz con su familia allí. Y darle las gracias por estos tres años que ha estado con nosotros en Zaragoza", remató su reconstrucción de los hechos que han llevado a Grippo, en 72 horas, de ser el capitán del equipo en el partido de Copa ante el Real Madrid, a dejar el equipo y convertirse en nuevo jugador del Oviedo.

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