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Alcorcón, Elche, Oviedo, Las Palmas y Lugo, polos de atención zaragocista

El Real Zaragoza, gane, empate o pierda ante el Sporting de Gijón este viernes, vivirá con sumo interés los partidos que dirimirán sus rivales en esas cinco ciudades, en esos estadios: ahí se plasmará su presente real.

El estadio de Las Palmas, el Gran Canaria, donde el domingo jugará el equipo local ante el Rayo Majadahonda, partido clave para la combinatoria de puntos por el descenso a Segunda B.
El estadio de Las Palmas, el Gran Canaria, donde el domingo jugará el equipo local ante el Rayo Majadahonda, partido clave para la combinatoria de puntos por el descenso a Segunda B.
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El Real Zaragoza, gane, empate o pierda ante el Sporting de Gijón este viernes (21.00) en La Romareda, no podrá aún certificar su permanencia matemática en Segunda División. Ni aun en el mejor de los casos, con su victoria ante los asturianos, los 50 puntos que alcance en ese instante deseado serán pasaporte para respirar hondo definitivamente. Es el inconveniente que tiene jugar el primer partido, cronológicamente, de la 39ª jornada, que se abre precisamente en Zaragoza en este 17 de mayo. 

Todo porque, en virtud de cómo se desarrollen los resultados de los otros implicados en la huida de la plaza que queda para el descenso a Segunda B (la 19ª) durante las últimas 4 jornadas, todavía será posible un triple o cuádruple empate a 50, con el Real Zaragoza metido en esa hipótesis. Y, según quiénes fuesen los colegas de igualdad, podría resultar que el perjudicado fatal fuera el cuadro aragonés.

Así que, ocurra lo que ocurra  en La Romareda en el arranque de este tercer fin de semana de mayo, se avecinan un sábado y un domingo de radio e internet, de televisión con lupa desde el máximo interés zaragocista. Porque su presente, su futuro inmediato, estará jugándose en diferentes campos, con incidencia directa en sus números propios, ya sean 47 (en caso de derrota ante el Sporting), 48 (si hay empate) o 50 (si el Zaragoza sale triunfante ante los astures).

La atención recaerá, el sábado, en los dos campos donde hay partido de Segunda: Alcorcón y Elche. Porque en el pequeño campo alcorconense de Santo Domingo se juega sus cuartos el Extremadura, que partirá con 45 puntos. Y en el majestuoso y semivacío Martínez Valero ilicitano pondrá en juego su vida el Tenerife, que tiene 43 puntos. 

Y, 24 horas más tarde, el domingo, los ojos zaragocistas estarán pendientes de lo que suceda en Oviedo, Las Palmas y Lugo.  En el Carlos Tartiere ovetense, porque el visitante de ese lugar será el Numancia, compañero de fatigas en la cola con 44 puntos. En el enorme estadio de Gran Canaria, porque allí estarán, en un duelo directo, dos pasajeros del vagón nervioso del descenso, Las Palmas y Rayo Majadahonda (los canarios, con 49 puntos, y los madrileños, ahora asentados en el despeñadero, con 41). Y, por último, en el Anxo Carro lucense, porque el Lugo recibe, en un apasionante y presionado derbi gallego, al Deportivo de La Coruña (los rojiblancos, con 41 puntos, en estado de asfixia próxima).

De lo que sea capaz de sacar el Real Zaragoza ante el Sporting de Gijón en la apertura de la jornada dependerán los grados de temperatura que alcanzará, desde su punto de vista de necesidad y deseos, la visualización de estos partidos citados. No será lo mismo verlos tras un triunfo frente a los gijoneses, donde casi todo estará resuelto felizmente a falta de 3 jornadas, que hacerlo tras un traspié que requiera de patinazos serios de los demás para no caer atrapados en la presión nuevamente. 

Obviamente, al Zaragoza, al margen de su faena propia en La Romareda, le interesa que el Extremadura patine en Alcorcón. Y que el Tenerife siga errando, esta vez en Elche. Y que el Numancia no saque provecho en Oviedo. Y que el Majadahonda no gane en Las Palmas. Y que el Lugo no le venza al Dépor. Son las cábalas previas a cada jornada de un final de liga en el que están los deberes (los que sean, por arriba o por abajo) aún por hacer. 

El Real Zaragoza, para alivio de las cardiopatías de su numerosa afición, parte en este esprint final en una posición notablemente favorable para salir airoso dentro de 23 días. Se lo ha ganado con los triunfos fuera de casa, en Almendralejo y Córdoba, de las últimas dos salidas (porque en casa, el efecto nocivo llegó, en contraposición, después de dos derrotas seguidas, ante el Deportivo de La Coruña y el Alcorcón).

Los blanquillos tienen 6 puntos más que Lugo y Majadahonda; suman 4 puntos más que el Tenerife; portan 3 puntos más que el Numancia; acarrean 2 puntos más que el Extremadura; y tienen uno menos que Las Palmas. Eso, a falta de 12 por pelear por parte de todos (Numancia y Majadahonda tienen la ventaja de saber que 3 de ellos los tienen seguros, pues aún han de añadir los del caso Reus en su calendario particular). 

Con estos ingredientes se cocinará, en un apasionante fin de semana, el nuevo rostro de la clasificación, que se conocerá a las 10 de la noche dominical. Igual la mezcla de marcadores, para entonces, sí que dice que el Real Zaragoza está por fin salvado de cualquier riesgo mortal. Así sea. 

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