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Luis Suárez, en cuarentena muscular

El delantero del Real Zaragoza, en el último intento de gol en el minuto 94, sintió una mala sensación en una pierna y debió ser ayudado por Dwamena y Chocarro (preparador físico) para salir del campo a la ducha.

Luis Suárez, en el momento de abandonar el campo tras el 0-0 ante el Lugo, apoyado en Dwamena y Chocarro, que fueron al área desde el banquillo para ayudar al colombiano, cojo y muy dolorido en una pierna.
Luis Suárez, en el momento de abandonar el campo tras el 0-0 ante el Lugo, apoyado en Dwamena y Chocarro, que fueron al área desde el banquillo para ayudar al colombiano, cojo y muy dolorido en una pierna.
Toni Galán

Luis Suárez abandonó el césped de La Romareda este pasado sábado con un evidente déficit físico, cojo, sin poder caminar con normalidad, con rostro preocupado. Tuvo que ser ayudado por su colega Dwamena y por el preparador físico, Javi Chocarro, que acudieron desde el banquillo a auxiliarle cuando el árbitro pitó el final y el colombiano se quedó clavado en el terreno de juego. 

El delantero colombiano es uno de esos jugadores, cuatro, que vienen arrastrando fatiga muscular en las piernas desde hace un par de semanas. Lo está jugando todo, a tope, y eso, en el fútbol de hoy en día, acaba saliendo a la luz tarde o temprano. Esto no es como antaño. 

Por el momento, el club sitúa a Luis Suárez en un estado de cuarentena muscular. Es decir, en un estado de máxima prevención que necesitará un tratamiento específico a partir del inicio de la semana y antes de llegar al domingo próximo, con la visita al colista Oviedo.

Dicho de otro modo, salvo sorpresa improbable, Luis Suárez no tiene rotura muscular. Lo de su final de partido fue más aparatoso, por la manera de salir del campo, que grave en términos médicos. Aunque, eso sí, su cuerpo está lanzando señales de aviso y pide precaución extrema y sumo cuidado en lo que viene.

La luz roja se le encendió a Suárez justo en la última jugada, cuando Delmás le dio un centro al área pequeña y el sudamericano se estiró como pudo para intentar puntear el balón a gol ante el portero Varo, sin llegar por centímetros al objetivo, por un número de zapato. Ahí, los músculos de los muslos se le pusieron a Luis duros como tablas. 

De la zona de vestuarios, el '26' blanquillo se marchó con la zona afectada vendada, después de atender a la prensa en zona mixta. Los dos días de fiesta le van a venir de maravilla a Suárez, como a otros tantos. Y, a partir del martes, se verá cómo está y de qué modo los fisios lo pueden poner a punto para el Carlos Tartiere. 

El 0-0 ante el Lugo hizo mella por ser el primer partido que el Real Zaragoza no gana en La Romareda, al margen del perjuicio arbitral sufrido del silbato y el talante de Areces Franco, colegiado asturiano. Pero no fue esa la abolladura única. El asunto de las lesiones, una lacra el año pasado que tuvo consecuencias drásticas y que vuelve a rebrotar tras un verano medianamente calmado, también son una derivación dolorosa de este episodio liguero. 

Vigaray (otro de los fatigados previos) e Igbekeme (que, parece ser, ha podido recaer), sí que tienen pinta de estar lesionados en la zona de los isquiotibiales. Por ahora, lo de Suárez se queda solo el puertas. Felizmente. 

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