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El Real Zaragoza, obligado por la normativa a fichar ya, antes de enero

De no seguir la pauta que deriva del reglamento de la Liga de Fútbol Profesional podría perder 240.000 € de opción de gasto.

Luis Carlos Cuartero, director general del Real Zaragoza, junto con Lalo Arantegui, director deportivo.
Luis Carlos Cuartero, director general del Real Zaragoza, junto con Lalo Arantegui, director deportivo.
Raquel Labodía

Paradójico. Singular. Curioso. Sorprendente. Más allá de los razonamientos puramente deportivos, al margen de las necesidades futbolísticas del entrenador, Víctor Fernández, y de las iniciativas de la dirección deportiva en lo referente a los retoques del equipo, el Real Zaragoza se está viendo obligado a fichar ya, antes del mercado invernal (que se abrirá el 1 de enero), si no quiere tener el riesgo de perder por el camino hasta 240.000 euros de opción de gasto.

Una cifra esta, de elevado rango para sus arcas, que podría desvanecerse y desaparecer inútilmente si no se hacen las cosas de determinada manera. Es la cantidad que le corresponderá como derivada de la aplicación de la normativa vigente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) en el apartado de fichajes extraordinarios cuando tienen lugar lesiones o enfermedades de larga duración durante la temporada.

Es el caso de Raphael Dwamena, aunque todavía sea necesario esperar a que exista un documento certificado por un médico que sustente su baja superior a cinco meses (lo que manda la norma). Solo entonces el Real Zaragoza podrá solicitar un fichaje extra. Esto, según se desarrollan los acontecimientos, parece cercano en el tiempo. Y, cuando eso ocurra, la LFP dará 20 días hábiles al club para acometer una contratación, restringida al mercado de jugadores en paro o que ya militen en la liga española, operación que se detraerá del presupuesto del año próximo (2020-21), no del actual.

Estos antecedentes, necesarios de recordar a modo de preámbulo, están al alcance de la mayoría. Pero no sucede lo mismo con la peculiar normativa a aplicar a partir de ahí en las cotas de gasto del Real Zaragoza y, sobre todo, en los tiempos y métodos para invertir el dinero en uno o más refuerzos a partir de ahora.

Dos cajas de caudales distintas

Ahora mismo, el dinero que avista el Real Zaragoza está en dos cajas de caudales diferentes. Una, la propia, en la hucha que se guardó en septiembre, al cierre del mercado estival, donde Lalo Arantegui, el director deportivo, dejó depositada una cantidad algo superior a los 400.000 € pensando en la apertura del escaparate de invierno, durante el próximo enero. De esa cantidad ya solo quedan alrededor de 200.000, pues de ahí han salido, obviamente, las partidas utilizadas en las novaciones de los contratos de Pombo, Delmás y Guti.

Por otra parte, el club zaragocista está pendiente de activar una segunda caja, la que vendrá recargada con dinero procedente de la baja de Dwamena, cuando se consume en firme. Y esta cantidad es la ya referida de 240.000 €.

¿Cómo se llega a ese tope dinerario? El punto de partida es el salario que ha tenido Dwamena en Zaragoza: 800.000 € de ficha. El siguiente paso es ver cuánto le quedaba por cobrar al delantero de aquí a junio en la SAD zaragozana: unos 500.000 €. De esta cantidad hay que extraer su 80 por ciento para llegar a una primera estimación de gasto posible: 400.000 €, en números redondos.

Pero el Real Zaragoza se ve menoscabado por su escaso techo salarial, consecuencia de la herencia nociva del agapitismo que heredó la actual propiedad en 2014. Porque aún queda un paso más que está en el reglamento finaciero interno de La Liga: un fichaje extraordinario nunca superará el 4 por ciento del límite salarial inscribible para el primer equipo de una SAD. Y el del Zaragoza es de 6,4 millones (de los 7,4 que tiene de gasto global admitido). O sea, este parámetro deja en solo 240.000 euros el máximo a gastar en una contratación fuera de periodo de fichajes. Para haber podido usar los 400.000 que derivan de la ficha real de Dwamena, el club debería haber tenido un tope salarial de más de 10 millones.

