El Lugo, nueva referencia del descenso tras la victoria del Extremadura

Ganó el Extremadura por 1-0 al Almería (el aliado andaluz falló esta vez)  y cambia sensiblemente las referencias por la permanencia en la zona baja de la tabla de Segunda División. Los de Almendralejo suman así 33 puntos (4 menos que el Real Zaragoza a falta del partido de los aragoneses en Cádiz en la noche del lunes) y, lo más importante, dan caza al Lugo en esa cota.

Los lucenses también están pendientes de jugar su duelo, algo que ocurrirá en la tarde de este domingo en su estadio, el Anxo Carro, ante el líder, el Osasuna de Pamplona. Pero, a diferencia de lo que ha venido sucediendo desde hace muchos meses, lo harán ya pisando puestos de descenso a Segunda B. Porque el Extremadura les ha echado el guante y carga de presión máxima la vida del equipo gallego. Algo que, de rebote, llega también a los predecesores, que son el Tenerife y el Real Zaragoza, ambos con 37 puntos y objetivo de los que quieren salvar el pellejo de aquí a dos meses. 

La conclusión, a falta de los partidos que restan para concluir esta jornada, es que el descenso no va a consumarse por ahogamiento de los 3 que faltan por acompañar al ya desahuciado (en los despachos) Reus. Es cierto que el Nástic de Tarragona y el Córdoba tienen mucha desventaja y caminan con muy mal color hace tiempo. Pero el tercero en discordia, el Extremadura, está reaccionando con consistencia y, como demuestra lo sucedido este fin de semana aún en marcha, está liando la madeja de forma ostensible. 

De los habitantes de la parte peligrosa de la clasificación que acompañan al Real Zaragoza en la huida hace días, uno ha vivido un buen episodio, el Rayo Majadahonda, y otro ha entrado en fase de histerias, el Tenerife. Los madrileños ganaron 0-2 en La Coruña, al Deportivo del ex zaragocista Natxo González (que podría ser destituido) y dan un salto de gigante hacia la salvación. Mientras, los canarios cayeron 0-1 en casa ante el revitalizado Sporting de Gijón y se anclan en el fango, en las peligrosas arenas movedizas de la antesala de la ruina deportiva. 

Así, los puntos que el Real Zaragoza va a dirimir en la noche del lunes en Cádiz vuelven a adquirir un valor supremo. El equipo de Víctor Fernández viaja al sur como lo hizo hace 15 días a Mallorca o hace un mes a Granada: apurado, sabiendo que no puntuar en el Carranza significará acometer una nueva final días después en La Romareda, en ese caso ante el Alcorcón. 

Pero, sobre todo, lo que sucede ahora es que ya no solo es el Extremadura el elemento a vigilar, la referencia a tener en cuenta. De repente, surge otra baliza de señalización del área de electrocución irremisible ahí atrás, en la cola de Segunda: el Lugo. 

Por lo tanto, el choque que los lucenses disputarán a las 16.00 de este domingo en Galicia ante el Osasuna es de máxima importancia para los intereses del Real Zaragoza. Ahí, en la carambola a tres bandas (va a haber unas cuantas hasta junio, parece ser), le va mucho en juego a los aragoneses, a los que todo lo que no sea que el Lugo puntúe les ayudará en sus propósitos básicos.