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Confusión con una posible gastroenteritis en el Fuenlabrada, rival del Zaragoza

Tras 4 horas de crecientes rumores, el club madrileño ha terminado por solicitar la suspensión del partido del miércoles ante el Real Zaragoza por un brote de gastroenteritis. Su entrenador, Baldomero Hermoso 'Mere', fue el primero en descubrir los problemas de varios de sus jugadores.

Baldomero Hermoso 'Mere', entrenador del Fuenlabrada, rival del Real Zaragoza dentro de 24 horas en el estadio del club madrileño.
Baldomero Hermoso 'Mere', entrenador del Fuenlabrada, rival del Real Zaragoza dentro de 24 horas en el estadio del club madrileño.
Fuenlabrada FC Twitter

Desde primera hora de la tarde y hasta las 16.27, los rumores sobre la posible petición de suspensión del partido Fuenlabrada-Real Zaragoza de este miércoles fueron creciendo procedentes de la localidad madrileña. Un brote de gastroenteritis, de origen desconocido, está detrás de esta iniciativa que el entrenador local, Baldomero Hermoso 'Mere' fue el primero en emitir someramente.

En las redes sociales corrió como la pólvora la supuesta petición del club fuenlabreño, que poco a poco fue desvelando, sin llegar nunca a dar datos concretos, cómo afectaba a un número importante de futbolistas azulones y también a parte del cuerpo técnico y auxiliares. 

Todo el mundo se movió con celeridad una vez la hipótesis de que el partido no se acabe jugando empezó a pulular en el boca a boca del siglo XXI: Twitter, Facebook, Instagram y demás soportes similares. Y, por ahora, no hay nada consistente, más allá de la solicitud del Fuenlabrada ante la Liga de Fútbol Profesional y la Federación Española.

En el Real Zaragoza aseguraban pasado el mediodía que "se sigue trabajando el partido y el inminente viaje a Fuenlabrada con normalidad absoluta". O sea, que Víctor Fernández dirigirá en la tarde de este martes (18.00) el último entrenamiento del equipo blanquillo en la Ciudad Deportiva, dará la lista de convocados, atenderá a la prensa y preparará la maleta para acudir a Madrid en la matinal del miércoles, vía AVE. La única novedad al respecto es que la conferencia de prensa se ha retardado dos horas y media: en vez de ser antes del ensayo (estaba prevista a las 17.45), tendrá lugar a las 20.15, a su conclusión. De este modo se pretende ganar tiempo por si, en ese ínterin, hubiese novedades desde Madrid.

En Fuenlabrada la situación les ha desbordado. Su entrenador, Baldomero Hermoso 'Mere', fue el origen de este reguero de mensajes que acabaron trascendiendo en una posible suspensión del partido por motivos médicos en el vestuario fuenlabreño. Él ha sido el que ha aseverado, en rueda de prensa, los problemas estomacales de algunos de sus jugadores en las últimas horas, con vómitos y diarreas. Y también quien habría dejado caer, sotto voce, la posibilidad de tener que pedir el Fuenlabrada el aplazamiento del duelo contra el Real Zaragoza. 

Una cosa es esta postura de Mere y otra que un partido de fútbol profesional acabe suspendido por causa de fuerza mayor de índole sanitaria respecto de un equipo concreto. Para ello, el procedimiento es serio, trascendente y de un tiempo notable de ejecución. No se suspende un partido en dos golpes de teléfono y con un par de comentarios orales. 

Si el Fuenlabrada tiene varios jugadores afectados por un brote gastroenterítico, deberá acudir a un hospital con todos ellos para que sean reconocidos y los médicos emitan, en cada caso particular, un informe que los inhabilite por motivos de salud para jugar al fútbol en las próximas horas (el partido ante el Real Zaragoza ha de jugarse a las 19.00 del miércoles). 

La normativa de la Liga de Fútbol Profesional, además, exige para que se pueda suspender un partido por estas causas que la epidemia o afección repercuta en un número determinado de miembros de una plantilla, mayoritario, masivo dentro del grupo. Asunto a analizar puntualmente. Debe ser algo notorio, palmario. Si los afectados son media docena, o una decena, no garantiza nada al respecto, pues las plantillas tienen una amplitud suficiente como para seguir la competición sin mayor incidencia en la suspensión de partidos puntuales.

Una vez existiera ese abanico de partes médicos individualizados de los jugadores afectados, el Fuenlabrada debería remitirlos a la LFP para que, en una reunión de urgencia de la comisión pertinente, se valorase el caso y se tomara una determinación. 

De momento, a las 18.00 del martes, no hay un pronunciamiento oficial aún de los organismos organizadores de la competición. 

Así está este asunto a media tarde. Eso sí, con la incertidumbre y la confusión puesta en danza por la expansión del problema que denuncia el Fuenlabrada. El paso del día traerá luz al asunto. 

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