Empate del Real Zaragoza en Las Palmas en un partido irregular

Los canarios se adelantaron pronto en medio de un aluvión de ocasiones marradas y Álvaro Vázquez empató antes del descanso cuando los zaragocistas repararon su juego.

Partido del Real Zaragoza en Gran Canaria.
Partido del Real Zaragoza en Gran Canaria.

Real Zaragoza y Las Palmas empataron a uno en la noche de este lunes en el último partido de la 24ª jornada jugado en Canarias. Fue un reparto de puntos que penalizó, por un lado, la falta de acierto de ambos equipos en sus claras ocasiones de gol (sobre todo a los insulares) y, por otra parte, desde el prisma de los aragoneses, resultó un premio a la capacidad de reparar un deficiente inicio del choque que hizo presentir una noche negra para los de Víctor Fernández.

El equipo zaragocista llevó a cabo un primer tiempo de abolladuras serias durante los 25 minutos iniciales, en los que pudo salir muy mal parado y arruinar el partido por completo, con un feliz proceso de mejoría en la recta final del mismo, hasta llegar al descanso con el dulce sabor de un gol a favor que igualaba la contienda y abría las puertas a todo. Esto fue así gracias a que Las Palmas erró ante el marco de Cristian Álvarez hasta cuatro ocasiones flagrantes de gol, al margen de un tanto que fue anulado a Cala por fuera de juego, aún con el 0-0 inicial. Solo alcanzó el cuadro canario la mínima ventaja del 1-0 en su fase más efervescente, gracias al tanto del veterano Rubén Castro en el minuto 15, a puerta vacía, tras pase atrás de Ruiz de Galarreta en una pérdida grosera de Verdasca en la salida desde atrás (marca de la casa, circunstancia conocida).

Y es que el Real Zaragoza salió dormido al estadio grancanario, semivacío por el intempestivo horario en día laborable y porque la afición amarilla no está con los suyos últimamente. Sin chispa, sin alma. Los locales tardaron en cogerle la onda al juego pero, cuando lo hicieron, tuvieron un rato de tremendas llegadas al área aragonesa. El tanto invalidado a Cala en el 14 fue la apertura de la veda. El gol de Castro llegó en la siguiente acción, en el 15. Después, en pleno vendaval, Mir remató en el 18 sobre el cuerpo de Guitián con todo a favor en una dejada de Dani Castellano a corta distancia del marco. En el 19, todo encadenado ante la impotencia zaragocista, Mantovani remató de cabeza una falta lateral, solo, y Cala marró a puerta vacía en el segundo palo con todos los blanquillos mirando al horizonte. Y en el 23, Ruiz de Galarreta, solo en el punto de penalti, chutó fuera por muy poco. Que los insulares solo fuesen capaces de marcar un gol en este ametrallamiento del marco de Cristian Álvarez fue lo mejor de la noche para los de Víctor Fernández. Era augurio de que había vida tras semejante caos defensivo de todo el equipo.

Y así fue. Zapater, en el minuto 26, ejecutó el primer disparo a puerta del Zaragoza. Lo hizo por alto al lateral de la red tras un centro de Nieto. Aún tendría la UD Las Palmas otra opción clara más para el 2-0, en una contra tras un córner a favor de los zaragozanos, en el 27, que Fidel culminó mano a mano ante Cristian Álvarez rematando contra su cuerpo. Enseguida replicó Igbekeme, en el 28, tras una buena combinación en el área con Pombo, pero la pelota se le marchó por encima del larguero. Empezaba a asomar arriba el cuadro blanquillo, ya no era un ente sin rostro sobre el césped del Gran Canaria.

El juego se equilibró desde ese punto del reloj. Las Palmas bajó su diapasón, como si hubiese agotado todo su repertorio en ataque. Y los de Fernández dieron varios pasos adelante. Eguaras, apagado hasta entonces sobremanera, filtró balones potables. Zapater e Igbekeme ayudaron a un insípido Soro y al irregular Pombo y esa mejora coral tuvo premio en el 44, cuando el descanso llegaba ya. En una conducción de Eguaras, el exzaragocista Ruiz de Galarreta, al intentar cortar por detrás, acabó dando una asistencia sin querer a Álvaro Vázquez, que aprovechó el mano a mano para batir por bajo a Raúl. Hubo lío porque el linier levantó el banderín, pero el árbitro le rectificó con buen criterio en este caso.

