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Cifras básicas sobre el final de liga del Real Zaragoza

Si el equipo aragonés ganase todos sus partidos (45 puntos), alcanzaría su tope, 76. Si lograra sumar todos los que faltan en La Romareda (24), llegaría a los 55.

Los jugadores del Real Zaragoza celebrar su último triunfo en La Romareda, el mes pasado ante el Oviedo por 2-0.
Los jugadores del Real Zaragoza celebrar su último triunfo en La Romareda, el mes pasado ante el Oviedo por 2-0.
José Miguel Marco

La semana en curso, que une ya febrero y marzo de manera un tanto subliminal para sugerir al mundo del fútbol que la recta final de las ligas está ahí mismo, a la vuelta de la esquina, viene cargada en Zaragoza de conversaciones y valoraciones en relación a cuál va a ser la aspiración verdadera y factible del Real Zaragoza en lo que resta de torneo, que son las últimas 15 jornadas. Es el fruto de los dos patinazos seguidos vividos frente a los dos líderes, Albacete y Osasuna, con los que ha correspondido jugarse los cuartos en los últimos días (empate 0-0 con los manchegos y derrota por 1-0 con los navarros).

Solo un punto sumado de los 6 dirimidos ante estos dos equipos de moda en la Segunda División ha dejado al Zaragoza a 13 de distancia de la zona de Promoción de ascenso. Y, además, ubicado en el puesto 15º, por lo que entre sus coordenadas de navegación en la tabla y el 6º puesto soñado se interponen hasta 8 equipos, algunos de los cuales también caminan muy por delante de los zaragocistas. 

Los futbolistas (Verdasca y Zapater lo han hecho en rueda de prensa) se afanan por recordar la excelente remontada obrada el año pasado en una segunda vuelta de récord positivo. Se aferran oralmente a ese plan de progreso de aquí a junio. Existe la necesidad de cargar de contenido los más de 3 meses que quedan de liga regular. Hay que evitar caer en la melancolía, en la depresión y el aburrimiento que podría derivar de la falta de estímulos si el equipo se ve en tierra de nadie. 

Porque, mirando al retrovisor, por fortuna y acierto del equipo bajo el mando de Víctor Fernández desde Navidad, el colchón de seguridad sobre el descenso a Segunda B (que se vivió desde dentro un par de semanas de dura digestión con Alcaraz) se ha abierto ya hasta los 8 puntos que dista el Extremadura (el 19º en el escalafón, la referencia de lo letal). Y esto, vista la evolución zaragocista, parece ya suficiente como para ir tirando hacia delante progresivamente sin verse apretado en exceso en ningún momento más del curso por quienes habitan en la zona baja. Ahí, conviene tocar madera.

Entonces, ¿de qué se habla realmente cuando se sugiere que aún es posible consumar una reacción como la del año pasado? Las cifras, sin abusar, con dos breves pinceladas, ayudan mucho a ponderar si ese anhelo es factible o quimérico. 

El Real Zaragoza, tras 27 jornadas, tiene solo 31 puntos. Y, apuntado está, quedan por jugarse 15 partidos más, es decir, 45 puntos posibles en disputa. Es decir, si el equipo que dirige Fernández lograse ganarlo todo, si hiciera ese hipotético pleno absoluto, su tope serían los 76 puntos. A más ya no le daría (el año pasado acabó 3º, con 71 puntos).

Aunque hubo años que el campeón tuvo menos, con esos 76 puntos, ha habido ligas en las que no se ha llegado más arriba de la 5ª plaza, y este año tiene un perfil de esos, a estas alturas, camino de rebasar el tercer cuarto de la competición. Sirva somo referencia histórica precisamente la que el Zaragoza jugó la Promoción como 6º de la mano de Ranko Popovic.

Y aquí va otro dato orientativo de lo que hay en juego de aquí al final del torneo en Zaragoza. Si el equipo de Víctor lograse ganar todos los puntos como local, si sacase con victorias todos los duelos en La Romareda (son 8, de los que uno, ante el Reus, supondrá por reglamento un triunfo seguro por 1-0 al estar expulsado de la liga el cuadro catalán), añadiría a sus 31 puntos 24 más. Con lo de casa en pleno, al Zaragoza le da para llegar al ras de los 55. O sea, la permanencia más o menos raspada, más o menos calmada según aprieten los de atrás, que eso está por verse todavía. 

Así pues, seguir mentalmente las opciones reales del Zaragoza en el último trimestre de liga es muy sencillo. Cada punto que no se sume en adelante habrá que ir restándolo del total posible a día de hoy, que son los 76 puntos. Y cada punto que pueda escaparse en La Romareda hasta junio se podrá limar mentalmente al parcial de 55 que se lograría si se fuera contundentes e infalibles en La Romareda, por lo que tendrá que ser compensado en los 7 desplazamientos que faltan por ejecutarse. 

Y, como última marca estimativa si se atiende a la jurisprudencia de la liga, en el caso de que la 6ª plaza, o sea, la primera de Promoción de ascenso, se situara como en el año de Popovic en torno a los 61 puntos (esos sumó aquel Zaragoza, en un año barato), en estos momentos necesitaría ganar 10 de los 15 partidos que faltan. Algo así como los 8 partidos de casa y 2 más fuera. O un equivalente.

Y si, en otra hipótesis un poco más cara de lograr, la cota de la 6ª plaza se fuera, como el año pasado, a los 65 (con esos puntos ocupó ese lugar el Numancia), el Real Zaragoza necesitaría ahora mismo ganar 12 de los 15 partidos pendientes. Algo así como todos los de casa y 4 de los 7 a domicilio... o su equivalencia. 

De esto es, concretamente, de lo que todo el mundo está hablando en el inicio de esta semana tras lo de Pamplona y en puertas de recibir al Almería. Seguro que así es más fácil e inteligible saber el sostén de las conversaciones. 

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