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Pombo toma la delantera

Tras la baja de Dwamena, el futbolista aragonés recobra un papel protagonista en el ataque del Real Zaragoza.

Jorge Pombo, en la Ciudad Deportiva, antes de viajar a Soria ayer por la tarde.
Jorge Pombo, en la Ciudad Deportiva, antes de viajar a Soria ayer por la tarde.
FRANCISCO JIMENEZ

Poco a poco, Jorge Pombo ha ido normalizando su situación dentro de la plantilla después del convulso episodio de su renovación. Es un chico feliz, implicado, comprometido… Sabedor, desde hace unas semanas, que partía con desventaja después de un verano atípico, pero consciente de que debía recuperar terreno y subir su cotización en la bolsa de valores de Víctor Fernández.

En el último mes, ha ido sumando minutos con mayor o menos peso, y ahora la baja médica de Dwamena le devuelve un papel de relevancia. Ahora, queda por ver hacia dónde evoluciona Pombo. Si vuelve a tener la importancia que contó hace dos temporadas en los planes del equipo, o si, en cambio, cae en la versión del pasado curso, individualista, alejada de la toma correcta de decisiones… Un desquiciamiento que, envuelto además con los problemas de su renovación, acabó desnaturalizando su fútbol y anulándolo.

Aquella página se ha pasado, y Pombo, esta tarde en Soria, volverá a tener protagonismo. No lo hará como mediapunta central, una posición que nunca terminó de interpretar, asunto que contribuyó también a su crisis de juego. Víctor Fernández cuenta con él como delantero. Víctor necesita a Pombo tanto como Pombo a Víctor.

Es un futbolista necesitado de un entrenador que sepa encontrarle su sitio en el campo, afilar sus virtudes y pulir sus defectos, mientras el jugador, el atacante aragonés, domestica sus impulsos en el juego y asume que el fútbol no empieza ni acaba en él.

Si todo esto se encauza, Jorge Pombo será una pieza de alto valor en el ecosistema táctico del Real Zaragoza, como lo fue, de forma demostrada y exhibida durante medio año final a las órdenes de Natxo González, el técnico que mejor lo conoció y lo amaestró, con palo y zanahoria, hasta convertirlo en el mejor socio posible de Borja Iglesias. Ese curso, el canterano del Real Zaragoza sumó cinco goles y cuatro asistencias.

Desde su renovación, Víctor Fernández ha tenido presente devolver al jugador a los orígenes del Pombo más decisivo y útil para el interés general del equipo. Pombo siempre fue un centrocampista ofensivo a quien su desarrollo físico y técnico le condujo a posiciones finales, a la delantera. Su explosividad, su arrancada, su conducción…

Su mejor versión siempre se ha descubierto o trazando diagonales desde la izquierda o jugado como delantero acompañante: finalizando las jugadas más que creándolas. Por eso, le devoró la mediapunta el año pasado. El nuevo Zaragoza de Víctor, con un rombo y una doble punta abre a Pombo un espacio como alternativa arriba a Dwamena.

Con Linares lejos de los gustos de Víctor, es ahora Pombo quien aparece como el tercer delantero de la plantilla. Su función será complementarse con Luis Suárez como hizo con Borja Iglesias. Pombo es un jugador de pelota al pie, acostumbrado a moverse a buscarla, quizá demasiado. Mientras, Luis Suárez es rotundo a los espacios, un trazo del juego que tenía también Borja Iglesias.

Sea como sea, el Zaragoza, desde hoy contra el Numancia, será distinto arriba. Lo describió esta semana Víctor Fernández: «Los otros dos delanteros que tenemos son diferentes a Dwamena. Pombo la quiere siempre al pie y parte de posiciones diferentes. Y Linares vive en espacios más cercanos a la portería y es un rematador, sin tener la velocidad de Dwamena o de Pombo. El que juegue de los dos nos va a cambiar la forma de atacar, está claro», señaló el entrenador del Real Zaragoza.

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