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¿Quién es Javi Puado?

Hijo de un exdelantero de Osasuna que debutó en Primera frente al Zaragoza de Víctor Fernández, se le ha considerado en el último lustro una de las joyas de la cantera del Espanyol junto a Melendo, Marc Roca o Pol Lozano.

Javi Puado, acompañado del jefe de los servicios médicos del Real Zaragoza, Ireneo de los Mártires Almingol, tras practicarse las prueba médicas.
Javi Puado, acompañado del jefe de los servicios médicos del Real Zaragoza, Ireneo de los Mártires Almingol, tras practicarse las prueba médicas propias de su fichaje.
Guillermo Mestre

El fútbol es una madeja de hilos que nunca se sabe cuáles, cuándo y dónde se acabarán cruzando, y la historia de la familia Puado lo encarna con fidelidad. A Javi padre, un madrileño de Alcalá de Henares, el fútbol le reservó el tramo más largo de su trayectoria en categorías modestas, en el Salamanca y clubes catalanes como Sant Andreu, Hospitalet, Santboià, Vilassar, Vilanova i el Poble Sec..., pero también hubo un día prometedor en el que se le abrió la puerta de la Primera División. Llevaba varios años creciendo en Pamplona, en Tajonar, y Osasuna lo llamó al primer equipo cuando tocaba visitar La Romareda. Ahí, contra el Real Zaragoza, como titular, el delantero Javier Puado Carrascosa, con 21 años, jugó sus primeros minutos en su breve paso por la máxima categoría (solo participaría en otro partido más). Era el 20 de octubre de 1991 y el Zaragoza le ganó 2-0 a Osasuna. Lo comandaba Víctor Fernández. Hoy, ese mismo entrenador acoge con los brazos abiertos a Javi hijo. También con 21 años, el delantero cedido por el Espanyol se enfrenta al reto de reivindicar un papel protagonista en el fútbol profesional.

Nacido en Barcelona (25 de mayo de 1998), sus primeras patadas serias a la pelota las pegó en la Escuela de Fútbol Club Barcelona, en La Masía. Su padre le llevó a una prueba y no hubo dudas: Javi Puado accedió a la factoría azulgrana en etapa alevín. Formó, hasta infantiles, camada con otros dos futbolistas de talento especial. Uno era el centrocampista Carles Aleñá, el otro Dani Olmo, recién investido ahora internacional absoluto con la selección española. Les entrenaba Denis Silva, técnico la pasada campaña del Juvenil A azulgrana y ‘Talent Manager’ en La Masía. “Ellos eran los tres mediáticos, por decirlo de algún modo. Junto con Dani Morer, ahora lateral derecho en el Barça B, eran los mejores jugadores”, comenta. “Javi es un chico habilidoso, con muy buena conducción, remate y velocidad. Puede jugar de extremo o como delantero. Tenía mucho potencial, creo que la lesión que sufrió tras pasar por juveniles le ha condicionado en los últimos años. Pero es muy buen futbolista. Siempre ha hecho goles", indica Silva.

En edad cadete, Javi Puado dejó el Barcelona y se marchó al Cornellá. “Habíamos fichado a dos coreanos con proyección y eso le empujó a salir. También a Dani Olmo, que se fue a Croacia. Luego, no tardó en llegar al Espanyol. Es un chico estupendo, de una familia muy futbolera. Le puede venir muy bien el paso a Segunda con el Zaragoza. Un delantero necesita números, marcar goles, y ahí puede tenerlos. Es joven, y conociendo cómo es, sumará seguro”, analiza. Considerando la pizarra de Víctor Fernández, Denis Silva trata de encontrarle un encaje. “En un 4-4-2 en rombo puede ser buen complemento de un delantero centro. Con un 4-2-3-1 también lo veo más por dentro que partiendo de banda”, señala.

Después de un breve paso por el Cornellá, a Javi Puado lo reclutó el Espanyol en juveniles, reuniéndolo con una de las generaciones más brillantes de su cantera en los últimos tiempos: Marc Gual, Melendo, Joan Jordán, Pedrosa, Marc Roca, Pipa… Dominaron allá por donde pasaron. Uno de los ojeadores atentos a ese equipo fue Néstor Pérez, exdirector deportivo del Ejea y entrenador de larga trayectoria en el fútbol aragonés. Entonces, elaboraba informes para una agencia de representación: “Se veía en él ese perfil de jugador llamado a marcar diferencias en Primera. De lo que recuerdo de él, creo que va a caer de pie en Zaragoza si está fino. Es un delantero que puede partir de banda, viniendo por dentro para dar continuidad. También tiene buen último pase. Como segundo punta, tenía una aparición increíble entre líneas. Con dos arriba, también puede jugar”, desgrana Néstor Pérez. Aun con todo, como apunta, todo futbolista necesita una buena interpretación y encaje en un ecosistema. “Como la mayoría de estos chicos, necesita un contexto que le favorezca. Si es así, se saldrá. O eso espero”, asegura.

En su primer año juvenil, Javi Puado y el Espanyol se impusieron en Liga Nacional. Un año después, en División de Honor, en el curso 2015-2016, sobresalió por encima de la categoría, siendo uno de los mejores jugadores de aquel arrollador Espanyol que entrenaba David Gallego y que ganó el título en un grupo donde figuraban Real Zaragoza, Ebro y Stadium Casablanca. En esa etapa juvenil, Puado promedió 10 goles por curso. Fue cuando comenzó a despertar el interés del Real Madrid, con los mandos de su cantera en la manos de Víctor Fernández. En Valdebebas, su nombre estaba ya subrayado en rojo.

En la campaña 2016-2017, Javi Puado saltó al filial perico, pero en uno de los primeros partidos de liga, en Segunda B, contra el Valencia-Mestalla, se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda. Estuvo ocho meses lesionado. Volvió en mayo, con su equipo sentenciado al descenso. Aún le daría tiempo a marcar un gol en su único partido. De nuevo bajo, el manto de David Gallego, meses después, el mejor fútbol de Puado brilló. Lideró el regreso a Segunda B del Espanyol B como campeones de Tercera, con 12 goles en 34 partidos. Al terminar la temporada, estuvo a punto de firmar por el Real Madrid-Castilla, a final de agosto de 2017. Sin embargo, el dueño del Espanyol, el empresario chino Chen Yansheng, se encargó personalmente de paralizar la operación, consciente de su proyección. Él, Melendo y Pol Lozano eran asuntos de estado en Espanyol.

Javi Puado subió al primer equipo, donde Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’, en la fantástica temporada de la vuelta a Europa, le dio oportunidades en 23 partidos. Fue un buen año para madurar. Pero, esta temporada, el mal paso del equipo en liga le ha beneficiado poco a la hora de tener confianza. En septiembre, aun con todo, debutó con la selección española sub 21. Ahora, el Real Zaragoza lo reclama, y Javi Puado se adentra en una oportunidad para que su nombre eche raíces  y coja lustre en el fútbol de élite. 

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