Víctor Fernández emitió este viernes, 1 de febrero de 2019, una particular visión del desarrollo del mercado invernal de fichajes que concluyó en la medianoche anterior, después de 30 días en los que los equipos de la Segunda División española han batido récords de operaciones, tanto de fichajes como de salidas de las plantillas iniciales en este campeonato. El veterano entrenador aragonés, que aterrizó en Zaragoza en la antesala de la Navidad como tercer técnico del equipo, lo ha vivido en primera persona en su nueva responsabilidad. Y sus conclusiones son, desde la más absoluta sinceridad, dignas de ser atendidas y guardadas en lo sucesivo. Puede resumirse el estado personal de Fernández en algo cercano a la perplejidad.

"Primero, en lo personal, tenía unas ganas tremendas de que fueran las 12.00 de la noche del día 31 de enero. Porque ha habido una vorágine de movimientos, de incorporaciones, algo exagerada. Yo esto no lo conocía. Me dicen que este año ha sido especialmente exagerado", comenzó describiendo el preparador aragonés cuando se le instó a que hiciera un balance de lo acontecido en los 22 clubes de la división de plata en el ya concluido mes de enero.

"En segundo lugar, mi valoración es que ha habido muchos equipos que han jugado esta fase a lo grande. Y han reforzadado sus plantillas de una manera extraordinaria. Yo no sé cómo... evidentemente, porque tienen la autorizacion de La Liga y porque tienen disposición económica. Pero lo que han hecho el Sporting, el Tenerife, el Málaga, el Nástic, el Osasuna, el Cádiz... es algo increible", subrayó con un tono de sorpresa mezclado con extrañeza.

Y ahí su discurso viró para diferenciar la conducta del Real Zaragoza de la de la mayoría de los componentes de la Segunda División. "Nosotros jugamos otra liga. Para qué nos vamos a engañar. Nosotros jugamos otra liga y es nuestra realidad. Pero esto no me sorprende. Lo que sí me sorprende es que haya habido tantos movimientos y tantas iniciativas en equipos que han hecho hasta 12 o 13 fichajes, como el Extremadura por ejemplo, que se la juegan todo a carta ganadora o carta perdedora", insistió en su parecer.

Al final, es palpable el contraste entre los desembolsos y el número enorme de operaciones que han ejecutado muchos clubes rivales del Real Zaragoza y la austeridad y modestia de lo llevado a cabo por la entidad blanquilla, que se ha limitado a dar salida a 4 piezas (Buff, Perone, Medina y Raí Nascimento) y a fichar a dos veteranos exjugadores de la cantera zaragocista de principios de siglo XXI, hace más de 15 años ambos: Linares y Dorado, los dos con los 36 años bien cumplidos. "A mí no me sorprende nada respecto del Real Zaragoza porque, el primer día, cuando me reuní con el club después del partido del Deportivo, ya me dijeron qué es lo que se podía hacer y cuáles eran los objetivos. Y estos eran los dos únicos objetivos que podíamos conseguir. Por lo tanto, lo que ha ocurrido no me ha sorprendido. Y tampoco me asusta. Al contrario", dijo en una primera alusión a sus refuerzos, el delantero de Fuentes de Ebro y el central cordobés, con pasado zaragozano desde 1998 cuando vino al cadete de la Ciudad Deportiva.

Víctor prosiguió con su acercamiento a lo consumado por el área deportiva del Real Zaragoza en el último mes para remodelar, en la medida de lo posible, la plantilla con la que se comenzó este proyecto que tenía vocación de ganador en agosto. "Tenemos dos grandes retos: uno, sacar el máximo rendimiento de los jugadores de los que disponemos, porque yo creo que hay margen de mejora en lo colectivo y en lo individual; y dos, como ya sabía hace 5 semanas cuáles eran los grandes objetivos de fichajes y cuál es el perfil de estos dos jugadores, tanto de Linares como de Dorado, yo estoy tranquilo porque sé que van a sumar, porque son dos chicos que ofrecen algo que no teníamos en la plantilla y llenan carencias y vacíos que existián, que van a mezclar bien con el resto por sus características técnico-tácticas y que son dos jugadores que vienen con compromiso, con intención de ayudar, porque son zaragocistas y nos van a aportar madurez, serenidad, oficio y no se van a descontrolar porque saben a dónde vienen y a qué vienen. Y eso es muy importante. Conocen la casa y saben en qué momentos nos encontramos. Esto, a un entrenador, para mí, es una ventaja sobre los otros técnicos de los demás equipos respecto de sus fichajes", argumentó Fernández.

"¿La valoración del mercado de enero? Está todo al margen de lo que ha sucedido con nosotros en él. Nuestra liga es otra distinta a la de la mayoría de los demás. No hay que darle más vueltas. Ni alterarse, ni perturbarse, ni ponerse nervioso", terminó con aire de redundancia en su sorpresa por el comportamiento ajeno y con modestia y asunción del duro presente del Real Zaragoza cuando se trata de manejar dinero bajo la tutela de la Liga de Fútbol Profesional.