¿Por qué no mandó repetir Pulido Santana el penalti de Álvaro Vázquez?

El árbitro canario, que sí ordenó antes volver a lanzar el del Lugo por invasión del área, no vio la irregularidad de Vieira por estar pésimamente colocado. Pudo perjudicar al Real Zaragoza de no haber ganado al final.

Álvaro Vázquez, un segundo antes de lanzar el penalti que falló en Lugo. Vieira, el central del Lugo (con un vendaje en la cabeza), está a la altura del árbitro, Pulido Santana, que debió mandar repetir la pena máxima. El linier, al fondo, tampoco se entera de la circunstancia antirreglamentaria.
Álvaro Vázquez, un segundo antes de lanzar el penalti que falló en Lugo. Vieira, el central del Lugo (con un vendaje en la cabeza), está a la altura del árbitro, Pulido Santana, que debió mandar repetir la pena máxima. El linier, al fondo, tampoco se ente
Captura de GOL/LFP

Pulido Santana, el árbitro canario del Lugo-Real Zaragoza, cometió un grave error técnico en la acción del penalti fallado por Álvaro Vázquez, delantero zaragocista, en el tiempo de aumento de la primera parte y que podría haber sido el 1-1 justo antes del descanso. El colegiado de Las Palmas, como se aprecia en la captura de imagen de la transmisión de televisión, se colocó pésimamente ante el lanzamiento de la pena máxima por parte del equipo aragonés. En el centro del área, pegado al lanzador, obstaculizando a los que pudieran entrar al posible rechace del balón en busca de un segundo remate y... perdiendo de vista a la mitad de los jugadores en los cruciales segundos previos al golpeo del balón por parte del lanzador.

De este modo, Pulido cayó en su propia trampa de forma flagrante, pues se dio el fallo de Álvaro Vázquez, que pateó el balón defectuosamente, buscando la escuadra de la portería de Juan Carlos, pero echando la pelota fuera. El problema es que Pulido Santana no vio la posición antirreglamentaria del central del Lugo Vieira (dorsal 23), que se había adentrado en el área ¡justo hasta la posición del árbitro!... pero a su espalda, donde era materialmente imposible que lo viese por su defectuoso posicionamiento. Tampoco su ayudante, su linier asistente, que se había ido como es de ley a la línea de fondo, le echó una mano en la visión de este hecho punible del zaguero portugués del cuadro lucense.

Así que el fallo de Pulido fue múltiple porque, en definitiva, ese penalti fallado por Álvaro Vázquez debió repetirse. Sin duda ni discusión alguna. Por algo de tamaño monumental. Es difícil que un defensor se adentre tanto en el área justo antes del lanzamiento de un penalti del rival. Vieira, que además era el más visible de los jugadores sobre el campo al llevar una aparatosa venda sobre su frente tras un golpe minutos antes que le causó una herida sangrante y una leve conmoción, le sopló en la oreja a Pulido justó en el instante en el que Vázquez acometía la pelota en el punto de los 11 metros. Pero el árbitro no se enteró porque el ser humano no tiene visión periférica detrás de la nuca. Por su desastrosa posición en mitad del área, era imposible que viese a Vieira y a cualquiera que entrase en la mitad del área que le quedaba a sus espaldas. Seguro que la puntuación evaluativa del delegado arbitral del partido habrá sido 'Muy Deficiente' para Pulido en esta jugada del penalti.

Y, para que todo tenga un grado de agravante irremediable, este error mayúsculo de Pulido Santana al no observar el motivo por el que debió repetirse el penalti fallado por Álvaro Vázquez, ocurrió 20 minutos después de que, en la otra área, el árbitro insular sí que ordenase la repetición del penalti que marcó Pita para lograr el 1-0 a favor del Lugo... por invasión del área de varios futbolistas antes del golpeo del balón del jugador gallego. Ahí sí que anduvo fino y acertó. En ese lance, en el minuto 25, Pulido cumplió bien con su cometido. Pero en el 46, en el otro lado del campo, se le nubló la mente en unas circunstancias gemelas, lo que añade cicuta a su marro por agravio comparativo.

Al final, la acción y este análisis queda diluido en un apartado secundario, anecdótico, porque el Real Zaragoza acabó remontando en la parte final del partido y lo ganó 1-2. Es decir, el falló de Álvaro Vázquez en el penalti y el grave error del árbitro al no mandar repetirlo, no terminaron siendo cruciales para la resolución del marcador final. Pero, si el equipo aragonés no hubiese logrado la victoria final, este gazapo arbitral de tamaño gigantesco tendría a estas alturas un grado de polémica superlativo.

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