El pundonor de Javi Ros

El medio navarro regresará al once contra el Albacete, tras reaparecer la pasada jornada frente al Lugo. El futbolista recortó dos semanas de la recuperación de su lesión de Peroné.

Javi Ros trota junto a Julián Delmás, en el entrenamiento de ayer.
Javi Ros trota junto a Julián Delmás, en el entrenamiento de ayer.
Raquel Labodía

A los pocos días de recuperación, Javi Ros ya preguntó si podía volver a jugar. Tenía el peroné roto. Apenas había pasado una semana de que le confirmaran la fractura en la pierna izquierda, a la altura de la rodilla, y ya estaba sondeando su regreso a los terrenos de juego. Su baja médica, no obstante, lo impedía. Las previsiones eran de que permanecería fuera del equipo hasta marzo, en torno a seis semanas. Pero Javi Ros se empeñó en recortar los plazos como fuese, hambriento de jugar justo en un momento clave en el Real Zaragoza, en pleno vuelo levantado. Y así, lo consiguió: hace una semana le dieron el alta y se visitó de luces para jugar contra el Lugo. Unos días antes, no obstante, ya pidió viajar a Las Palmas como miembro de la expedición. No podía ponerse al servicio del entrenador para saltar al césped, pero sí al servicio de sus compañeros como capitán y voz autorizada y respetada dentro del equipo.

Finalmente, reapareció la pasada jornada, jugando los minutos finales de la victoria contra el Lugo: completó su recuperación, de este modo, un par de semanas antes de lo previsto. Javi Ros tenía el hueso fracturado y lo selló a toda velocidad a base de compromiso.

Esta es la breve síntesis de cómo Javi Ros ha empujado hacia su vuelta al equipo. Será contra el Albacete, este sábado, cuando dé un paso más y retome una plaza en la titularidad. Alberto Zapater tampoco se entrenó ayer con normalidad como consecuencia de sus problemas musculares en el gemelo derecho. Aunque podría entrar en la lista, lo tiene difícil para repetir en el once. Su relevo natural es Javi Ros.

El centrocampista navarro será así novedad en la alineación de Víctor Fernández, quien no dudó en halagar sus esfuerzos, su tenacidad y pundonor tras el triunfo contra el Lugo: «Es un chico muy honesto y competitivo. Un valiente. Siempre quiere ayudar. Quiero agradecer su actitud», señaló el técnico aragonés.

Víctor Fernández no ha sido el único impactado por la voluntad de acero de Javi Ros. Dentro del vestuario, se toma su recuperación como un ejemplo. Posiblemente, el tudelano sea el jugador con mayor ascendencia y madera de líder del grupo, tal y como se reconoce dentro de la caseta.

Ni siquiera la incertidumbre que rodeó a su lesión debilitó su convicción de volver cuanto antes. Después de sufrir un fuerte golpe en la zona baja de la rodilla izquierda contra el Málaga, el 13 de enero, se sometió a una prueba radiológica que descartó cualquier daño óseo. De hecho, el club, ante la información divulgada por los servicios médicos, ni siquiera emitió un parte de lesión. Sin embargo, durante el lunes, el martes y el miércoles siguientes al encuentro, el futbolista apenas pudo apoyar la pierna.

Unas exploraciones complementarias confirmaron finalmente que padecía una fractura en la cabeza del peroné y que debería estar de baja en torno a las seis semanas, si la rehabilitación transcurría debidamente. Pero ha transcurrido aún mejor. Ros ha dejado su baja en cuatro semanas. Se perdió el duelo contra el Rayo Majadahonda. También el choque frente al Oviedo, y la visita a Las Palmas. Para Lugo, ya estaba listo. Para medirse frente al Albacete, ya estará en condiciones de salir de inicio. Será, con el brazalete en el brazo, el escudero de Íñigo Eguaras en el centro del campo, vigilando, sobre todo, el sector derecho, zona de influencia de Soro, quien apunta a repetir en el once de Víctor Fernández.

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