Ros y Eguaras, dos navarros en el Real Zaragoza que nunca jugaron en el Osasuna

De Tudela y Ansoáin, respectivamente, los dos centrocampistas saltaron con pértiga al club rojillo: Ros es canterano de la Real Sociedad y Eguaras del Athletic de Bilbao.

Javi Ros y Eguaras, centrocampistas del Real Zaragoza, con su pasado en la Real Sociedad y el Athletic de Bilbao, respectivamente.
Javi Ros y Eguaras, centrocampistas del Real Zaragoza, con su pasado en la Real Sociedad y el Athletic de Bilbao, respectivamente.
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Javi Ros e Íñigo Eguaras afrontarán este sábado en Pamplona un partido ligeramente diferente para ellos respecto de los demás de la liga. Los dos son navarros, pero ambos juegan en el Real Zaragoza. Y, además, nunca jugaron en el Osasuna. Son una pareja muy particular en este sentido, pues en ningún momento, ni de niños, vivieron un solo día en la órbita de la cantera de Tajonar.

Ros es de Tudela, capital de la Ribera, situada a 93 kilómetros de la capital. Eguaras es dey Ansoáin, mucho más cerca del centro de Pamplona, que dista tan solo 4 kilómetros de su pueblo. Desde que Ros empezó a dar patadas al balón, con el CD Tudelano como referencia más cercana, y Eguaras hizo lo mismo, con el CD Gazte Berriak como club próximo a su casa (Nueva Juventud, traducido del euskera), arrancó sin saberlo una doble maniobra por la que los dos centrocampistas, actualmente pilares básicos del Real Zaragoza, acabarían saltando con pértiga al Osasuna.

Como le sucede a menudo al principal referente del fútbol navarro, el Osasuna, estos dos chavales se le escaparon prematuramente de su control canterista y acabaron en dos de los clubes vecinos, del País Vasco, que suelen pescar históricamente en Navarra para nutrir su singular mercado de productos autóctonos o similares. Incluso, en los dos casos, al Osasuna se le fueron de las redes Ros y Eguaras antes de pasar por la casa rojilla en cualquier categoría. Javi Ros es canterano de la Real Sociedad y Eguaras del Athletic de Bilbao. Ros acabó en San Sebastián porque allí estaba ya con anterioridad su hermano mayor, Íñigo, que jugó en el Huesca recientemente. A Eguaras, el Athletic lo captó con solo 13 años y jugó en Lezama desde la categoría Infantil.

Por eso, las visitas a El Sadar son para ellos un acontecimiento cargado de cierta energía diferente a la de otros estadios... pero sin llegar a ser algo realmente emocionante por sentir en su piel el aroma del Osasuna. Son navarros pero no fueron nunca parte del club rojillo en sus trayectorias futbolísticas. Una mezcla rara de sentimientos. Los dos jugadores zaragocistas ya la han vivido en el estadio pamplonés unas cuantas veces y nada les sonará a nuevo este próximo sábado. Habrá familia directa de ambos en las tribunas, amigos íntimos, viejos conocidos de sus andanzas en Tudela y Ansoáin. Sonará el deje navarro durante las horas previas en sus conversaciones directas o telefónicas. Pero, en el césped, Ros y Eguaras serán del Real Zaragoza y no tendrán un solo recuerdo del Osasuna... porque no lo hay. Los suyos son de San Sebastián y Bilbao, de la Real Sociedad y el Athletic de Bilbao, sus clubes matrices.

Se trata, como se ve, de una curiosa figura geográfico-futbolística, que no suele ser habitual cuando un futbolista acude a jugar al lugar donde nació. Porque, eso sí, tanto Javi Ros como Íñigo Eguaras son nacidos en Pamplona. Ya se sabe, cuestión de hospitales de cabecera en asuntos de maternidad.

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