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El fino toque de Soro

El canterano saltó al césped en el 54 y tan solo le hicieron falta un toque y tres minutos para provocar la ocasión de Suárez que terminó en el penalti transformado por Javi Ros.

Rayo Vallecano - Real Zaragoza / 23-11-19 / Enrique Cidoncha - 6 [[[FOTOGRAFOS]]]
Alberto Soro durante una acción en el encuentro de ayer ante el Rayo Vallecano.
Enrique Cidoncha

En este deporte tan estudiado y analizado como es el fútbol un toque preciso en el sitio apropiado puede hacer trizas el engranaje más ajustado. Ayer Soro tiró de astucia, intensidad y calidad, sobre todo de calidad, para con un solo toque, un fino y letal toque, desequilibrar la balanza en favor del Real Zaragoza. Y lo hizo prácticamente en el primer balón que tocó el zaragozano.

El partido estaba complicado para los intereses del conjunto blanquillo, con un Rayo dominador y el conjunto zaragozano sin poder desplegar su juego de combinación. Minuto 57. El Real Zaragoza busca presionar la salida en corto del Rayo Vallecano. Guti consigue robar el esférico con Suárez y Soro, que acababa de entrar en el terreno de juego, por delante. El centrocampista pasa a Soro, que donde unos habrían necesitado controlar bien el esférico y asegurarse de ver a sus compañeros libres, tan solo utilizó un toque. Con eso le bastó para poner en ventaja al incombustible Suárez, que erró el disparo. Pero el Real Zaragoza sacó un penalti de donde no parecía haber nada. Había encontrado una pepita de oro. Un oasis en el desierto.

El canterano zaragocista es un contínuo derroche de calidad. Ayer le dio al partido su toque personal. Como si de la pizca de sal necesaria para terminar de hacer el bistec se tratara. Ese toque preciso a la par que peligroso para el rival, desmenuzó al Rayo y le dio una oportunidad dorada a su equipo. Ros, al segundo intento, no la dejó pasar y puso el 0-1 que a la postre sería definitivo.

Soro poco más pudo hacer en el partido pues el Real Zaragoza se abonó al sufrimiento y no se prodigó mucho en ataque, tratando de agarrarse a los tres puntos con todo lo que tenía. Pero el canterano que este verano fue traspasado por 2,5 millones al Real Madrid, tuvo la oportunidad de hacer el segundo y dejar prácticamente sentenciado el encuentro. No obstante, en esta ocasión, Soro no fue capaz de aprovechar su toque. Intentó desde la derecha un disparo ajustado al palo contrario, pero Dimitrievski, el guardameta rival, leyó sus intenciones y detuvo su intento.

Dicen los entendidos que en esto del fútbol hay que jugar a pocos toques. A dos si es posible. Uno para controlar y otro para pasar. O para disparar. Pero pocos futbolistas son capaces de llevar esto a la práctica. Y muchos menos pueden controlar, pasar y poner en ventaja a un compañero con un solo toque. Hay que tener una velocidad gestual, y especialmente mental, muy grande. Ayer Soro completó ocho toques en los 35 minutos que estuvo sobre el verde. Con uno de ellos prácticamente provocó un penalti que al Real Zaragoza le vino de perlas. A la espera de que en enero se refuerce la delantera, la hora de la segunda línea ha llegado y Soro ha acudido puntual a la cita.

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