Eguaras regresa al equipo con algunas molestias aún en el tobillo dañado

Íñigo Eguaras fue la noticia positiva del entrenamiento matinal del Real Zaragoza este domingo en Boltaña. El centrocampista navarro, que cayó lesionado el miércoles tras un choque con Bikoro en el que sufrió un fuerte traumatismo en el tobillo izquierdo, se probó con el resto del equipo tras prácticamente 4 días fuera de órbita por fuerza mayor. 

Eguaras sintió molestias al inicio del ensayo, se alivió un poco la presión del vendaje que se le había aplicado en la zona tocada y pudo acabar el entrenamiento, donde el fútbol y el balón volvieron a acaparar el 90 por ciento del tiempo programado por Víctor Fernández. 

En algún control, en algún giro, el tobillo dañado aún le duele al de Ansoáin, pero se trata de una molestia soportable. Así que, poco a poco, Eguaras irá reincorporándose al equipo con el paso de los próximos dos o tres días. Eso sí, con el resquemor de haberse perdido prácticamente toda la preparación específica de esta estancia en el Pirineo Aragonés, donde el '16' blanquillo no tiene fortuna. El año pasado fue su pubalgia heredada del año anterior la que le hizo formar parte del numeroso grupo que trabajaba aparte con los fisioterapeutas todos los días. Y en este verano de 2019, ha sido este golpetazo tremendo en su pierna izquierda que le dejó el tobillo maltrecho.

Lo más normal es que Eguaras no forme parte de los dos equipos diferentes que Víctor Fernández va a disponer por la tarde en el bolo amistoso ante el Boltaña, rival de Segunda Regional, que dará comienzo en el campo de Villaboya a las 19.30, pues jugadores no le faltan en una expedición de 28 futbolistas. Y que, si todo discurre normalmente, el pivote navarro pueda entrar ya en juego con rutina a partir del próximo amistoso, que será el sábado próximo, día 27, en la Ciudad Deportiva ante el CD Ebro de Segunda B, duelo que se jugará a puerta cerrada para el público.