No estaba previsto en el reparto de partidos preparatorios del singular verano zaragocista pero, sobre la marcha, el Real Zaragoza organizó un choque contra su filial, el RZD Aragón de Tercera División, que se disputó a puerta cerrada este jueves a última hora del día. Y ganaron los chicos de Víctor Fernández por 0-3 al joven rival que dirigirá de nuevo esta campaña venidera Javier Garcés.

La cita, en la Ciudad Deportiva, tuvo mitad formato de entrenamiento (con camisetas de faena azules unos y petos naranjas otros)  y mitad enfrentamiento medianamente serio, pues se solicitó a la Federación Aragonesa la presencia de un trío arbitral oficial, siendo el colegiado Monterrubio Torres el encargado de dirigir el envite, de pistacho y azabache, junto con sus linieres. 

Marcaron Linares, en la primera parte (que acabó 0-1); Blanco y Raúl Guti, ambos al inicio de la segunda mitad. Fue un partido denso, con muchos pases y circulaciones en zonas inertes, en el territorio del medio campo donde nunca pasa nada. Se echó en falta profundidad durante muchos minutos. Faltó ritmo en largas fases del encuentro. Es decir, este episodio supuso un contrapunto -seguramente bueno y adecuado- al vértigo goleador vivido en Boltaña la semana reciente en los bolos ante la Peña Ferranca (de Regional Preferente) y el CF Boltaña (de Segunda Regional), concluidos con goleadas de escándalo (0-13 y 0-19, respectivamente). 

Explicó Eguaras en la mañana de este viernes la razón por la que se pudo observar un Zaragoza enormemente cargado de piernas, lento y espeso a más no poder. "La sesión de por la mañana (la previa al referido amistoso) fue bastante dura. Esto nos sirve para ir cogiendo ritmo y carga física". 

Ya había advertido Víctor Fernández en Boltaña, durante la concentración de la pasada semana, que la manera de dotar de mayores dificultades a los partidos programados para este verano, la mayoría de perfil bajo en el rango de sus rivales, estaría ligada a sobrecargar a los jugadores del Real Zaragoza en lo físico horas antes de esos test. El preparador físico, Roberto Cabellud, también lo dijo con claridad. Y así sucedió en este caso.

El Aragón pudo haberse adelantado en el marcador en el minuto 1, pues en la primera acción atacante, Carlos Vicente se quedó solo ante Cristian Álvarez, pero remató fuera el mano a mano, rozando el poste izquierdo. En el inicio del segundo tiempo, aún con el 0-1 marcado por Linares en el minuto 8 de partido, fue el ariete filial Jiménez quien repitió escenario y, ante la salida de Ratón, remató al poste derecho. Los jóvenes del B dieron buena talla en la tarde tormentosa del jueves.

Pero se acabó imponiendo el peso específico de la categoría del primer equipo. El mejor fue el extremo Blanco. Rápido, una gacela, hizo la jugada individual del 0-1 y le regaló el remate a placer a Linares, a puerta vacía. Y, sobre todo, firmó un golazo, el 0-2, recogiendo en la línea media un pase de Guti que orientó en carrera para rebasar en el esprint a los dos centrales del Aragón y, tras una carrera de 50 metros, batir con sutileza a Azon. 

El 0-3 lo marcó de cabeza (rara avis) Guti, en un buen centro de Nieto desde su banda. 

A Suárez y Dwamena, los puntas que tanto epataron en Boltaña, se les vio poco. Un par de disparos sin mucha fe ni tino dejaron en el limbo.

Eso sí, el evento dejó cuestiones definitorias del presente más rabioso del Real Zaragoza a finales de julio. Estas: 

Álex Muñoz ya no jugó porque acababa de pactar su salida del club, renunciando a sus dos años de contrato y marchándose sin dejar un solo euro en caja. 

Verdasca sí jugó, pese a ser un descarte que debería encontrar acomodo cuanto antes en otro lugar, pues no cuenta en absoluto para Víctor Fernández. Lo mismo sucedió con Pombo.

El entrenador tuvo que echar mano de un central del filial que no ha hecho la pretemporada con el primer equipo, Jesús Álvarez, al estar Clemente (que ha trabajado con normalidad hasta ahora) resentido en la rodilla operada en octubre pasado. Una inflamación ha aconsejado a los médicos parar la progresión del zurdo canterano, lo que deja a Víctor con la zona de centrales muy mermada. 

Grippo sigue al margen, con un tratamiento rehabilitador individualizado, por lo que no puede jugar aún partidos. 

Guitián, aún convaleciente del pos operatorio de la intervención quirúrgica por apendicitis a la que fue sometido en Mallorca el día 2, en plenas vacaciones, tampoco está en disposición todavía de entrenarse con cierta carga física. Mucho menos, para jugar ya partidos. 

Tal es el déficit de centrales que Víctor Fernández 'se inventó' a Bikoro (medio centro nato) en posición de defensor, junto a Atienza, en la segunda parte ante el Aragón. Un parche de urgencia, con un futbolista que también puede salir de la plantilla antes del inicio del curso, que denota el problema. 

Ya no hizo dos equipos diferentes Víctor esta vez. En el descanso, solo cambió a 4 jugadores. Los otros siete cambios llegaron pasado el minuto 60. O sea, hubo futbolistas que ya acumularon una hora de juego. 

Como cierre de este choque preparatorio, uno más que sirve para acumular minutos y prácticas tácticas, ahí queda la ficha técnica del mismo:

RZD Aragón: Paisa; Castillo, Javi Hernández, Álvaro Martín, Francés; M. Aguado, Yanninck B.; Carlos Vicente, Ahmed, Forcén; y Baselga. En el segundo tiempo jugaron Azón; David Vicente, Sanogo Fousseni, Subías, Marcén; Franco, Andreu; Willy, Junior Benoah, Puche (Sancho); y Jiménez. 

Real Zaragoza: Cristian Álvarez (Ratón, 46); Delmás (Vigaray, 61), Verdasca (Atienza, 46), J. Álvarez (Bikoro, 46), Nieto (Lasure, 61); Eguaras (Javi Ros, 61), R. Guti (P. Biel, 61), Igbekeme (Pombo, 61); Papunashvili (Soro, 61), Blanco (Luis Suárez, 61); y Linares (Dwamena, 46).

Árbitro: Monterrubio Torres (Comité Aragonés).

Goles: 0-1, min. 8: Linares. 0-2, min. 49: Blanco. 0-3, min. 53: R. Guti.

Incidencias: Partido jugado en el campo 5 de la Ciudad Deportiva, a puerta cerrada para el público, en una tarde-noche de tormenta, con 34 grados y lluvia por momentos. El estado del césped fue bueno.