A volver a la victoria

Va en el nombre, en las obligaciones históricas y en la enunciación preliminar de los objetivos del equipo. Apenas es octubre, y al Zaragoza ya le zarandean las primeras, por muy tímidas que estas sean, emergencias de la temporada. Han bastado cuatro jornadas sin vencer, pero, esencialmente, un frenazo en el juego y en el hallazgo de soluciones para reactivarlo, para que el Real Zaragoza pise el primer bache apreciable del curso. Tres empates que ya advirtieron que el equipo había perdido ideas, fluidez, frescura y solidez, dieron paso al primer revés serio de la campaña, la derrota contra el Cádiz.

Por eso, el partido contra el Numancia de esta tarde en Soria, con casi dos mil zaragocistas tomando la ciudad castellana y la grada de Los Pajaritos, contiene un valor incuestionable a la hora de evitar que la grieta abierta en el último mes se agrande. Es una reválida. Es un día para que el Real Zaragoza recobre todos los puntos fuertes que, por otra parte, ya ha exhibido. Puntos fuertes en su fútbol, como la consistencia defensiva, la claridad y profundidad de su ataque, el orden en la distribución posicional de sus piezas… En definitiva, no perder el hilo de identidad de las primeras jornadas.

La cita de Soria llega con el aturdimiento general provocado por las noticias sobre la salud de Raphael Dwamena, indefinidamente fuera del equipo. El impacto emocional que haya podido causar al grupo será otro de los puntos de detalle del duelo contra el Numancia. Pero también deben calibrarse las consecuencias tácticas que desencadena la baja del ghanés.

Hasta ahora, Dwamena había sido siempre titular, como referencia al espacio del juego del Real Zaragoza por sus condiciones atléticas. El equipo se ha ido amasando en ese sentido, con Luis Suárez en la segunda parcela de la delantera, por lo que Víctor Fernández deberá darle giros a la pizarra para encontrar nuevas soluciones.

Jorge Pombo, hasta ahora, era el tercer punta del equipo y hacia él se vuelven ahora las mirada. Es un atacante de juego al pie, muy distinto a sus compañeros, pero ya demostró hace dos temporada que podía cuajar en un dúo de delanteros, cuando tan bien le hizo sintonizar Natxo González con Borja Iglesias. Ahora, Pombo deberá encontrar esa complementariedad con Luis Suárez: por condiciones y características de uno y otro, debería ser así.

Por lo demás, Víctor Fernández ha centrado su discurso de los últimos días en los problemas físicos de la plantilla y la incertidumbre sobre algunos futbolistas con molestias y contratiempos. Kagawa, James, Delmás, Luis Suárez, Guti… En principio, más allá del regreso de Delmás al lateral derecho y la entrada de Pombo arriba no se esperan mayores cambios. Si los hay, será con sistema renovado, posiblemente. A Soria, el técnico se lleva a los 20 disponibles. Son baja los lesionados Zapater y Vigaray (además de Dwamena), más Bikoro, de compromisos internacionales con su selección.

Por su parte, el Numancia recibe al Zaragoza en una buena dinámica que le ha elevado en la clasificación. Suma ocho jornadas sin perder, para un conjunto fuerte en defensa y bien blindado en su estadio. Luis Carrión tiene la baja por sanción de Curro y de los lesionados Héctor Hernández y Admonio.

Desde un 4-2-3-1 suele encarar sus partidos el Numancia, un conjunto con muchos de los rasgos de la Segunda División: notable organización defensiva (solo ha recibido dos goles en Los Pajaritos y ha dejado en cinco jornadas su portería a cero), peligro en la estrategia, éxito en los duelos individuales... No destaca ningún nombre por encima de los demás, si acaso el oficio y disciplina de Escassi o el buen pie de Gus Ledes, pero, conforme han avanzado las semanas, Luis Carrión ha ido configurando un bloque firme y contundente. ElReal Zaragoza tiene así un nuevo laberinto al que descifrarle las puertas de salida.