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La Bolsa del Zaragoza: cotiza esta vez con el Dépor, el Granada y el Oviedo

Sin jugar los aragoneses directamente en este fin de semana por el 'caso Reus', su confort de cara al futuro pasa por lo que hagan Extremadura, Lugo y Córdoba ante estos tres rivales.

Partidos de la 35ª jornada de Segunda División, a disputar durante los próximos 4 días.
Partidos de la 35ª jornada de Segunda División, a disputar durante los próximos 4 días.
LFP/HA

¿Quién dijo que el Real Zaragoza no juega en este largo fin de semana de abril, el festivo de la Semana Santa? Porque, a efectos clasificatorios, en términos 'macro' de su posicionamiento en el mercado de valores de la Segunda División, es evidente que sí entra en danza en el parqué de la liga de plata. Porque su futuro, en su destino final y en el día a día de las próximas 7 semanas (8 partidos habrá en ellas), depende, además de sus propias iniciativas, de las que lleguen de otros lugares en cada estación competitiva desde los marcadores de sus rivales directos.

En realidad, este efecto hace ya días que sucede, que el Real Zaragoza vive en la clasificación con mayor o menor índice de oxígeno en virtud de la presión ambiental que le llega desde abajo, desde la parte final de la tabla clasificatoria. Son las consecuencias inevitables de vivir siempre colgado de la cornisa del abismo (si no aferrado a una canalera, como en diciembre cuando llegó a caerse a la posición 20ª puntualmente).

Y esta vez, mientras el equipo zaragocista sumará plácidamente los 3 puntos, vía reglamento, sin jugar su partido contra el Reus, descalificado de la liga en enero por irregularidades societarias (ganará, de hecho, 1-0), sus ojos estarán puestos, como mínimo, en otros tres campos donde se dilucidará un porcentaje importante de su futuro, tanto el inminente, como el final, allá por el 9 de junio. 

La situación en la tabla de los zaragocistas ganará o perderá confort en virtud de lo que hagan el Extremadura (primero que bajaría a Segunda B hoy en día, el 19º con 36 puntos, 2 menos que los blanquillos antes de esta jornada 35ª); el Lugo, que es el que hace de engarce con el infierno, 18º con 37 puntos, uno menos que los de Víctor Fernández; y también el Córdoba, que parece desahuciado, 21º con solo 26 puntos, pero que es el próximo rival de verdad del Real Zaragoza, en su estadio de El Arcángel el próximo día 28, y que tiene ante sí un singular último asidero a la vida que podría repercutir negativamente en su conducta ante los aragoneses en esa cita de dentro de 10 días.

Por riguroso orden de prevalencias, al Real Zaragoza le va mucho en el partido Deportivo de La Coruña-Extremadura, que se jugará en Riazor el domingo a las 16.00. Todo lo que no sea una derrota extremeña en Galicia será un perjuicio grande para los intereses aragoneses. Es obvio que no interesa, de ningún modo, que siga subiendo la cota del descenso. Y, para que eso sea así, los de Almendralejo han de perder en La Coruña. Así cotiza este duelo desde el prisma blanquillo. Todo al '1' en la Quiniela. De lo contrario, problemas.

El segundo nivel de influencia en el devenir zaragocista se ubica en choque Lugo-Granada, datado para el sábado a las 16.00, un día antes que el anterior. Ahí, el aliado del Real Zaragoza es el equipo granadino. Sus goles serán los de los aragoneses. Su victoria, será la zaragozana también. Sería excelente para el equipo aragonés que los lucenses no puntuasen y se quedasen anclados por detrás. Aquí, el '2' en la Quiniela es lo necesario. Si no es así, la jornada bursátil no irá nada bien.

Y asoma ese peculiar caso del Córdoba en tercer plano de interés zaragocista en estas próximas horas. La cita es en Oviedo, en el Tartiere, lugar que visitan los desesperados miembros del club califal, a 11 puntos del ras de la salvación. Un envite que se jugará el domingo a las 18.00. 

Punto primero: si el Córdoba cae en Asturias, será prácticamente un equipo muerto, descendido, que recibirá una semana más tarde al Real Zaragoza en situación de desahucio absoluto. O sea, sin el prurito de pelear por su vida por resultar inútil.  

Punto segundo: si el Córdoba, por el contrario, lograse dar la campanada y vencer en Oviedo, abriría a su negro futuro un resquicio al milagro con fundamento. Con esos 3 puntos, afrontaría el duelo ante el Real Zaragoza con la seguridad de que, ganando a los aragoneses el día 28, lograrán una tacada segura de 9 de 9, tres triunfos en 15 días, pues el calendario le pone a los cordobeses el enfrentamento ante el Reus justo en la siguiente jornada, tras jugar con los zaragocistas. Y, de este modo, pasando de los actuales 26 puntos a los 35 mediante este hipotético arreón final, es una evidencia que el Córdoba entraría en el corredor del indulto. Algo complicado de que suceda, pero no imposible.

Así pues, para evitar que el catatónico Córdoba pueda optar a esta resurrección última y, de paso, para amansar a los cordobeses de cara al choque contra el Real Zaragoza dentro de 10 días, en este partido de Oviedo los intereses blanquillos pasan por un triunfo astur. O sea, un '1' en la Quiniela.

Hay más puntos de observación para el Real Zaragoza: el Tenerife-Almería, o el Mallorca-Rayo Majadahonda, o el Cádiz-Numancia... y hasta el Albacete-Las Palmas, pues en cualquier momento del futuro próximo los rivales directos pueden pasar a ser los tinerfeños, los majariegos, los numantinos o los grancanarios. Pero, ahora mismo, en la sesión de Bolsa de este fin de semana, la cotización del valor zaragocista pasa por Extremadura, Lugo y Córdoba, por todo lo referido.

Eso, contando con lo mejor de este fin de semana: que el Real Zaragoza entra en el mismo con 38 puntos y, sin sudar una gota, saldrá de él con 41. A ver qué ocurre con los 'brockers'.

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