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El fichaje extra por la vía Dwamena ya está solicitado a La Liga

El Real Zaragoza, con la firma de autorización del delantero ghanés para remitir a la LFP sus informes médicos, espera ya en cualquier momento el permiso para contratar otro punta.

Raphael Dwamena, el pasado 20 de octubre, en el palco de La Romareda en el partido ante el Mirandés, su última presencia en Zaragoza.
Raphael Dwamena, el pasado 20 de octubre, en el palco de La Romareda en el partido ante el Mirandés, su última presencia en Zaragoza.
José Vidal

El Real Zaragoza ya ha solicitado formalmente a la Liga la autorización para poder llevar a cabo un fichaje, con carácter extraordinario, en el puesto de Raphael Dwamena, delantero al que los médicos pararon en seco en la práctica del fútbol el pasado 9 de octubre tras detectarle un serio problema cardiaco. El procedimiento legal está en curso con todas las consecuencias y, a partir de ahora, en cualquier momento, la entidad aragonesa recibirá una contestación de la LFP que, tras la documentación adjuntada en el trámite oficial, se espera que sea positiva para los intereses zaragocistas.

Esta es la desembocadura lógica a tan delicado asunto, tras cuatro semanas de paciente y respetuosa espera por parte del club, pues el punta ghanés ha estado recabando durante este tiempo diversos informes cardiológicos –en Barcelona, Zurich (Suiza) e, incluso, su país, Ghana–, por los que pudiera encontrar algún recoveco de índole facultativa que le permita, en un futuro, proseguir en el mundo del fútbol si su dolencia no es definitiva en lo referente a su inhabilitación. El Real Zaragoza ha actuado, entretanto, sin prisa pero, a la vez, sin pausa en la búsqueda de un recambio útil que ocupe el puesto crucial que ha dejado vacante Dwamena por este atípico motivo cuando solo había transcurrido mes y medio de liga.

El club zaragozano no puede estar demasiado tiempo mermado en su componente humano para acometer la dura liga de Segunda División con aspiraciones de pelear por el ascenso a Primera. Y, es necesario recordar, Dwamena era su fichaje estrella del verano, un delantero singular, potente, de casi 1,90 de estatura, fuerte físicamente y básico en un tipo de juego tácticamente: el fútbol largo, de espacios, de velocidad en los últimos 30 metros. Un jugador por el que el club hizo un esfuerzo económico nunca abordado en los años anteriores en una sola pieza: alrededor de 800.000 euros de ficha anual. Es decir, quien falta, quien ya no va a estar más a las órdenes de Víctor Fernández, es un futbolista de primer rango en el proyecto.

Para que el Real Zaragoza haya podido solicitar a la LFP de manera firme el permiso que este organismo ha de otorgar al club para poder contratar a otro jugador fuera de las ventanas ordinarias del mercado –la estival se cerró el 2 de septiembre y la de invierno no se abrirá hasta el 2 de enero–, Dwamena ha firmado su consentimiento para que puedan ser utilizados los informes médicos pertinentes sobre su patología que sustenten el ruego del Real Zaragoza para buscar un relevo a su ficha y a su dorsal 11 en la plantilla.

La Liga ya los tiene en su poder y, en las próximas horas, será su comisión médica la que los termine de evaluar y quien tomará la determinación última para contestar al club aragonés si puede acometer esa contratación extraordinaria. La condición sine quanon para que un nuevo fichaje sea viable, según la normativa que rige en el fútbol español, es que se justifique fehacientemente que el daño que sufre el futbolista a relevar necesita de más de cinco meses de baja médica o convalecencia. En el caso de Dwamena, la baja es sine díe, indefinida.

En cuanto esa respuesta llegue a la sede de La Romareda vía burofax, el Zaragoza dispondrá de 15 días hábiles para presentar la ficha del hombre elegido por esta vía de refuerzo, que tendrá que ser, bien procedente del mercado del paro (que no tenga equipo actualmente), o bien que milite en un equipo de la competición española. Es decir, en este caso excepcional de fichajes fuera de los dos escaparates generales para todos los clubes –verano e invierno–, se pierde la opción de contratar jugadores de otras ligas del mundo. Todo queda mucho más restringido.

El Real Zaragoza está, por lo tanto, en permanente estado de alerta para cuando llegue el remitido de la LFP sobre su petición de fichaje extra y nazca, en ese mismo instante, una nueva obligación. En ese momento, el reloj se pondrá en marcha hacia atrás durante 15 días, espacio en el que el área deportiva tendrá que consumar la nueva contratación. Si, por cualquier causa, no se ejecutara el fichaje en ese marco temporal, el Real Zaragoza perdería el derecho a reforzarse por esta vía fuera de lo normal y para la que dispondrá de alrededor de 240.000 euros.

Los tratos por Darío Poveda

Mientras los ejecutivos y dirigentes zaragocistas han ido trabajando el asunto Dwamena hasta concluir en la solicitud en firme a La Liga de su sustitución con otro jugador ya mismo, el área deportiva busca la posibilidad de fichar otro jugador de manera paralela, pues el Real Zaragoza tiene un remanente de 200.000 euros de su techo salarial inscribible (que es de 6,4 millones) que no gastó en verano. Y, si no quiere ver cómo se disuelve esa cantidad sin sacarle el provecho adecuado, está obligado a gastarla antes de llevar a cabo el fichaje extra que venga por Dwamena en concepto de urgencia. Así son las normas establecidas por los clubes en la LFP.

Para ello, siguen en marcha las conversaciones con el Atlético de Madrid para contratar a Darío Poveda (22 años), ariete de 1,87 del filial rojiblanco con quien los tratos avanzaron con rapidez durante el pasado fin de semana pero se vieron frenados en las últimas 48 horas por el club madrileño por motivos principalmente de matiz deportivo, con aderezos económicos. Los próximos días, LFP mediante, se presentan vertiginosos.

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