Alegría, satisfacción, amor propio engordado por haber respondido a las expectativas y moral por todo lo alto fueron las sensaciones ambientales en el seno de la plantilla y los técnicos del Real Zaragoza en la heladora mañana de este miércoles 8 de enero durante el suave entrenamiento llevado a cabo en la Ciudad Deportiva. Era el fruto anímico de la trabajada victoria por 2-0 ante el Sporting de Gijón lograda en la noche anterior. 

Fue un ensayo atípico, de escaso valor físico y técnico (clásico en los pos partidos), en donde lo más llamativo y noticioso fue ver el elenco de jugadores de las categorías inferiores que Víctor Fernández llamó para complementar a los del primer equipo. Y es que viene la segunda dosis de Copa del Rey, el sábado en el Nou Estadi de Tarragona. Y en esa cita, ante un rival de Segunda B, volverá a verse un Real Zaragoza experimental, como ya sucedió en el estreno copero en Socuéllamos (Ciudad Real) hace 29 días, cuando los blanquillos ganaron 0-1 a un Tercera con muchos de los inhabituales en la titularidad trufados con muchachos del B y del Juvenil de División de Honor. 

En esta ocasión, Víctor ha reclutado, de entrada, a 6 muchachos del RZD Aragón de Tercera: Nick, Ahmed, Baselga, Carlos Azón, Castillo y Marc Aguado; y también a 2 del primer Juvenil: Francés y Borge. De este reparto saldrá la media docena de canteranos que viajen convocados a Tarragona el viernes por la tarde (solo pueden ir citados 6, según reza la normativa vigente; del mismo modo que siempre debe haber 7 del primer equipo sobre el césped para no incurrir en alineación indebida y perder la eliminatoria).

Como novedad definitiva de la mañana, Víctor Fernández ha concedido día de fiesta a sus jugadores en la jornada del jueves (en un principio, había programado entrenamiento a las 10.30). Un premio que llega después del buen partido ante el Sporting y por la invitación a la calma que genera el enfrentamiento ante el Nástic en Tarragona este sábado a las 12.00 del mediodía, un adversario que se debate en los puestos de cola de la Segunda División B, ahora mismo en descenso a Tercera, y que no tiene en la Copa del Rey ni un solo sentido puesto.