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El 50 por ciento de miel en el 3-3 del Real Zaragoza en Cádiz...

Víctor Fernández, en su análisis posterior al loco partido del Carranza en la noche del lunes, remarcó los condimentos positivos de su receta, más o menos la mitad de ellos.

Víctor Fernández, sonriente junto a su ayudante, José Luis Loreto, en el partido Cádiz-Real Zaragoza de la noche de este lunes.
Víctor Fernández, sonriente junto a su ayudante, José Luis Loreto, en el partido Cádiz-Real Zaragoza de la noche de este lunes.
Álvaro Rivero

Un 3-3 es un marcador anormal en el fútbol moderno, hace ya mucho tiempo. A los entrenadores, de hace unos años a esta parte, les suele molestar mucho este tipo de tanteos, les repatea su reputación, siempre basada en el control de las áreas, en el manejo del orden táctico de cada duelo. La mayoría, en una disyuntiva rotunda, prefieren un 0-0 a un 3-3. Firmarían siempre un 1-1 y rechazarían un 4-4. La belleza del fútbol viejo, de las alternativas goleadoras y partidos locos y dinámicos, es como un desdoro para los técnicos de fútbol en color e imagen digital. 

En la noche del lunes, por ejemplo, el entrenador del Cádiz, Álvaro Cervera, bramó contra el 3-3. Dijo que no le gustan estos partidos locos. Que no trabaja él para que el fútbol del Cádiz salga así. No hay más que explicar. Cervera rechazó este formato.

En el lado zaragocista, Víctor Fernández dejó 10 minutos de análisis cauto, con sus siempre presentes gotas de sinceridad, pero mezclando en la coctelera lo bueno y lo malo a partes iguales. Fernández hizo un combinado equitativo, agradable de digerir. El empate a tres no fue malo aunque tampoco bueno. O sea, no fue bueno, pero tampoco malo. Se hicieron cosas bien y otras mal. Se vieron acciones malas y, asimismo, otras excelentes. Todo como al 50 por ciento. Sin que predominara una cosa sobre la otra. No era cuestión de quejarse pero tampoco de sacar pecho (eso, los botafumeiros están siempre en danza alrededor de Víctor hace décadas y no es necesario activarlos con interruptor). Y Víctor lo puso en escena con delicadeza.

El entrenador aragonés subrayó con énfasis, por supuesto, todo lo bueno que apreció en su Real Zaragoza en el Carranza. En esta pieza, vamos a destacar esta parte dulce y espirituosa de la faena zaragocista en Cádiz para consumar, al final, ese aparatoso 3-3 (en otra, enseguida, veremos el revés de la moneda, la parte agria del caso). Todo muy descriptivo y con la firma personal de Víctor Fernández. 

Estos son los 5 epígrafes de miel, de azúcar, de positivismo, de amarres bonitos, que vio Víctor en el estadio gaditano:

1- “Estoy satisfecho por la reacción del equipo en el papel de visitante, después de tres partidos en los que no habíamos marcado goles ni habíamos puntuado. Hemos dado la sensación de que estamos recuperados”

2- “Estoy bastante satisfecho de cómo ha salido la apuesta de los 5 atrás, de los 3 centrales. Porque, desde que estoy en el Real Zaragoza, hace 3 meses y medio, el primer tiempo de Cádiz ha sido el mejor, con diferencia. El mejor a todos los niveles: control de juego, amplitud, profundidad, goles fantásticos, hemos trabajado muy bien al espacio, los mediaspuntas (Pombo y Biel) han entendido muy bien el partido, Hemos tenido un delantero vertical, hemos defendido muy bien la velocidad de Machís...”

3- "Me voy tranquilo porque sé que el equipo está bien. Que podemos ganar a cualquiera. Hay muchos datos positivos”

4- “Estoy muy contento con Pep Biel y también con Pombo, quien después de una mala racha, ha despuntado y ha sido un jugador peligroso”

5- “El primer tiempo nos salió prácticamente a la perfección, excepto el gol final de Machís”

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