El Real Zaragoza ha levantado el telón de las presentaciones de los nuevos refuerzos para la próxima temporada. Y el primero que ha pisado ya La Romareda, y ha sentido el calor de los casi 200 aficionados que lo han querido conocer, ha sido Pichu Atienza, que este lunes ha cumplido con el protocolo. Las primeras palabras del defensa, que se presenta después de que el club aragonés haya llegado a un acuerdo de traspaso con el Numancia para tres temporadas, han sido claras: "Estoy muy contento. Cuando el Real Zaragoza se puso en contacto conmigo, no tenía ninguna duda de que quería venir aquí. Un club tan grande, con tanta historia.., cualquier jugador quiere estar aquí", ha reconocido.

Atienza exhibe una gran corpulencia con 1,90 metros de altura, y  experiencia en Segunda División, con más de un centenar de partidos primero formando parte del Reus (2016/17 y 2017/18) y el último curso con el Numancia. Su poderío físico, y su contundencia en el área, son valores que el Real Zaragoza ha tenido en cuenta para fortalecer una zona que el año pasado sufrió en exceso. "Soy una persona con altura, pero esto no quiere decir que por traer gente alta se vaya a minimizar el problema. Creo que puedo aportar y, si el año pasado se produjo esta situación, espero que cambie esta dinámica", ha afirmado el central cordobés. 

Un tipo de futbolista concreto que el Zaragoza estaba buscando en el mercado de fichajes de este verano. "Me considero un jugador bueno técnicamente; me gusta que el equipo tenga la posesión, salga el balón desde atrás… Y tácticamente, soy correcto y ordenado", se ha definido el defensa, formado en el Atlético de Madrid B y en el Sevilla Atlético, y que también ha militado en las filas de la SD Huesca y Hércules.

Atienza ha explicado que ya ha tenido oportunidad de hablar con el técnico, Víctor Fernández y que asume con responsabilidad el reto deportivo que afronta: "Es el paso más importante que he dado en mi carrera. Estar en un equipo con esta exigencia es lo más bonito del fútbol", ha resaltado. Consciente de que el Real Zaragoza no es un club más en Segunda, por su historia, afición y por llevar siete temporadas consecutivas en la categoría de plata nacional, asume que el equipo está obligado a pelear por el subir a la élite. "Es el reto. Como jugador soy ambicioso y quiero el reto del ascenso. Esperemos que la temporada vaya bien y que nuestro publico y el equipo vayamos a una para ayudar al club a conseguir el objetivo", ha concluido.

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