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"Marchar a Inglaterra no siempre equivale a triunfar"

Poyet y Gustavo López visitaron ayer el campus de Nayim y analizaron la actualidad del Zaragoza

Nayim y Gustavo López escuchan a Poyet.
Nayim y Gustavo López escuchan a Poyet.
Toni Galán

Gustavo Poyet es un referente eterno del Real Zaragoza. Goleador en uno de los partidos fundamentales en la historia contemporánea del Real Zaragoza, como fue la promoción de permanencia ante el Real Murcia (5-2, 19 de junio de 1991), su explosión futbolística coincidió con la escalada hacia el cielo del conjunto aragonés que culminaría en el firmamento de París. Su adiós del club, en 1997, coincidió con el declive deportivo de la entidad aragonesa. Después de dejar atrás La Romareda, firmó por el Chelsea y el Tottenham, retirándose en el Swindon Town. Una vez colgadas las botas como jugador, inició una notable carrera como técnico, pasando por los banquillos de Brighton, Dunserland, AEK Atenas, Betis, Shanghai y Girondins de Burdeos. Pero Poyet no ha abandonado Zaragoza. Ayer, por ejemplo, se presentó en el campus de Nayim en las instalaciones del CD Valdefierro. Allí, entre un rondo con los extasiados chavales y abrazos con los aficionados que tanto le quieren, habló de fútbol español e internacional, de su Real Zaragoza. Desde la atalaya de su formidable currículo, incluso contestó a las preguntas sobre la actualidad zaragocista.

Con un club limitado por un techo salarial impropio de su jerarquía, el aporte de la cantera se antoja esencial en el futuro deportivo del club aragonés. En este contexto, con un equipo juvenil campeón de España, la fuga de talentos, como Mateo Mejía al Manchester United, pueden mermar la capacidad de una Ciudad Deportiva que emerge como referente nacional y europeo en la formación de futbolistas. "Marchar a Inglaterra no siempre equivale a triunfar. Por ejemplo, ¿cuántos jugadores jóvenes ha firmado el Chelsea en esta edad? Podría decirle 40. A alguno incluso lo quise yo cedido para el Girondins. ¿Y cuántos han acabado en el primer equipo? Quizá solo uno o dos. Yo vine muy jovencito a Europa desde mi país (Uruguay), con apenas 20 años, y no me ha ido mal (repasen su historial en el anterior párrafo…). Con esto quiero decirle que el fútbol y la evolución de un futbolista son complejos. Si el Zaragoza ha logrado el título de campeón de España, evidentemente es porque algo está haciendo bien. Ahora hay que ver cómo progresan hasta llegar al primer equipo. Eso sí, es imprescindible que sientan la camiseta", reiteró.

Perfecto conocedor del fútbol inglés, francés y español, Poyet también auditó las claves que considera esenciales en el futuro inmediato del Zaragoza en la Segunda. "Continúa Víctor Fernández en el banquillo. Su idea de fútbol agrada en Zaragoza. Hay que tener paciencia y confianza. Un ascenso exige regularidad. No se puede cambiar de entrenador y de idea cada seis meses. Así será imposible. Todos tenemos unas ganas increíbles de ascender, detrás hay una afición fantástica; pero, para que haya resultados, hay que armar un equipo, y eso requiere tiempo, mucho más cuando los medios económicos son limitados», sintetizó.

El sol del mediodía apretaba. Nacho Díaz, siempre al quite, ejercía de aguador. Mientras los chavales comían plátanos en el receso, apareció por Valdefierro Gustavo López. Ojiplática, la chavalería aguardaba para ver cómo le pegaba de zurda a la bola. A unos metros, los más próximos a Poyet se les caía la baba mientras narraba su gol en el partido de leyendas del pasado domingo en el estadio Bernabéu ante el Real Madrid (5-4): Raúl (2), Morientes (2) y Karembeu; y Poyet, Shevchenko, Gallas y Malouda. Poyet emulaba el giro de cabeza junto a la valla del campo. Mientras, Gustavo López hablaba del Zaragoza y de Zaragoza. "Mi mujer y su familia son de Zaragoza. Vengo con frecuencia por aquí. Me gusta y me siento cómodo aquí. En unos días marcharé a la Copa América con un periódico argentino", dijo el fino analista de Movistar y de la SER para la Primera División española.

La melancolía invadió a Gustavo López cuando continuó hablando del Zaragoza. "Todos estamos deseando que vuelva a Primera. El Real Zaragoza necesita y merece estar en Primera. Ahora hay estabilidad económica y emocional, y eso debe ayudar. Pero el camino no va a ser nada sencillo", advirtió.

La marcha de talentos emergentes, como Mateo Mejía, no ayuda en la construcción del futuro. "Hay que ser realistas. El problema es que no se puede competir a nivel económico con clubes con la estructura del United, el City o el Arsenal. Hay que apelar al sentido de pertenencia, que el futbolista joven se sienta identificado. Después, hay que darle confianza, ayudarle a mejorar", reiteró el zurdo mágico.

Respecto al proyecto que prepara el conjunto aragonés, Gustavo López subrayó las fortalezas imprescindibles para alcanzar el objetivo. "Víctor Fernández conoce muy bien la casa, el Real Zaragoza. Además, seguro que planteará un fútbol que agrada en Zaragoza. En Segunda es esencial defender muy bien y tener gente desequilibrante de tres cuartos de cancha hacia adelante. Se puede rendir en Segunda jugando al fútbol: este año lo ha demostrado el Albacete. La valentía también es importante: por eso ha ascendido el Mallorca", recordó.

Y después de la pausa, cuando el sol más rascaba, regreso al verde. Poyet demuestra en el césped su liderazgo, a Gustavo López le adoran los chavales, Nayim se desvive, a Nacho Díaz le faltan manos... Una mañana zaragocista repleta de fútbol verdadero.

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