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El Real Zaragoza se concentra para preparar el extraordinario día ante el Madrid

La plantilla y el cuerpo técnico se reúnen a comer en el Hotel Zentral Ave, su habitual cuartel general en La Almozara, con el partido de Copa ante el líder de la Primera División como aliciente que rompe las rutinas.

Llegada del Real Zaragoza al hotel de concentración, a las 14.00 de este miércoles.
Llegada del Real Zaragoza al hotel de concentración, a las 14.00 de este miércoles.
TONI GALAN

En torno a las 13.45, siete horas antes del partido de este miércoles en La Romareda frente al Real Madrid, la plantilla y el cuerpo técnico del Real Zaragoza ha llegado al Hotel Zentral Ave, su habitual lugar de concentración previa a los partidos que se disputan en La Romareda. En este miércoles festivo, día de San Valero, todos los componentes del vestuario blanquillo afrontan una jornada extraordinaria, alejada del día a día que viene siendo rutinario desde hace seis años y medio en la liga de Segunda División.

La visita del Real Madrid, derivada del buen discurrir del equipo de Víctor Fernández en el torneo de Copa, supone unas vivencias distintas, con una repercusión interna y externa visiblemente alejada de la normalidad que rige en el Real Zaragoza desde su descenso de categoría en 2013. Este duelo copero, correspondiente a los octavos de final y que se jugará a partido único en La Romareda desde las 21.00, deriva en unos preámbulos excecpcionales dentro del grupo zaragocista. 

No cambian las pautas, pues el equipo se ha reunido en La Romareda sobre las 13.00, como siempre; y se ha trasladado al hotel del barrio de La Almozara en en autobús oficial del club, como siempre; y descansará y merendará a media tarde, tras la charla última de Víctor Fernández en una de las salas del cuartel general de cada fin de semana como locales, como es habitual, asimismo. Pero sí se percibe la diferente trascendencia del enfrentamiento con el Real Madrid, actual líder de Primera y uno de los clásicos grandes del fútbol español, que no pisa el estadio municipal desde hace siete años (1-1, en Liga, fue el marcador de aque precedente).

Víctor y la plantilla son conscientes hace muchas horas de que este envite ante los madrileños va a dirimirse en un escenario y en un ambiente muy diferente a lo ordinario, en un coliseo lleno a reventar, con matices de ilusión y recuerdos de los viejos tiempos en la máxima categoría sobrevolando el partido. 

Fernández recordará a lo largo de la tarde a su plantilla que esta cita en Copa es un premio, un aderezo inesperado a una temporada en la que el sueño del ascenso ha reverdecido tras muchos tiempos de dudas y malos resultados, los precedentes. Una noche para disfrutar, para catar el fútbol grande por unos minutos, pero sin presión alguna más allá de ese afán lúdico, de orgullo y de honra a la historia blanquilla. Lo importante espera en Cádiz el domingo venidero. Los gaditanos son los líderes, pero de Segunda. El lugar donde el Real Zaragoza sí se juega la vida cada fecha que pasa. 

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