El juego de tiempos y dineros

Y, con esas dos cajas abiertas y a la vista, una con 200.000 euros y la otra, en breves días, con otros 240.000, el Real Zaragoza ve que tiene a mano 440.000 € para fichar... pero no a su libre albedrío.

Por un lado, si decide apostar todo el dinero en un solo jugador (un delantero o el medio que pidió en su día Víctor), el club puede juntar las dos partidas y gastar ya los 440.000 € en él antes de enero. 

El asunto se complica si, como es intención, se pretende traer dos jugadores: el punta y el centrocampista. La LFP, en su normativa, hace prevalecer el gasto propio antes que el extraordinario. Es decir, para poder gastar los 240.000 € del caso Dwamena, de cariz y origen extraodinario, el Real Zaragoza tendrá que agotar antes, cronológicamente, su remanente propio de 200.000, con un jugador que no cobre más de esa cantidad y que venga del mercado del paro (al ser antes del 1 de enero, no queda otra solución). Y, cuando solicite el fichaje extra, si no invierte en 20 días los 240.000, estos se perderán en el limbo, sin usar ni repercutir en ningún sitio.

De este modo, el club está obligado a fichar ya, antes del 1 de enero, todo lo que pueda. Y, así, quedaría sin dinero para el mercado invernal.

Si, en primer lugar, fichase al sustituto de Dwamena por el conducto especial, su gasto repercutiría directamente en los 200.000 que tiene en sus ahorros, los restaría total o parcialmente (si el salario del nuevo fuese inferior a esa cantidad). Así que eso no interesa si se va a por dos piezas. Y si se trae a un solo jugador por el concepto extraordinario que, por ejemplo, cobre 380.000 €, los 100.000 de diferencia con el tope también se evaporan.

LAS CLAVES PARA FICHAR
  1. ​El Real Zaragoza guardó algo más de 400.000 € en septiembre para invertir en el mercado de enero.
  2. La cifra bajó a 200.000 al detraer de ahí el dinero para las renovaciones de Pombo, Delmás y Guti.
  3. Para el fichaje extraordinario que venga por Dwamena el club contará con un máximo de 240.000 €.
  4. A esa cifra se llega desde el salario anual de Dwamena: 800.000 €, de los que le faltaban por cobrar unos 500.000. A esta cifra hay que aplicarle por norma, el 80%: salen 400.000 €.
  5. Pero el Real Zaragoza no puede consolidar ese gasto porque su techo salarial es bajo. Y es que otra norma dicta que un fichaje extra no puede suponer más del 4% del límite salarial inscribible del primer equipo, que es de 6,4 millones (de 7,4 global). Así salen los 240.000 definitivos.
  6. El club podrá juntar su remanente (200.000) y el dinero extra (240.000) si decide fichar, antes de enero, un solo jugador. Así, podrá invertir 440.000 en su contratación.
  7. Si decide fichar dos jugadores, primero está obligado a gastar el dinero propio. Tendría que contratar del paro un jugador que no ganase más de 200.000 €. Y, a continuación, ejecutar el segundo fichaje por la vía Dwamena, bien del paro, bien de las ligas españolas, con un salario máximo de 240.000.
  8. Si el primer fichaje, cronológicamente, es el sustituto de Dwamena, su gasto repercute y resta los 200.000 € propios.
  9. Por esta razón, es obligado fichar todo antes de enero. No se podrán gastar estos 440.000 € ya dentro del mercado invernal.
  10. si se trae un solo jugador por la vía Dwamena que cobre entre 200.000 y 440.000 €, todo lo que no llegue a la segunda cifra se pierde por el camino.
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