Ratón, el buen analista del amistoso de Tarragona que trajo los primeros errores

Álvaro Ratón fue el portavoz del vestuario del Real Zaragoza camino de la medianoche del sábado en Tarragona. El portero, que jugó como titular (los 90 minutos) ante el Nástic en este sexto amistoso de pretemporada, saldado con una victoria por 2-3 de los blanquillos ante el rival catalán de Segunda B, fue el encargado de analizar lo acontecido en el Nou Estadi, algo anormal en este amistoso en feudo tarraconense, de más empaque que otros anteriores, donde cada año suelen ser los entrenadores quienes atienden a los medios de comunicación.

Esta vez, el Real Zaragoza prefirió que Víctor Fernández no hiciese declaraciones, en plena efervescencia interna por lo que acontece en las últimas 96 horas, con la marcha de P. Biel a Dinamarca y el probable descarrilamiento de la llegada de Nolaskoain del Athletic de Bilbao, ante la entrada en danza del Deportivo de La Coruña con más dinero en el trato. 

Y Ratón, con su verbo lacónico y certero, ejerció de sincero y perfecto analista de lo ocurrido en el partido con más exigencia de cuantos ha disputado el Real Zaragoza este verano. No se circunscribió a los tópicos, ni echó balones fuera en la oratoria. Fue un discurso breve, pero lleno de sustancia. 

Dicen los viejos del mundillo del fútbol, y tiene mucho de cierto, que el mejor sitio para ver y analizar un partido lo tiene siempre un guardameta. Está ahí abajo, en el césped, atrás del todo de su equipo, viendo los movimientos de los 21 protagonistas restantes, oyendo cosas, sintiendo conversaciones y viendo gestos y rostros. 

Ratón, apenas 10 minutos después de acabar el duelo de Tarragona, corroboró a bote pronto lo que cualquier analista ágil pudo colegir del partido Nástic-Real Zaragoza, durante 70 minutos de perfil plano y, en los 20 últimos, sumido en una locura plena de aciertos ofensivos y yerros monumentales en ambos sistemas de contención hasta consumarse el citado 2-3 final a favor de los blanquillos. Por primer día en lo que va de temporada, el Real Zaragoza había pasado apuros y había manifestado disfunciones claras en lo táctico y técnico de su planteamiento.

"Nos hemos enfrentado esta vez aun equipo (el Nástic) que tiene buen manejo de la pelota. Ellos han hecho su partido. Han intentado dominar y, en ciertos momentos del partido, lo han conseguido", comenzó destacando el arquero gallego del Real Zaragoza. Así, Ratón puso de relieve que el equipo tarraconense nada tuvo que ver con los 'amateur' Peña Ferranca y Boltaña o los más débiles Aragón, Ebro y Calahorra, los contrincantes previos con los que se había cruzado el equipo de Víctor Fernández en los últimos 16 días. 

"Hemos tenido que solventar esos problemas, jugando con las líneas más juntas. Pero es cierto que ha habido fases del partido con un pequeño descontrol nuestro", reconoció el espigado portero orensano.

Por primera vez, el equipo de en frente plantó cara al Real Zaragoza. Y, de este modo, se pudo ver que hay abolladuras futbolísticas que arreglar: sobrepasar la presión que se recibe en la línea media y en los tres cuartos del ataque, cubrir mejor las espaldas de los centrales propios, saber elegir el pase de gol cuando se llega en desborde por las bandas al lateral del área rival, parar a tiempo los contragolpes del adversario y retroceder con más sentido... Estas máculas asomaron en Tarragona.

"Es acertado ir a presionar arriba a los equipos, no dejarles jugar. Pero creo que nosotros tenemos que avanzar aún en eso", dijo el guardameta del Real Zaragoza en otro apartado de su evaluación.