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Que un churrero haga churros no debería ser noticia extraordinaria nunca

Lo extraño es encontrar en la churrería patatas asadas, pizzas margaritas, borrajas con arroz o, simplemente, botellines de agua sin gas. Los goles de Gual, si son motivo de telediario en mayo, denuncian más que loan. 

Marc Gual, en captura de la transmisión televisiva de la Liga 1,2,3, celebra ante la cámara de banda el segundo gol de los tres que marcó en Córdoba.
Marc Gual, en captura de la transmisión televisiva de la Liga 1,2,3, celebra ante la cámara de banda el segundo gol de los tres que marcó en Córdoba.
LFP

Marc Gual fue sacado de la nevera por Víctor Fernández este domingo en Córdoba y, tras ser la gran sorpresa en la alineación inicial, acabó convirtiéndose en el hombre del partido y, con seguridad, de la 36ª jornada de liga de la Segunda División. El de Badalona fue el autor de los 3 goles del Real Zaragoza en El Arcángel, en ese 0-3 excelente logrado por los aragoneses en una solvente segunda parte para acabar respirando oxígeno puro en su dura lucha por eludir el descenso a Segunda B.

Gual, destarifado por el propio entrenador en los últimos meses a consecuencia de su nulo olfato goleador, de sus repetidas oportunidades desaprovechadas y del cúmulo progresivo de marros en una temporada deficiente en su rol de delantero referencial 'estrella' del proyecto de Lalo Arantegui y José Mari Barba -el área deportiva actual del Real Zaragoza-, volvió a la vida junto al alto Guadalquivir en una noche de máxima inspiración y precisión en el remate. En 29 minutos, los que fueron del 49 al 78, el ariete cedido por el Sevilla logró más goles que en los 8 meses anteriores de liga como blanquillo.

Y es que, hasta el inicio del segundo tiempo en El Arcángel, Gual solo tenía anotados en su pasaporte 2 tantos, uno logrado en Albacete en septiembre de 2018 y otro, en La Romareda ante el Mallorca, el 17 de noviembre. O sea, que iba camino del medio año (más de 5 meses, ya avanzando hacia el sexto) sin ver portería como zaragocista, pese a haber jugado en 22 partidos y durante 1.467 minutos sobre el césped de los campos de la división de plata. 

Si se amplía y dobla el arco temporal de la estadística, Gual marcó en Córdoba en menos de media hora los mismos goles que había celebrado en los 2 últimos años. O sea, los 2 citados que acarreaba con el Real Zaragoza desde su llegada en agosto y el único tanto que marcó el curso pasado (de penalti, al Barcelona B) militando en el Sevilla Atlético , que fue el colista de Segunda y en el que jugó Gual antes de venir cedido al cuadro aragonés.

Marc Gual se hizo acreedor indiscutible al papel de protagonista principal del triunfo zaragocista en Córdoba. Solo una vez, en 8 meses, había salido de un campo así de contento y así de aplaudido y reconocido por el zaragocismo: el día referido del Mallorca, en noviembre, el catalán fue suplente con Lucas Alcaraz, entrenador segundo de la actual era, sucesor de Idiakez y predecesor de Víctor Fernández. Y, con un 0-2 adverso, logró dar forma a la semi remontada zaragocista (se acabó empatando 2-2) con dos fogonazos, su tanto y el que donó a Pombo para que la empujara a placer tras un rechace del portero balear en un disparo suyo. Ese día, Gual se llevó la ovación merecida y el sobresaliente general. Ni antes de esa fecha estaba fino, ni después tuvo continuidad en su conducta. Las dudas del principio no las disipó tras ese lapso positivo, que fue flor de un día. Y así ha permanecido hasta este domingo, 28 de abril, en Córdoba.

Gual ha saltado en estas tardías y valdías alturas de la temporada, de manera puntual, al primer plano de la actualidad por algo bueno. Por hacer bien su trabajo. Por cumplir con brillantez la labor para la que fue contratado con galones. Por ayudar a ganar puntos a un equipo que debería estar peleando por el ascenso a Primera (según el segundo año del proyecto a dos años de Arantegui y Barba) y, sin embargo, está en las antípodas de la clasificación. Por llevar a cabo lo que un club tan exigente como el Real Zaragoza le pide a su artillero de área: meter goles y ser clave en la suma de créditos semana a semana. 

Y, dentro de la felicidad general por tal nueva, algo obligado a celebrar por natura pese a que, en las puertas de mayo, este tipo de reacciones particulares ya no tienen valor real pues el objetivo mayor está absolutamente extraviado hace muchos meses, el triplete de Gual genera el inevitable punto y contrapunto en la lectura de sus efectos reales

Que este derroche goleador del delantero de Badalona sea motivo de telediario y de aperturas periodísticas cuando a la liga le quedan 40 días pelados de vida, es más una denuncia para él que una loa. Gual aparece en el escenario, ya con el 1 de mayo cayendo, como los Mangas Verdes, los gendarmes de la época de los Reyes Católicos que, según quedó para la historia desde aquel siglo XV, alcanzaron fama por llegar a menudo tarde a donde eran requeridos. "A buenas horas..."

La temporada de Gual está arrugada hace muchas semanas. Meses. Como la de tantos otros. El triplete de Córdoba es un bálsamo magnífico principalmente para el equipo, en su jugada a grande, a la mayor, en pos de huir de la muerte del descenso fuera del fútbol profesional. Y, de retruque, también es un maquillaje interesante para los números estadísticos del catalán. Que, en los 6 partidos que faltan, aún podría seguir perfilando con pinceles y esponjillas, aunque para el fin del ascenso del Real Zaragoza a Primera, obviamente, sean artículos desdeñables y a no considerar por propio pudor. 

Así que, desde la satisfacción del triunfo en Córdoba (el global, el del equipo, el de la SAD, el del zaragocismo que tanto está sufriendo con este equipo deficiente), es momento de felicitar a Gual por su rato de arrebato goleador... y poco más. No hay lugar, en mayo, para galleos y pechos enhiestos. Ni en su figura, ni en la de sus mentores. Eso, antes. Mucho antes. Ahora, como diría el recordado Manel Comas, 'el Sheriff', esto son "numeritos para engordar la estadística de uno que nada aportan al objetivo general de todos". Al gran técnico de baloncesto, este tipo de situaciones puntuales con determinados jugadores lo sacaban de quicio, le generaban rechazo.

Y, lo mismo que en periodismo, la noticia no es que 'perro muerda a hombre', sino que lo que es causa de portada es que 'hombre muerda a perro'... que un churrero haga churros no debería ser hecho de información preferente jamás. Es lo suyo. Lo extraño es encontrar en la churrería patatas asadas, pizzas margaritas, borrajas con arroz o, simplemente, botellines de agua sin gas. Y, hasta Córdoba, el churrero Gual tenía una oferta un tanto extraña en su garita. El humo de los churros y su sugerente aroma no se olía desde noviembre. Un negocio un tanto antinatural.

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