Si Pichu Atienza va a jugar como titular en el arranque de la liga el próximo sábado en La Romareda ante el Tenerife, lo hará con solo 4 sesiones de entrenamiento tras su larga pausa de 9 días (se cumplen este lunes) desde que sintió un leve pinchazo en la parte posterior del muslo en el amistoso de Tarragona, jugado el día 3 en el Nou Estadi. El nuevo central del Real Zaragoza, fichaje relevante para el eje de la zaga llegado del Numancia, no reapareció este lunes con el grupo, como podría preverse tras su ausencia continuada durante toda la semana pasada (se perdió la presentación en casa ante el Alavés y el bolo final de Tudela). El andaluz trabajó a solas con los recuperadores en el gimnasio.

Así que, de los 5 entrenamientos que Víctor Fernández dispone para preparar específicamente el debut liguero ante los tinerfeños en la próxima noche sabatina (21.00), Atienza se ha saltado el primero. La precaución, la medida cautela desde el área médica, es probable que tenga calculado este plan. Una rehabilitación progresiva que haga llegar al cordobés a tiempo para estrenarse como blanquillo en La Romareda, como es deseo del cuerpo técnico. Pero, por el momento, solo queda esperar acontecimientos. 

Guitián, sí pero todavía no

Sin embargo, la agradable sorpresa del principio de la semana que sirve de nacedero a la competición oficial fue, en la tarde del lunes, la presencia de Alberto Guitián en el ensayo ordinario del grupo. El central cántabro, con total seguridad, no estará ante el Tenerife. Ni tampoco en la 2ª jornada en el desplazamiento a Ponferrada. El '6' zaragocista necesitará 20 días de puesta a punto fiel y perfecta para poder, en el mejor de los casos, estar en disposición de volver a jugar unos minutos ante el Elche, en la 3ª estación de la liga, el día 30 de presente agosto. 

Lo suyo ha sido un primer paso. Necesario, tras más de un mes fuera de órbita tras haber sido operado de urgencia por una apendicitis el 2 de julio, que le surgió en plenas vacaciones familiares en Palma de Mallorca. Pero simplemente un primer paso y nada más. Con Guitián, Víctor Fernández ya sabe que no podrá echar cuentas hasta el final de mes o inicios de septiembre. No caben prisas en este caso tan singular, ajeno al propio fútbol en su origen de la dolencia.