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Ortuño, un ex zaragocista en el Oviedo, pichichi inútil con 5 goles de valor casi nulo

El ariete del equipo ovetense, un trotamundos a sus 27 años, ha marcado 5 de los 7 tantos de los asturianos, justo los 5 últimos, y ninguno sirvió para lograr un triunfo que se resiste a los rivales zaragocistas del domingo.

Alfredo Ortuño celebra un gol con el Real Zaragoza en La Romareda, en la media temporada que jugó con el equipo aragonés: la primera vuelta de la liga 2015-16. Era noviembre, contra la Ponferradina.
Alfredo Ortuño celebra un gol con el Real Zaragoza en La Romareda, en la media temporada que jugó con el equipo aragonés: la primera vuelta de la liga 2015-16. Era noviembre, contra la Ponferradina.
Aránzazu Navarro

El principal peligro del Real Zaragoza este domingo en el Carlos Tartiere de Oviedo tiene pasado zaragocista: el delantero centro Alfredo Ortuño. El ariete murciano, de 27 años, convertido en un trotamundos con el engorde de su trayectoria de puerto a puerto según pasan las ligas y las temporadas, es el pichichi de la Segunda División española tras las primeras 7 jornadas, con 5 goles (igualado con el almeriense Sekou y el gerundense Stuani). 

Eso sí, un pichichi inútil para su equipo, pues los 5 goles de Ortuño no han servido, ninguno, para que su equipo logre un triunfo. El Oviedo no conoce la victoria a pesar de tener en sus filas a uno de los puntas con el olfato más vivo en estos albores del torneo. De hecho, Ortuño ha firmado los últimos 5 tantos ovetenses, todos los que porta en su balance el cuadro azul excepto 2 más, los del primer día en La Coruña (esos los marcaron Obeng y un defensor del Deportivo, Somma, en propia puerta).

Pero nunca un repóquer de goles dio menos réditos a un equipo como al actual Oviedo. Ha de sentir bastante resquemor el ex zaragocista Ortuño por ello. Marca todos los días, pero no sirve de casi nada

El primero lo hizo en la jornada 2ª, en el Tartiere, el 1-0 ante el Lugo nada más empezar el duelo. Pero los lucenses empataron pasado el minuto 90 por medio de Cristian Herrera y aguaron la fiesta asturiana. 

El segundo lo anotó Ortuño en el campo del Fuenlabrada en la jornada 3ª. Significó, momentáneamente y al borde del descanso, el 1-1, pues los madrieños se habían adelantado en el Fernando Torres. Pero en la recta final del partido, el portugués Andersson hizo el 2-1 para los fuenlabreños y el Oviedo volvió a capotar de mala manera.

El tercero llegó en la jornada 4ª, en el campo de Anduva de Miranda de Ebro. Ortuño volvió a adelantar al Oviedo con el 0-1 en el minuto 10. Fue otro espejismo, pues los burgaleses le dieron la vuelta al marcador y ganaron finalmente 2-1 con goles de Merquelanz y Barco, este último a falta de solo 6 minutos para el final. 

El cuarto tanto lo firmó Ortuño en la jornada 6ª (se quedó sin ver puerta en la 5ª, en la que los ovetenses perdieron 0-2 en el Tartiere ante el Elche). Ahí, entre semana, su gol como local sirvió para aliviar a última hora la derrota -otra- que se cernía sobre el estadio asturiano ante el Extremadura, que ganaba 0-1 con gol de Márquez. La diana de Ortuño llegó en el minuto 85 y supuso uno de los dos únicos puntos que llevan los carbayones. 

Y el quinto gol del ariete murciano tuvo lugar el pasado domingo por la mañana en El Toralín de Ponferrada. Se repitió la historia, fatal para el Oviedo: era el 0-1 al poco de iniciarse la segunda mitad. Pero los azules no supieron guardar la ventaja y la perdieron por completo, volteando la Ponferradina el resultado hasta el 2-1 final con tantos de Yuri y Pablo Valcarce. 

Esta es la breve historia de Ortuño como delantero referencial del Oviedo, a donde ha llegado este pasado verano tras jugar el año pasado en el Extremadura en la segunda vuelta, en el Albacete en la primera; y, en ligas anteriores, en el Cádiz, el Mallorca, el Real Salt Lake City (Estados Unidos), Las Palmas, Granada, Girona, La Hoya-Lorca, Levante B, Getafe B... y un corto espacio de tiempo en el Real Zaragoza

En cualquier caso, la lectura que se obtiene de esta última racha del delantero ahora ovetense es que ahí, el Real Zaragoza, tiene una enorme amenaza para su defensa. Ortuño, a buenas o a malas, bien o mal rodeado, tiene olfato de gol y suele obtener buenos números las más de las veces allá donde va. Por lo tanto, pese al errático inicio de curso del Oviedo, hará bien Víctor Fernández en dedicarle una atención especial al goleador de este equipo catatónico. Al menos él sí que está funcionando en su misión táctica. Aunque los demás no le secunden. 

Ortuño, en sus 6 meses en Zaragoza, anotó 7 dianas en los 20 partidos que jugó. Vino cedido por Las Palmas para ser compañero y competencia de Ángel Rodríguez, bajo la batuta de Ranko Popovic en el año posterior al casi ascenso precisamente en el estadio insular de Gran Canaria. Empezó torpe, pero acabó sobrepasando a Ángel en números y minutos. 

Hizo diana ante el Alavés (venció 1-0 el Zaragoza); en Albacete (ganó el Zaragoza 1-3); frente al Tenerife (2-0 a favor de los aragoneses); al Elche (también ganó el Zaragoza 2-0 en La Romareda); a la Ponferradina (otro 2-0 gemelo en casa); al Numancia (2-2 en el estadio zaragozano); y, por fin, su último gol blanquillo, fue ante el Huesca, también en La Romareda, en aquel espectacular 3-3 de Año Nuevo.

Ortuño no era feliz en el Real Zaragoza pese a su buen ritmo anotador. No le gustaban las críticas que recibía. No se sentía cómodo junto a Ángel Rodríguez, su pareja, su competencia. Y las destituciones de Ranko Popovic y Ángel Martín González antes de la Navidad (tras perder en Tarragona a finales de diciembre) descolocaron al ariete hasta tal punto que pidió a su equipo, Las Palmas, que lo sacara de Zaragoza. Así fue. Se rompió el contrato de cesión y acabó marchándose en pocos días al Mallorca. 

En otros equipos, Ortuño ya sabe lo que es marcar un gol, el de la maldición de los ex, al Real Zaragoza. Fue hace dos años en el Carranza con la amarilla del Cádiz. Aviso para navegantes. 

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