Alberto Soro ejerció de portavoz del vestuario zaragocista este miércoles, con las heridas abiertas por el 4-0 recibido en Gijón tres días antes y con la mirada puesta ya en el importante partido ante la UD Las Palmas de cuatro fechas más adelante. El cincovillés, en todo momento, intentó limar las aristas que la crisis de resultados y juego está generando en el zaragocismo en el último mes. 

"Sabemos que llevamos tres partidos sin ganar, pero somos los mismos que hace un mes. Y entonces no habíamos perdido ningún partido prácticamente. Estamos aún en octubre y esto es muy largo", razonó Soro buscando una salida positiva al problema evidente que vive el equipo.

El discurso del joven canterano estuvo muy alejado de los enigmas que, en caliente, dejaron el mismo domingo por la tarde los capitanes y veteranos Javi Ros y Cristian Álvarez. Soro lo ve todo mucho menos trascendente.

"Estamos bien. Nos ha faltado una pizca de suerte en momentos puntuales en los últimos partidos. Pero vamos a conseguir darle la vuelta, lo haremos con trabajo y jugando el balón como sabemos. En Segunda hay rachas buenas y malas y todo pasa. Ni en las buenas puedes estar seguro, ni en las malas hundirte", señaló con naturalidad.

A Soro, fichado por el Real Madrid el pasado verano y, posteriormente, cedido al Real Zaragoza, esta segunda temporada en el primer equipo le está resultando más complicada de digerir. Aquella frescura de su aparición en el profesionalismo de hace 12 meses, aquella sensación agradable de sorpresa general por su desparpajo y calidad, está fluyendo con muchas más dificultades en los primeros meses de este curso. De hecho, ha sido más veces suplente que titular y su rol con Víctor Fernández parece haber disminuido en peso específico. De esto también hizo una valoración:

"El mundo del fútbol es así. Yo estoy tranquilo, porque sé lo que quiero y sé lo que tengo que hacer, que es trabajar día a día", dijo escuetamente el '9' de la plantilla de este año, cuya última misión está siendo relevar en la delantera a Dwamena, formando pareja con Luis Suárez, una vez que Pombo cayó lesionado en un ojo en Fuenlabrada hace 15 días. .