En el intermedio quedaba por ver cómo afectaba este mazazo a los canarios y de qué manera podía positivizar el Real Zaragoza su buena reacción después de tan fatal comienzo de partido. Y, de entrada, todo pareció enturbiarse de nuevo para los de Víctor Fernández, pues en el primer minuto, hubo otro gol de Las Palmas, anulado por fuera de juego de manera similar al de Cala al inicio del choque. Esta vez, en otra falta lateral mal defendida por alto, fue Rubén Castro el que cabeceó a la red… pero de nuevo estaba ligeramente adelantado y no subió al marcador. Los detalles estaban salvando la integridad del equipo zaragocista y lo mantenían con pulso, mientras que los palmenses empezaban a sentir nervios y cierta desazón por su mal fario en esas acciones de gol, incluido el válido de los aragoneses.

En el minuto 53, tras ese adormecimiento de inicio, Eguaras metió adrenalina en vena de nuevo al Zaragoza. El navarro estuvo cerca del 1-2, en un voleón al borde del área tras el rechace de un córner, que rozó literalmente la escuadra. Víctor metió en escena a M. Gual por Soro a falta de media hora y lo juntó con Vázquez, como en los tiempos de Idiakez, una declaración de intenciones ofensivas. Poco a poco, el guión del partido había ido dando la vuelta hasta ponerse con el viento de cola para los zaragocistas. Las Palmas daba muestras de desorientación repentina y Paco Herrera relevó a Galarreta por el experimentado Momo en busca de solución.

Álvaro Vázquez tuvo en su cabeza el gol en el minuto 65 tras un buen centro de Nieto al segundo palo, pero el testarazo del catalán salió un palmo por fuera, cerca del poste izquierdo. Ahí comenzaron los silbidos de la crítica afición amarilla, pues vio que el duelo se les podía ir del todo después de haber perdonado la vida al Zaragoza de manera clara en el primer tramo. Herrera agotó los cambios, con Lemos y Araujo como balas últimas en ataque. Fueron momentos de desorganización general, de unos y otros. El ritmo del envite se alteró con faltas, cambios y discusiones. En una de ellas, el argentino Peñalba fue expulsado por protestarle al árbitro de forma continuada y dejó en inferioridad a los isleños a falta de un cuarto de hora.

En el 81, el Zaragoza encontró de nuevo la inspiración dentro del jaleo colectivo en una contra que protagonizó Linares, recién entrado por Vázquez para debutar con su equipo de toda la vida. Su pase a Pombo merecía el remate de este, pero el canterano decidió no chutar y asistió, mal, a Igbekeme. El posible gol se fue por el sumidero. Los canarios estaban a merced de conceder el segundo gol zaragocista y ahí había volado una oportunidad palmaria. El crono aceleró su marcha y el Real Zaragoza no consiguió plasmar su superioridad. Incluso ocurrió al revés: sufrió en el tiempo añadido por las acometidas de Las Palmas en balones colgados y a balón parado.

El final del partido llegó entre sensaciones de conformismo de unos y otros. Nadie perdió. Los dos sumaron. Ambos salieron airosos de sus minutos deficientes durante el choque.Todo muy equitativo. Por el marchamo de la trama del duelo, el Real Zaragoza fue el que más amargo tuvo el paladar camino de vestuarios, pues fue de menos a más. Le faltó continuidad y solvencia combinativa de medio campo en adelante. Pero el equipo sigue sumando con Víctor Fernández y eso es positivo en las circunstancias que concurren.

Ficha Técnica

UD Las Palmas: Raúl Fernández; Curbelo (Araujo, 70), Mantovani, Cala, Dani Castellano; Peñalba, Timor; Fidel (Lemos, 66), Ruiz de Galarreta (Momo, 60), Mir; y Rubén Castro.

Real Zaragoza: Cristian Álvarez; Delmás, Verdasca, Guitián, Nieto (Aguirre, 79); Eguaras, Zapater, Igbekeme; Soro (M. Gual, 59), Pombo; y Álvaro Vázquez (Linares, 77).

Árbitro: Javier Iglesias Villanueva (Comité Gallego). Expulsó a Peñalba (75), por protestar. Amonestó a Ruiz de Galarreta (28), Eguaras (32), Nieto (46), Mir (49), Curbelo (64), Peñalba (74), Timor (80), Guitián (88), Lemos (89) y Linares (92).

Goles: 1-0, min. 15: Rubén Castro. 1-1, min. 44: Álvaro Vázquez.

Incidencias: Noche muy agradable en Las Palmas, con 21 grados tras un día de calor. El césped del estadio presentó un buen estado. Asistieron al partido apenas 9.500 espectadores sobre un aforo de 32.000 butacas.

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