Verdasca tiene el contador hacia atrás en marcha hace días. Ha de irse del Real Zaragoza. Pero no de cualquier modo. Lo suyo es dejar algún dinero en las cuentas corrientes. No se puede ir como su colega de verano, Álex Muñoz (han compartido muchos ratos en lo que va de pretemporada), quien dijo adiós en la jornada del jueves simplemente rescindiendo el contrato con el club aragonés, al que aún le quedaban 2 años más de vigencia, pero sin reportar un céntimo a la SAD. 

El central portugués se ha quedado solo con Pombo en el escaparate de forzosos del Real Zaragoza en este verano 2019. Y llegan los últimos 20 días de precampaña y Víctor Fernández ya ha advertido públicamente que no va a dar minutos en los amistosos que restan a los jugadores que no estarán durante el año. O sea, que a Verdasca se le agota el tiempo de trabajo útil en este verano zaragocista. Y deberá encontrarlo en un nuevo destino.

El central de Guimaraes, apuesta personal y directa de los responsables del actual área deportiva del Real Zaragoza, Lalo Arantegui y José Mari Barba, se reunió este mediodía de viernes con el primero, el director deportivo de la entidad. Lo hizo de pie, aún sudoroso tras el ensayo matinal. Se quedaron solos sobre el césped, cerca de la boca del pasillo de vestuarios de la Ciudad Deportiva. Antes, Verdasca no había acudido a la ducha con sus compañeros, sino que estuvo hablando por el teléfono móvil durante largo rato, andando sin dirección concreta por las instalaciones de la carretera de Valencia.

Es prioritario irse ya del Real Zaragoza. Y el luso y los suyos buscan su mejor destino. Deportiva y económicamente. A corto y medio plazo. El mecanismo está en marcha hace días y ahora acelera su velocidad. Verdasca no quiere regresar a Portugal con tan solo dos años de aventura fuera de casa, aquí en Zaragoza. Su entorno ve mejor seguir apostando por otras ligas europeas, en un marco amable de regencia de sus apoderados. El movimiento del género debe estar a punto de cuadrar cifras y porcentajes.